CULTURALES

Cementerios para morirse… de curiosidad

Cementerio de la Ballena, Castro Urdiales en Cantabria
Redacción | Miércoles 28 de octubre de 2020

El Día de Todos los Santos es una solemnidad cristiana que tiene lugar el 1 de noviembre para las iglesias católicas de rito latino

Aunque en los últimos años ha tomado mucha fuerza esa costumbre de celebrar Halloween, el 31 de octubre, que al fin y al cabo proviene de la contracción de All Hallow´s Eve (Víspera de Todos los Santos), en España es el 1 de noviembre, día de Todos los Santos cuando se dedica para visitar a nuestros familiares difuntos en los cementerios…

Pero recientemente se ha puesto de moda el necroturismo o turismo de cementerios…

Recientemente se ha puesto de moda el necroturismo o turismo de cementerios

Y es que hay cementerios y cementerios, por eso hemos recogido aquí algunos de los más especiales, distintos o curiosos que existen en nuestro país…

Aunque dé un poco de yuyu a algunas personas…

Hemos comenzado por el de Monturque, por aquello de que está incluido en la Ruta Europea de Cementerios…

Cementerio de Monturque en Córdoba

Dentro de su casco urbano y con un emplazamiento privilegiado, encontramos el Cementerio de Monturque, incluido en la Ruta Europea de Cementerios desde el 2009 y candidato al mejor cementerio de España en 2017.

Realizando la construcción del recinto hallaron en el subsuelo joyas arqueológicas declaradas Bien de Interés Cultural: las cisternas romanas, que permanecieron ocultas a lo largo de los siglos y podemos contemplar en la actualidad.

La vegetación también tiene protagonismo: naranjos, cipreses, arbustos y árboles contrastan por su verdor con el blanco que cubre todo el recinto.

En el mes de noviembre, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, tiene lugar la celebración de las jornadas Mundamortis, las únicas que se realizan en España dedicadas a la muerte, el turismo y los cementerios, siendo Monturque pionero en el desarrollo del denominado necroturismo o turismo de cementerios.

Cementerio de Montjuïc en Barcelona

La visita a un cementerio es siempre una experiencia estremecedora. Caminar por el cementerio de Montjuïc es, además, un paseo por una ciudad en miniatura, la ciudad de los muertos y el silencio. Encaramado en la montaña delante del mar, esta necrópolis conserva obras de arquitectura funeraria de gran valor y la única colección de carrozas fúnebres de Europa.

El Cementerio de Monturque está incluido en la Ruta Europea de Cementerios desde el 2009

En él, tenemos la posibilidad de realizar visitas guiadas, para las que no es necesario hacer reserva previa, el segundo -en catalán- y el cuarto -en castellano- domingo del mes.

Cementerio de La Almudena en Madrid

El Cementerio La Almudena, situado en el distrito de Ciudad Lineal, es la principal necrópolis de la ciudad, cuyo incalculable valor procede tanto por su historia como por las obras de arte y sepulturas de personajes ilustres que alberga en su interior.

El cementerio recibe su nombre de la Virgen de la Almudena, la patrona de la ciudad. Por extensión es el más grande de Madrid y uno de los mayores de Europa Occidental. Creado en 1884, fue inaugurado oficialmente en 1925.

En él descansan los restos de destacados personajes, como los escritores Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Pío Baroja o Benito Pérez Galdós; políticos como Niceto Alcalá-Zamora, Jose María Gil-Robles, Alejandro Lerroux o Enrique Tierno Galván, y artistas de la talla de Lola Flores, Estrellita Castro, Olga Ramos, Fernando Rey o Lina Morgan.

Cementerio Inglés de Málaga

El Cementerio Inglés es el más antiguo de la península (1831). Un jardín histórico y artístico fundamental para recorrer y conocer los siglos XIX y XX de una Málaga cosmopolita. Además, fue nombrado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía en 2012 y está registrado en la asociación de cementerios significativos de Europa (ASCE) gracias a su gran valor artístico, histórico, literario y botánico.

El 31 de octubre, se pone en marcha el ‘Gran juego de Halloween‘. En él se realizan actividades con las que acercarnos la historia y poder descubrir los misterios que oculta uno de los cementerios más antiguos de la ciudad. Para inscribirse es necesario hacer grupos de 4 a 6 personas y conseguir la entrada a través de la página web.

A lo largo del año, también se organizan actividades educativas de diversas temáticas para grupos escolares con el objetivo de dar a conocer esta olvidada parte de la historia de la ciudad de forma simple y directa a través de actividades didácticas, lúdicas y activas.

