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La Ruta de los volcanes en la Isla de Fuego

Lanzarote es una tierra de grandes contrastes. La isla goza de buenas temperaturas durante prácticamente todo el año. Cuenta con impresionantes playas, así como con una gran cantidad de recursos naturales que la convierten en un destino perfecto en el que pasar unos días, sea la época del año que sea. Zonas desérticas con oasis y palmeras y playas paradisíacas forman el paisaje de esta isla canaria, aunque sin duda, los auténticos protagonistas de Lanzarote, conocida como la ‘Isla de Fuego’, son los volcanes.

Las playas de Lanzarote son un gran reclamo para los turistas, con una temperatura media de sus aguas de más de19º durante todo el año. Pero además es un enclave perfecto para disfrutar de la naturaleza, y un lugar idóneo para realizar deportes acuáticos como buceo, surf o windsurf.

La llamada ruta de los volcanes de Lanzarote parte del Islote de Hilario

Aunque uno de sus mayores encantos son los volcanes. Lanzarote se caracteriza especialmente por su paisaje volcánico y, desde luego, el mejor lugar para descubrirlo es el Parque Nacional de Timanfaya, situado en la región de las Montañas de Fuego.

El Parque Nacional de Timanfaya ocupa un área de 51 km² en los que se reparten más de 300 volcanes. Un paisaje único y espectacular comparable con la superficie lunar, y que ha servido de escenario para grandes producciones cinematográficas como “Enemigo Mío” de Wolfgang Petersen o la conocida “Furia de Titanes” del año 2010.

Los grandes protagonistas de Lanzarote: los volcanes

El Parque Nacional de Timanfaya surgió tras las violentas erupciones que sacudieron a la isla durante el siglo XVIII. Entre los años1730 y 1736 se sucedieron continuas erupciones, que han sido consideradas por algunos expertos como algunas de las más potentes de la historia a nivel mundial. Como resultado de estas explosiones, la lava acabó con una parte de la superficie total de la isla y arrasó doce pueblos, que quedaron totalmente sepultados.

La llamada ruta de los volcanes de Lanzarote parte del Islote de Hilario, y consta de unos 14 km a través de los principales edificios volcánicos formados durante las históricas erupciones de 1730 a 1736, seis años consecutivos, y las posteriores, en el siglo XIX, principalmente en el año 1824.

El Islote de Hilario es una zona del Timanfaya que toma su nombre del Lanzaroteño Hilario, personaje de leyenda, que después de la guerra de Filipinas vivió aquí como ermitaño con la sola compañía de su camella. Este hombre plantó una higuera que jamás dio fruto alguno porque "la flor no podía alimentarse de la llama". Aquí el subsuelo presenta una temperatura de 140ºC a sólo 10cm de profundidad, por lo que se puede participar en diferentes experimentos geotérmicos, y observar géiseres artificiales que producen unos tubos en el suelo cuando se arroja agua fría.

En el Islote de Hilario se encuentra la huella artística de César Manriqueen el restaurante "El Diablo". Realizada en 1970, esta sólida edificación presenta una plaza circular, con muros acristalados que iluminan el interior y actúan a modo de mirador sobre el paisaje volcánico.
En el exterior, también de forma curva, discurre un amurallamiento que delimita la entrada. Todo el conjunto arquitectónico está cubierto de piedra seca, labrada, potenciando las tonalidades oscuras del material volcánico.

Es desde allí de donde se comienza una ruta que consiste en un recorrido por los lugares de mayor interés de todo el Parque. En unas guaguas especialmente acondicionadas, se realiza un recorrido de 14km atravesando todas las zonas volcánicas de mayor interés geológico y paisajístico. Durante la visita, se contemplan las numerosas alineaciones de volcanes, lenguas de lava, los hornitos y los tubos volcánicos existentes.

