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La Bella Otero y Antonio el Bailarín protagonizan los dos estrenos del BNE

Redacción | Viernes 09 de octubre de 2020

El Ballet Nacional de España (BNE) comienza la temporada 2020/2021 en octubre con la recuperación de las giras aplazadas la pasada primavera debido a la covid-19. Después de siete meses alejados de los escenarios, llevará al escenario del Teatro Circo de Albacete los días 29 y 30 de octubre el programa ‘Invocación’. Estrenado el 7 de marzo en el Festival de Jerez, está formado por las obras ‘Invocación bolera’ y ‘Jauleña’, de Rubén Olmo; ‘Eterna Iberia’, de Antonio Najarro; y ‘De lo flamenco. Homenaje a Mario Maya’. Tras Albacete, girará por Terrassa (Barcelona), Zaragoza, San Petersburgo (Rusia), Pozuelo de Alarcón (Madrid), Águilas (Murcia) y Pamplona, a falta de confirmar otras ciudades.

Además, la compañía pública de danza española estrenará esta temporada la obra ‘La Bella Otero’, de Rubén Olmo; una nueva coreografía para ‘Capricho español’, con música de Rimski-Korsakov; y un programa en torno a Antonio Ruiz Soler con motivo del centenario de su nacimiento.

“Por desgracia, Antonio el Bailarín no ha tenido todos los homenajes que él se merece”, cree Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España. “Antonio renovó la forma de bailar y engrandeció aún más la danza española, además de ser el bailarín, coreógrafo y director más completo de la historia. Dominaba todas las disciplinas y creó montajes de folclore, danza estilizada, escuela bolera y flamenco maravillosos. Era un genio y una de las figuras de la danza en España dotadas con un carisma especial. Antonio era único”, añade.

El Ballet Nacional de España programa regularmente piezas clave de Antonio Ruiz Soler, especialmente ‘Zapateado de Sarasate’, ‘Eritaña’ o ‘El sombrero de tres picos’. Incluso, estrenó en 2016 un ‘Homenaje a Antonio Ruiz Soler’, en el que reunía algunas de sus obras más emblemáticas. Lo que distingue al programa que el BNE presentará el 15 de abril en el Teatro de la Maestranza de Sevilla es que incluirá la obra ‘Sonatas’, con música del Padre Soler, que no se había vuelto a representar completa desde su estreno en el Teatro Lope de Vega de Sevilla en 1982 y la posterior gira por España y Estados Unidos en 1983. “Quería que esta obra de escuela bolera estuviera en el programa del Centenario, porque refleja muy bien la influencia de la técnica de la danza clásica en el estilo de Antonio; tiene una estructura perfecta, como un ballet clásico”, explica Rubén Olmo.

Este programa que el Ballet Nacional de España dedica a uno de los artistas que más han marcado la evolución de la danza española, Antonio el Bailarín, fallecido en 1996, se diferencia también de homenajes anteriores en que ofrece cuatro nuevas piezas inspiradas en su estilo, estética y carácter. Bajo el título Estampas flamencas, Rubén Olmo y Miguel Ángel Corbacho, asistente de dirección y ex bailarín principal del BNE, firman unas coreografías que recorren el flamenco tradicional desde sus orígenes, tanto de vestuario como musicalmente; un repaso del cante, el baile y el toque primigenios que transita por los palos flamencos del zorongo, el martinete, los caracoles y las sevillanas. “Creo que a él le hubiera encantado que haya hecho esta versión de su estilo con tanto cariño y respeto como la que hemos preparado en su centenario”, afirma el director del BNE.

También de nueva creación es el solo ‘Leyend’a, coreografiado por Carlos Vilán para la composición musical ‘Asturias’, de Isaac Albéniz. Rubén Olmo decidió encargar a este bailarín y coreógrafo un nuevo montaje para esta música, habitual en el repertorio de los ballets que dirigió Antonio, por el gran conocimiento que Carlos Vilán posee del estilo del maestro, en cuya compañía fue primer bailarín. Como novedad también, esta coreografía es un solo para bailarina, mientras que en la compañía de Antonio lo interpretaba un bailarín.

Completan este programa el solo que Antonio incluía en todas sus representaciones benéficas y que es, sin duda, una de sus piezas más conocidas, el Zapateado de Sarasate; junto a Fantasía galaica, con música de Ernesto Halffter. “El Zapateado era su sello. No podíamos dejar de incluirla. Y Fantasía galaica, basada en el folclore gallego, es una obra redonda, incluso mi preferida”, asegura Rubén Olmo. “Todavía no se ha vuelto a crear una obra así”.

