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Cinco leyendas para enamorarse de Irlanda
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Cinco leyendas para enamorarse de Irlanda

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    Abadía de Kylemore

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    Anillo de Claddagh

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    Cementerio megalítico de Carrowmore

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Cientos de leyendas y cuentos han servido de inspiración para albergar bellas historias con las que enamorarse de Irlanda.

El Condado de Sligo, la bahía de Galway o la misma ciudad de Dublín se han convertido en escenarios de las más trágicas y románticas historias del populario irlandés.

A través de generaciones los bellos paisajes de Irlanda han servido de marco para relatar las historias más increíbles sobre gigantes, princesas y amores legendarios.

La leyenda de Diarmuid y Gráinne

Fionn MacCool, el gigante más legendario de Irlanda, estaba prometido con la hermosa Gráinne, pero durante el banquete de bodas de ambos, ella se enamoró perdidamente del joven Diarmuid, guerrero de Fionn, a quien el dios del amor, Aéngus Og, bendijo con el don de que aquella mujer que le mirase quedaría enamorada de él. Gráinne y Diarmuid huyeron a través de los bosques para escapar de un enfurecido Fionn MacCool y allí se escondieron para vivir su amor.

Hoy en día, recorriendo el Condado de Sligo, en el noroeste de Irlanda, se pueden visitar aquellos lugares por los que pasaron los amantes. En Gleniff Horseshoe se encuentra la “Cueva de Diarmuid y Gráinne”, y en el Burren, en el Condado de Clare, esparcidos por la región están los dólmenes megalíticos, también conocidos como “el lecho de los amantes”

Dublín: en Whitefriar Street reposan los restos de San Valentín

Poca gente sabe que el verdadero San Valentín se encuentra enterrado en la ciudad de Dublín. En la iglesia de Whitefriar Street reposan los restos de este santo, donde el 14 de febrero cientos de parejas se acercan para que bendiga y proteja su relación.

Hace más de 180 años, el papa Gregorio XVI regaló al templo de Nuestra Señora del Monte Carmelo los restos de este santo, desde entonces cada día los dublineses se acercan a la iglesia de Whitefriar para escribir en su libro sus deseos para que San Valentín los ayude.

La mansión de Florence

En la tierra de lagos del Condado de Fermanagh, el amor fluye como el agua. Aquí basta la belleza del paisaje para enamorarse.

En el siglo XVIII, Sir John Cole construyó una mansión que bautizó con el nombre de su mujer. Florence Court, es un lugar idílico, donde actualmente cientos de parejas pasan por sus salones y jardines para celebrar su boda. Rodeada de lagos y montañas, esta mansión se convierte en la perfecta elección para realizar una escapada con tu pareja.

El anillo de Claddagh

En la bahía de Galway, se esconde un pequeño pueblo pesquero donde nació el famoso anillo de Claddagh. Este anillo de más de 400 años, está formado por dos manos agarrando un corazón adornado con una corona. La leyenda de la región dice que la primera vez que la novia se coloca el anillo, si la corona apunta hacia su uña es porque realmente está enamorada y si apunta en la otra dirección es que el amor no es verdadero.

Abadia de Kylemore, el más bello mausoleo

Antes de que el cine, a través de películas como Postdata: Te quiero, diera a conocer Galway, existió una trágica historia de amor, que aún hoy en día se puede revivir a través de la Abadia de Kylemore. En 1852, Margaret Vaughan, que disfrutaba de su luna de miel, quedó totalmente enamorada de sus paisajes. Como regalo su marido decidió construir un castillo donde vivirían con sus 9 hijos. En un viaje a Egipto, ella murió súbitamente al contraer fiebre y su marido desconsolado decidió rendirle homenaje construyendo el más bello mausoleo que toda su fortuna le permitió y, de esta manera, tener el lugar perfecto donde acompañar a su amada esposa por toda la eternidad.

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