El Parque Nacional de Timanfaya surgió tras las violentas erupciones que sacudieron a la isla durante el siglo XVIII

A lo largo de todo el Timanfaya se originan lo que los vulcanólogos denominan anomalías geotérmicas, esto es, temperaturas inusuales en la superficie que provienen del subsuelo, concretamente de una cámara magmatica residual a poca profundidad. El núcleo principal de estas anomalías se encuentran en el Islote de Hilario, donde ya hemos dicho se aprecian los efectos de los géiseres, la combustión de aulagas o se cocinan los alimentos al calor del volcán.

En todo este recorrido se visitan Espacios Naturales Protegidos (ENP) como el Monumento Natural de Las Montañas del Fuego, o el Monumento Natural del Islote de Los Halcones, declarado Parque Nacional en el año 1974, situado en el municipio de Yaiza, que se trata de una interesante estructura volcánica, al pié de la cual se encuentra un lago de lava tapando toda la topografía del entorno.

El Parque Nacional limita al oeste con el mar y el resto de su superficie se encuentra rodeada por el Parque Natural de Los Volcanes. En esta extensión de terreno, a pesar de su apariencia hostil a cualquier forma de vida, existen especies vivas como gaviotas, pardelas, cuervos, 300 especies distintas de líquenes y otros ejemplares de flora endémica.

Durante todo el recorrido se alza una cadena de volcanes que produjeron las más importantes erupciones y que se denominan de forma general Montañas del Fuego y que producen la sensación de encontrarse en un paraje lunar, sobrecogedor e irrepetible.

Un paseo entre lava

Es un bello y espectacular paseo entre lava de diferentes tipos, la llamada ‘AA’ y la denominada ‘Pahoehoe’.

Lavas AA o en bloque, son aquellas viscosas que solidifican rápidamente. Se forma una costra superior rígida y de gran espesor mientras que el interior es fluido. Debido a la desgasificación de la lava de un modo brusco y explosivo la colada se fragmenta y se ocasiona la formación de bloques, que tienden a amontonarse por el empuje del avance de la lava aún fundida. También son conocidas como "malpais" debido a la dificultad que supone andar por encima de ella. Las lavas pahoehoe o cordadas, son más fluidas y recorren largas distancias, solidificándose lentamente. La superficie lisa de estas lavas en contacto con el aire desarrolla una costra fina y muy plástica, por debajo de la cual continua el desplazamiento de la lava, lo que produce la formación de rugosidades en la costra superior. El resultado es una superficie con un aspecto de cuerdas alineadas.

Desde el pueblo de Uga se adentra a las Montañas del Fuego

En este mar de lava, se puede ver uno de los hornitos más emblemáticos del Parque, el ‘Manto de la Virgen’, tubos volcánicos e incluso se atraviesa uno de ellos, también se recorren los campos de piroclastos del Valle de la Tranquilidad, para terminar en lo más alto de las Montañas del Fuego, admirando los impresionantes cráteres de Timanfaya.

En todo este recorrido se observa el comienzo de la vida con la colonización de los líquenes de estas estructuras, dando un toque de color a las lavas.

Pueblos y lugares destacables de la ruta

Esta ruta que se comienza con salida hacia la zona sur de la isla, hacia Uga, es pequeño y tranquilo pueblo, conocido por los muchos camellos que a diario, y desde muy temprano, parten en caravanas hasta llegar a Timanfaya.

Desde Uga se adentra a las Montañas del Fuego. En la parte sur de la isla donde se puede admirar “La Costa de la Lava”, y observar una vista panorámica de Las Salinas del Janubio, como representación de la antigua actividad económica de la isla: la recogida de sal,

Además Los Hervideros, uno de los atractivos naturales de Lanzarote que más impresionan, con los esculpidos en las rocas por la acción del mar y la erosión del viento.

Después Yaiza, un pueblo premiado por su belleza e integración con el entorno, para continuar atravesando la zona vinícola por excelencia de Lanzarote: La Geria, zona vitivinícola por excelencia y un claro ejemplo de adaptación y aprovechamiento del terreno, único en el mundo, y de cómo el campesino de Lanzarote ha sabido adaptarse.

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