En el caso de estas dos coreografías, así como en ‘Sonatas’, el montaje será fiel al original, por lo que el equipo del BNE está estudiando el archivo audiovisual existente para acercarse lo más posible a la primera versión de estas obras que dirigió Antonio. Solo adaptará los elementos escenográficos para poder representar juntas estas obras.

El Ballet Nacional de España estará acompañado en el estreno del programa Centenario Antonio Ruiz Soler el 15 de abril de 2021 en el Teatro de la Maestranza por la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, dirigida por Manuel Coves.

‘La Bella Otero’, un ballet dramático ambientado en la Belle Époque

El segundo estreno del Ballet Nacional de España en 2021 cumple el sueño que tenía Rubén Olmo desde antes de convertirse en coreógrafo. Se trata en una obra argumental que narra la vida de la bailarina y cortesana Carolina Otero, más conocida como La Bella Otero. Que una de las mujeres más famosas de su época (finales del siglo XIX) fuera de un pueblo de Pontevedra es lo que atrajo al director del Ballet Nacional de España cuando conoció la historia de este personaje. Desde el principio, supo que se necesitaba una compañía de ballet de gran tamaño para contar esta historia mediante la danza y estar al frente del BNE le ofreció la oportunidad que llevaba años deseando.

Sus cómplices en esta aventura han sido el dramaturgo Gregor Acuña-Pohl, que ha investigado todo lo que se ha escrito sobre La Bella Otero, incluidas sus memorias, y los músicos Manuel Busto, Agustín Diassera, Diego Losada, Paul Vallet, Víctor Márquez, Rubén Díaz y el grupo Rarefolk, que han creado la partitura original para esta obra. “La música relata muy bien la vida de La Bella Otero y su época y es, sobre todo, muy emocional y pasional”, según Rubén Olmo, que ha diseñado un montaje que incluirá diferentes estilos de danza, desde danza estilizada al flamenco, la danza contemporánea y el folclore, para conseguir una fusión que permita contar la historia de La Bella Otero.

Tras ser agredida sexualmente en su adolescencia, Carolina Otero huyó de su aldea natal y consiguió, primero en Portugal y después en Nueva York, ganar fama como cantante y bailarina gracias a los sucesivos benefactores y amantes que la hicieron progresar en su carrera hasta llegar a actuar durante muchos años en el Folies Bergère de París. Se relacionó con reyes y príncipes de toda Europa, a los que seducía y abandonaba, llegando a causar el suicido de muchos de ellos. Aunque su verdadera pasión fue el juego, por el que perdió sus joyas y toda su fortuna en el casino de Montecarlo, y pasó los últimos años de su vida sola y arruinada en un pequeño piso en Niza (Francia).

En palabras de Rubén Olmo: “Va a ser un espectáculo muy emocional, emotivo y también dramático, porque es la historia de una mujer que se inventa sus orígenes para llegar a lo más alto, pero al final termina sola y olvidada”.

Para interpretar al personaje principal, el Ballet Nacional de España ha invitado a Patricia Guerrero, una de las figuras más relevantes del flamenco más vanguardista. Fue bailarina solista del Ballet Flamenco de Andalucía bajo la dirección de Rubén Olmo, aunque ya antes habían trabajado juntos, y actualmente posee su propia compañía. “Es una bailaora que desprende una gran fuerza en escena, un magnetismo muy potente. Por eso escogí a Patricia Guerrero para este personaje; posee lo mismo que hizo grande a La Bella Otero”, explica Rubén Olmo.

La maestra repetidora y ex primera bailarina del BNE Maribel Gallardo encarnará a la protagonista cuando está retirada. “Además de bailarina, es una actriz maravillosa. Ha llevado muchísimos personajes a escena y va a hacer un gran trabajo. Los suyos son unos momentos clave en la obra”, añade.

El vestuario será otro de los elementos destacados de La Bella Otero, cuyas escenas transcurren en ambientes tan diferentes como un pueblo gallego, el Liceo de Barcelona, el casino de Montecarlo o la corte del zar de Rusia, diseñados por el escenógrafo Eduardo Moreno. La diseñadora Yaiza Pinillos ha realizado un gran trabajo de investigación sobre la historia del vestuario en distintas épocas, para recrear desde los trajes que llevaban los campesinos gallegos hasta el gran espectáculo del Folies Bergère.

El Teatro de la Zarzuela de Madrid acogerá el estreno de La Bella Otero el 7 de julio de 2021. La Orquesta de la Comunidad de Madrid, dirigida por Manuel Busto, estará acompañada por Alejandro Cruz, Agustín Diassera, David Chupete, Rarefolk y los músicos flamencos del Ballet Nacional de España.

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