Con la llegada del buen tiempo, el calzado de primavera-verano se convierte en una declaración de intenciones. Más allá de su función práctica, los zapatos reflejan cada año las corrientes estéticas que dominan la moda. En esta ocasión, las plataformas vuelven con fuerza para reclamar su lugar como protagonistas indiscutibles del vestuario estival.
Pitillos, firma asentada en Arnedo (La Rioja) y reconocida por su compromiso con la comodidad, ha incorporado esta tendencia en su última colección, donde destacan dos formatos clásicos reinterpretados: los zuecos y las sandalias. Ambos diseños comparten una suela de 7 centímetros de altura que, lejos de sacrificar el confort, lo refuerzan gracias a materiales ligeros y plantillas adaptadas a la pisada.
Las plataformas responden a una doble necesidad: sumar centímetros sin renunciar a la estabilidad, y ofrecer una silueta estilizada que funciona tanto en contextos informales como en propuestas más sofisticadas. Además, su regreso no es casual. En un momento donde la moda busca equilibrar funcionalidad y estilo, las plataformas se erigen como una solución estética y práctica.
Los tonos elegidos —neutros, empolvados, metálicos— completan una propuesta versátil que dialoga con las tendencias actuales sin caer en la estridencia. Este tipo de calzado permite combinaciones sencillas, elegantes y atemporales, adecuadas para los días de calor, las escapadas de fin de semana o incluso las jornadas laborales más intensas.
Más allá de modas pasajeras, el auge de las plataformas habla de un cambio en la percepción del calzado: hoy se exige diseño, pero también bienestar. En este cruce entre tradición zapatera y sensibilidad contemporánea, propuestas como las de Pitillos ponen el acento en un equilibrio cada vez más valorado.
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