Cementerio de Luarca en Asturias

El cementerio parroquial de Luarca es uno de los más antiguos y más bonitos de España gracias a su enclave privilegiado, en plena costa Asturiana. Ubicado sobre el promontorio de la Atalaya donde las espectaculares vistas y el olor a salitre hacen que la idea que se suele tener respecto a la muerte desaparezca.

Su andadura comenzó en 1809 y paseando por su interior podremos ver las diferencias sociales ya impuestas desde entonces. Las sepulturas más sencillas, las cuales poseen pesadas losas con cruces emergentes, contrastan con los panteones donde moran muchos de los indianos instalados en estas tierras asturianas.

Cementerio Municipal de El Masnou en Barcelona

Este cementerio parece un museo. A través de una visita se pueden contemplar obras de arte diseñadas y esculpidas por artistas de renombre internacional como Frederic Marès o Josep Maria Subirachs además de panteones modernistas.

La Almudena es por extensión el más grande de Madrid y uno de los mayores de Europa Occidental

El Cementerio de El Masnou no es muy conocido pero merece la pena visitarlo, ya que posee gran riqueza artística. La cruz de término data del año 1.500, está hecha con piedra de Montjuic y presenta unos interesantes relieves. Se puede visitar los martes y jueves desde las 15:00 horas hasta las 18:00 horas.

Cementerio de la Ballena, Castro Urdiales en Cantabria

Declarado como Bien de Interés Cultural, este cementerio es uno de los ejemplos más notables de la arquitectura funeraria en España. Cuenta con monumentos funerarios de excepcional calidad diseñados en estilo neoclásico, neomedievalismo, modernismo, gótico e incluso art decó.

Se halla en una loma sobre el mar, por lo que posee unas vistas preciosas. Fue diseñado por el arquitecto Alfredo de la Escalera en 1885. Rememora el lenguaje clásico que se ve reflejado en la construcción de capillas funerarias, panteones y nichos. Entre sus paredes descansan los restos de personajes ilustres como el compositor Arturo Dúo Vital o el arquitecto Leonardo Rucabado.

Cementerio Parroquial de Olvera en Cádiz

Este cementerio se encuentra ubicado en plena sierra gaditana, rodeando el barrio de La Villa. Destaca por su gran importancia paisajística y monumental. Inscrito en la Base de Datos del Patrimonio Inmueble de Andalucía, posee más de dos siglos de historia.

Este camposanto destaca por su posición colgada en el vacío, apoyado en una gran roca sobre la que se eleva el Castillo de la zona, del siglo XII. Desde él pueden contemplarse unas vistas panorámicas increíbles de toda la comarca. En 2019 fue galardonado con el primer premio en el Concurso de Cementerios de España.

Cementerio de Lloret de Mar en Gerona

Este cementerio data de 1892 y fue obra de Joaquim Artau i Fàbregas. La organización y distribución del mismo está muy bien pautada y tiene el aspecto de las grandes ciudades decimonónicas, ya que posee avenidas, paseos y pequeñas plazoletas. Todo el cementerio está organizado siguiendo unas pautas de jerarquización social.

En la avenida principal se encuentran los sepulcros de las clases más pudientes y privilegiadas. En los extremos de dicha avenida, se encuentran los restos de segunda y tercera categoría social y, alejados de esta zona, el espacio destinado a los entierros civiles y no bautizados. El cementerio posee gran riqueza monumental y cada una de las construcciones más históricas cuenta con paneles explicativos para los visitantes.

Cementerio de Villaluenga del Rosario en Cádiz

El cementerio de Villaluenga se encuentra dentro de las ruinas de lo que fue la Iglesia de El Salvador, rehabilitada en 1722, que fue quemada y arrasada por tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia. Desde entonces se usa como camposanto, dándole un aspecto espectacular.

Este singular espacio arquitectónico está despertando desde hace varios años el interés de los turistas. No en vano, este cementerio es considerado como uno de los más bonitos de España.

El Cementerio Protestante de Santander

Muchos ingenieros, técnicos o comerciantes ingleses que residían y trabajaban en la ciudad no podían recibir sepultura en el cementerio católico ya que por la religión que profesaban eran considerados herejes y ateos. Por eso, tuvo que ponerse en pie un camposanto en el que dar descanso a todas estas personas que morían en la ciudad. El primer entierro data de 1864, siendo el último en 1990. Un total de 128 personas descansan en él siendo una de las escasas muestras de arte protestante en nuestro país. La mayoría de las personas enterradas en él pertenecen a gremios de la industria de la cerveza, del azúcar… un sector muy importante en la época que atrajo a la ciudad a cientos de personas, sobre todo inglesas, a la capital cántabra.

