Albert
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Siempre me ha parecido único el arte abstracto, es como poner a pintar tu imaginación, compartirla e incentivar en alguien más la creatividad. Cada espectador le da un nombre, un origen, una forma a la obra abstracta ¡Mágico! Tomar el puntillismo y llevarlo a nivel de lo abstracto es una proeza, una innovación que hay que aplaudir. Gabino Amaya Cacho es el precursor de esta tendencia, sin duda, antes o después de ella, su trabajo es admirable. Cacho también pintó cuadros destacados como Neptuno, El Morralero, Concierto para Venus, Girls playing in the tree, Icarus and Daedalus y The dream of Jacob.
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