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Fandangos y tonadillas

Redacción | Jueves 14 de enero de 2021

Teatro de la Comedia

Sala Principal. Del 14 al 17 de enero de 2021

Fandangos y tonadillas quiere ser una pequeña fiesta, donde la danza y el teatro se encuentran con la música para preparar el gran camino que recorrerán juntos en las épocas venideras.

El siglo XVIII es un siglo fascinante en la evolución de la música europea y España no será una excepción.

Las ideas de la Ilustración penetrarán gradualmente en una sociedad que va a ser testigo de la creación de nuevos modelos de poder económico, urbanísticos o sociopolíticos.

Ramón de la Cruz describirá de manera admirable el Madrid que nace en esa época. Domenico Scarlatti, el Padre Soler, Luigi Boccherini o Blas de Laserna son algunos de los grandes nombres con los que Madrid creará su paisaje sonoro en ese siglo.

LO QUE QUEDA DE LA FIESTA

“Del Año Nuevo a la Cuaresma, durante el periodo más festivo del año, ofrecían las compañías en Madrid un buen número de entretenimientos populares. Triunfaban las funciones de mucha tramoya o donde hubiera bailes de máscaras, y las tonadillas, fandangos y sainetes eran siempre lo que mayor interés despertaba. Fandangos y tonadillas no es una representación teatral típica de la España del siglo XVIII, larga e intensa, repleta de música y canciones. Pero sí celebra, en cambio, el valor de sus intermedios, en los que se igualaba la vida de la calle con el escenario. Cualquier cosa podía contribuir, gracias al teatro, a la cambiante realidad del espacio urbano. Los paseantes de los que habla Blas de Laserna en Las murmuraciones del Prado, compuesta para la cantante María Mayor Ordóñez, “La Mayorita”, acudían para verse a sí mismos y oírse hablar. Y de imitados pasaban a ser imitadores, envueltos en un significativo artificio. El final de la jornada lo marcaba la ritirata, el simbólico toque de queda al que Luigi Boccherini recurre en su célebre Música nocturna de las calles de Madrid.

Nuestra propuesta incorpora al repertorio de la CNTC el legado dramatúrgico, dancístico y musical del siglo XVIII. Lo hace revisando un enorme archivo de materiales escénicos, bajo la dirección musical de Alicia Lázaro y en colaboración con la CND y los coreógrafos Mar Aguiló y Pau Arán. El espectáculo reúne a un maravilloso elenco de actores, bailarines, cantantes y músicos entregados a una noche de final imprevisible. En su centro está la fiesta: el espacio sobre el que se repliega la ciudad, lugar de encuentro y de partida de un grupo de personajes empeñados en pasárselo bien, cada cual a su manera. Les falta, para poder hacerlo, un tenor. Eso mismo sucede en ‘El italiano fingido’ de Ramón de la Cruz, versionado aquí para servir de hilo conductor. Tomás, aficionado a la ópera, se hace pasar por un profesor de canto en una velada musical. El público, ruidoso y descontentadizo, siempre próximo a desbocarse, como temían los ilustrados, se hace cómplice de este engaño: reclama del teatro el placer de divertirse con los demás, aunque sea de manera poco ordenada.” (LAURA ORTEGA)

Dirección musical: Alicia Lázaro

Coreografía: Mar Aguiló y Pau Aran

Dirección: Laura Ortega

Reparto:

Cantante lírica: María Hinojosa

Cantante lírica (soprano): Cecilia Lavilla

Actor: Rafa Castejón

Cantante lírico (tenor): Ángel Ruiz

Guitarra: Alicia Lázaro

Bailarines CND: Sara Fernández, Yoko Taira, Iker Rodríguez, Mar Aguiló, Isaac Montllor

Violín 1: Beatriz Amezúa. Violín 2: Marta Mayoral

Clave: José Ignacio Gavilanes. Clave (fandando Padre Soler): Silvia Márquez

Violoncello: Laura Salinas

Producción: CNTC
Con la colaboración de la Compañía Nacional de Danza (CND)

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