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Brasas a ritmo de DJ en la terraza de Ramses

Redacción | Lunes 10 de mayo de 2021

¿Quién quiere viajar teniendo lo que tenemos en Madrid? Las últimas tendencias gastro, gente alegre y optimista y terrazas que constituyen casi un destino turístico en sí mismas como es el caso de la de Ramses. Ubicada en plena plaza de la Independencia, encabeza el ranking de las más deseadas de Madrid por su vocación de acoger, divertir, sorprender y emocionar al visitante, su particular microclima en el que siempre es verano, su moderna propuesta culinaria y su amiente animado y cosmopolita. Un ambiente que los viernes y sábados de 18:00 a 23:00 horas arde aún más si cabe a ritmo de DJ.

EL PODER DE LAS BRASAS

La terraza de Ramses, referente del fine dining madrileño se oculta de la realidad a través de abundante vegetación y grandes toldos que la llenan de una luz y una magia especial. Climatizada para todo el año, sus mesas están muy cotizadas durante a cualquier hora del día, ya que ofrece horario ininterrumpido. Su propuesta culinaria es una extensión del restaurante interior, Kitchen, inaugurado el pasado mes de septiembre, y está enfocada en una tendencia culinaria al alza: la cocina de las brasas.

De su parrilla, en la que se utilizan carbón de encina neutro y las mismas técnicas de cocción que en los asadores del norte de España, salen verduras de temporada —puerros, espárragos verdes con lascas de Idiazábal, alcachofas confitadas y a la brasa, piquillos de Navarra confitados, etc.—; soberbios pescados —rodaballo, pargo, lubina y pulpo gallego con mojo de chorizo y yuca— y carnes de primera que salen al punto: chuletón con maduración de 50 días, lomo bajo de Rubia gallega, hamburguesa de chuleta, costilla de Angus, lagarto de cerdo ibérico, pollo picantón y mollejas de ternera. Para completar la carta, hay caviar Petrossian con mantequilla ahumada; ostras al natural, bloody Mary y con aire de lima; anchoas Don Bocarte calibre 00 con vinagreta; jamón ibérico y croquetas de jamón Joselito y unas estupendas almejas de Carril a la brasa, productos excepcionales que confirman la vocación gastronómica del establecimiento, así como platos con guiños internacionales como ceviche de corvina al ají amarillo; steak tartar –eso sí, de Rubia gallega–; lomo de atún rojo en ligero escabeche con causa limeña o tacos crujientes de maíz con pollo y bogavante asados. Y para terminar, postres caseros como helados artesanos, tarta caliente de vainilla y brandy, chocolate al cubo y tarta de queso con mermelada de açaí.

Destaca también su oferta de bebidas que incluye coctelería clásica y una excelsa bodega con más de 300 referencias en las que se encuentran vinos internacionales de hasta diez países productores distintos y auténticas joyas de coleccionista como la única botella del mundo del champagne de David Lynch firmada por cineasta.

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