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El Monasterio de San Salvador de Oña acogerá la XXXIV edición de El Cronicón de Oña

Redacción | Jueves 21 de julio de 2022

Del 11 al 15 de agosto, el Monasterio de San Salvador de Oña acogerá la XXXIV edición de esta representación declarada Fiesta de Interés Turístico Regional que realizan los propios vecinos del pueblo. Un espectáculo que vuelve en todo su esplendor y que hay que ver al menos una vez en la vida.

Oña es la conjunción perfecta de patrimonio y naturaleza. Protegida por los montes Obarenes, la historia se respira en sus calles y plazas, ofreciendo un refugio perfecto para escapar de los rigores del estío en la provincia de Burgos

Hay edificios que retienen el pasado entre sus paredes. Es el caso del Monasterio de San Salvador de Oña. Desde su fundación en 1011 por Sancho García y Urraca Gómez, sus piedras han sido testigo de distintos episodios de la historia de Castilla y, desde hace 34 años, cada verano, los vecinos de Oña recrean sus orígenes en el Cronicón de Oña, una representación teatral con la que se vuelcan en cuerpo y alma.

Con su trabajo e implicación, durante cinco días, los onienses devuelven a la villa a la Edad Media. Lo hacen sobre el escenario o entre bambalinas, ayudando con los preparativos o dando vida, entre otros, a Sancho García, Urraca Gómez, Sancho III El Mayor, doña Munia, don Diego y don Rodrigo, además de a otros muchos personajes anónimos: nobles y damas, soldados castellanos y árabes, monjes y monjas, obispos...

De esta manera, año tras año, el Monasterio de San Salvador se convierte en escenario del Cronicón gracias a la luz, al sonido y a un vestuario que elaboran al detalle las mujeres del pueblo. Acompaña a la escenografía un texto fiel a la historia y que se interpreta a pocos pasos de los sepulcros de los verdaderos protagonistas.

Un flashback a los orígenes de la historia

El Cronicón de Oña remonta a los espectadores a una época de luchas entre musulmanes y cristianos, de conspiraciones e intrigas condales y reales y de rivalidades fratricidas. Es en este contexto en el que emerge el Conde Sancho García, un personaje hábil que se sirve de distintas estrategias (diplomacia, armas, enlaces y alianzas) para lograr sus objetivos e ir ampliando sus dominios.

En 1011, don Sancho y doña Urraca fundaron el Monasterio de Oña y colocaron a su hija Tigridia como abadesa. Tras la muerte de Sancho García, en 1017 y el asesinato del heredero García, en 1028, el condado pasó a Sancho III, esposo de Muniadonna y rey de Pamplona, que reformó el cenobio y puso al ermitaño Íñigo como abad. El poder del monasterio se fue ampliando, hasta alcanzar límites insospechados, pero la paz aún quedaba lejos, ya que, cuando fallece Sancho III, el reino se divide y vuelven las luchas y los enfrentamientos entre hermanos.

En 2021, la pandemia provocó un cambio de escenario y el Cronicón se trasladó desde la iglesia abacial al Patio de san Íñigo. La escenografía se adaptó a este nuevo espacio al aire libre al que se accede por una bellísima portada del siglo XVIII. En esta ocasión, el patio de San Íñigo vuelve a acoger una de las recreaciones históricas más destacadas de Castilla y León que cuenta con la autoría inicial de Juan Ruiz Carcedo y la dirección de Efrosina Tricio y que ha recibido en sus 34 años numerosos reconocimientos, entre otros la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional.

Oña, una villa medieval en un entorno privilegiado

Oña es la conjunción perfecta de patrimonio y naturaleza. Ubicada a orillas del río Oña y protegida por los montes Obarenes, la villa creció al amparo del monasterio, entre la vega del Oca y su desfiladero, aprovechando el espacio que la muralla y la geografía le dejaban.

San Salvador es un puzle de estilos artísticos cuyas piezas encajan a la perfección. Destacan su pórtico, la capilla de santa María de Egipto y su fresco lleno de detalles y color, la capilla de santa Catalina y su órgano, la capilla Mayor, los sepulcros reales y condales, el retablo mayor, la sala capitular románica, el claustro gótico, la sacristía... Es, además, un espacio muy vivo que acoge, además del Cronicón, conciertos y visitas que permiten escuchar las melodías de su órgano. En 2012, fue sede de Las Edades del Hombre.

En sus calles y plazas de origen medieval, destacan varias casas blasonadas, la iglesia de san Juan Bautista construida entre los siglos XII y XVI y la torre de san Juan, hoy sede del museo de la Resina y un mirador excepcional sobre la población y su entorno.

La antigua vaquería del monasterio alberga la Casa del Parque de Montes Obarenes - San Zadornil. Su exposición permanente muestra los valores de este parque natural que incluye las estribaciones más meridionales de la cordillera Cantábrica, las gargantas de los ríos Ebro, el Oca y el Purón y una enorme diversidad de fauna y vegetación atlántica y mediterránea.

Desde Oña parten varios senderos que se adentran en el desfiladero del río Oca, discurren por la Mesa de Oña, suben a miradores naturales, conectan con despoblados como Tamayo y con localidades cercanas como las históricas Poza de la Sal y Frías. Estas dos poblaciones junto con Oña forman la mancomunidad Raíces de Castilla.

Frías se enorgullece de ser la ciudad más pequeña de España. Su castillo, sus casas colgadas, el puente medieval, las puertas, los restos de las murallas y sus iglesias, ermitas y conventos reflejan la importancia histórica del lugar.

Mientras, Poza de la Sal, localidad natal de Félix Rodríguez de la Fuente, muestra al visitante unas salinas que funcionaron durante dos milenios, su castillo y su conjunto amurallado de calles estrechas y plazas con soportales, palacios y templos.

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