Cementerio de San Froilán en Lugo

Aunque este cementerio municipal sea relativamente joven, ya que data del año 1940 siendo inaugurado en el año 1948, ha incorporado la riqueza patrimonial del antiguo cementerio municipal de la ciudad que fue clausurado y derribado.

En la población más alta del valle de Aezkoa y de Navarra, Abaurregaina / Abaurrea Alta o el balcón de los Pirineos, se ha musealizado el antiguo cementerio del pueblo

Se trasladaron las construcciones más relevantes al nuevo cementerio y, por ello, en él se combinan sabiamente elementos arquitectónicos de la segunda mitad del S.XIX como los panteones neogóticos, barrocos o indianos con tendencias más actuales.

Cementerio de Noia en La Coruña

En la villa coruñesa de Noia y perteneciente a la iglesia de Santa María de Noia, monumento histórico artístico, se encuentra este curioso cementerio. Muy integrado en la ciudad, dicen que fue hecho con tierra traída de Palestina. En medio hay una curiosa estatua de un caballero luchando contra un dragón en recuerdo del que dicen que mató a una bestia que impedía a la gente visitar a sus difuntos.

Es un primitivo cementerio medieval donde hay multitud de lápidas gremiales. En ellas no figuran los nombres de los finados, sino los instrumentos de oficio de los que allí descansan: tijeras para el sastre, hacha para el leñador o sandalia para el zapatero. Ahora se ha convertido en un museo con más de 200 lápidas situadas en el interior de la iglesia.

Y terminamos por dos que en principio eran camposantos, pero se han quedado fuera de ese uso, pero son un reclamo necroturístico de primer orden…

El de Finisterre en La Coruña, recogiendo las palabras de su creador…

Cementerio de Finisterre en La Coruña

“Cuando proyecté y construí el Cementerio de Finisterre, lo primero que quería era ofrecer a unos muertos el descanso que se merecen en un lugar sublime en el que la arquitectura fuera capaz de fundirse positivamente con la naturaleza, igual que lo han hecho en ese mismo lugar, desde siempre, la tierra, el mar y el cielo. Con esta obra también quería –igual que ocurre con una palmera solitaria que es capaz de dar respuesta a la grandiosidad del desierto, o la vela de un barco, por pequeña que sea, a la inmensidad del océano, o una ráfaga de perfume a la noche toda y convertirla en embrujo– dar respuesta a inquietudes culturales, antropológicas, espirituales y a toda la humanidad que, de manera insensata, camina hacia una sociedad globalizada, de pensamiento único que, so pretexto de superar el aislamiento y el atraso, arrasa la diversidad, la complejidad y la identidad que cada grupo o cada individuo poseemos, convirtiéndonos a todos los humanos, no en ciudadanos del mundo, sino en aldeanos globales, consumistas desaforados de un único mercado transnacional y condicionando, destruyendo los sentimientos, la filosofía, la ciencia y el arte, todo aquello que nos muestra lo rico, lo profundo y lo maravilloso que puede llegar a ser el hombre y la vida en general. Quería por último demostrar que cabe la esperanza, que al sistema siempre es posible darle respuesta, con cualquier obra y en cualquier lugar, aunque se trate, como en este caso, de un lugar tan distante como Fisterra y de una obra tan insignificante como es este cementerio.” César Portela.

Y el Museo de Estelas…

Cementerio Museo de Estelas en Navarra

En la población más alta del valle de Aezkoa y de Navarra, Abaurregaina/Abaurrea Alta o el balcón de los Pirineos, se ha musealizado el antiguo cementerio del pueblo, un importante yacimiento arqueológico del cual se recuperaron más de una treintena de estelas medievales. Un espacio único en el que se pretende evocar el ciclo de la vida y la muerte.

Adosado a la iglesia, el centenario cementerio de la localidad ha recuperado numerosas estelas medievales ocultas durante decenios. Nada más entrar, el visitante encuentra una puerta tapiada en la que es perceptible la tierra que se ha ido acumulando. Antiguamente, cuando el cementerio estaba completo, se tapaban las estelas y se continuaba con los enterramientos encima.

Hoy pueden ser admiradas una veintena de estelas discoideas en su posición y orientación originales. Rodeadas de flores y plantas, relatan su particular historia mediante una gran riqueza decorativa. Algunas muestran trabajos muy elaborados y variados en ambas caras de los discos. Otras, las más recientes, incluyen texto con el nombre de la familia.

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