ENOLÓGICAS

Actividades para un otoño de enoturismo en el Alentejo

Redacción | Miércoles 20 de septiembre de 2023

Viñedos coloreados de naranjas y dorados y temperaturas más frescas: el otoño es la estación idónea para hacer enoturismo. En el Alentejo, región lusa mundialmente reconocida por la calidad de sus vinos, es el momento de detenerse a contemplar los paisajes bañados por la especial luz alentejana y saborear su excepcional variedad de caldos. En esta tierra tan caracterizada por la filosofía slow travel, el vino también se disfruta con calma, desconectando del mundo a través de una variedad de planes enológicos.

Experimentar el proceso de elaboración del vino de principio a fin

Seguir el rastro de las uvas desde la viña hasta la botella es posible en muchas de las bodegas de la región, que fusionan una bien conservada tradición con las últimas innovaciones tecnológicas. Durante un día —o varios— bodegas como Fita Preta guían al viajero para que se convierta en un viticultor más de la familia y pueda vivir en primera persona el cuidado arte de la producción vinícola. Pasear entre los viñedos centenarios, recolectar los últimos racimos de la temporada de vendimia y, en algunos casos, participar en la pisada de la uva son parte de la experiencia. La inmersión en la cultura del vino alentejano termina con visitas guiadas por las bodegas y la degustación del producto final.

Explorar las rutas del vino alentejano

Además del vino regional alentejano, protegido por una Denominación de Origen, el territorio se divide en otras ocho zonas de Denominación de Origen Controlada. Para conocer la particularidad de cada una de ellas, lo mejor es seguir alguna de las tres rutas del vino que atraviesan la región, como la de San Mamede, en la franja norte; la ruta histórica, localizada en el centro del Alentejo; y la ruta del Guadiana, siguiendo el trazado del río. La cara más rural de la región y la tranquilidad de sus encantadores pueblos cautivarán a los viajeros que deseen descubrir los secretos del Alentejo a su propio ritmo.

Convertirse en catador, enólogo y sumiller en tiempo récord

Los variopintos paisajes del Alentejo no solo son un espectáculo para la vista, sino que también garantizan una variedad de uvas de gran calidad gracias a los diferentes tipos de terrenos. Esto, a su vez, genera una diversidad de caldos de características muy particulares que merece la pena degustar. Las bodegas organizan catas guiadas para aprender a discernir entre las diferentes notas y profundizar en el sublime arte de maridar cada vino con quesos y embutidos de la gastronomía local. Para ir más allá, bodegas como Herdade da Malhadinha oferta una serie de cursos para aprender las claves de los auténticos enólogos, mientras que Herdade do Rocim ofrece talleres para combinar las variedades de uvas al propio gusto y crear un vino a medida.

Viajar al pasado a través del milenario Vino de Talla

El legado de la época romana alentejana se encuentra en los restos arqueológicos y la arquitectura de la región, pero también en sus vinos. El singular Vino de Talla del Alentejo preserva las técnicas de elaboración que inventaron los romanos hace más de dos mil años, fermentando la uva en ánforas de arcilla y filtrando el líquido posteriormente. En la bodega Gerações da Talha, un proyecto familiar que nació en el siglo XVIII, se promueven talleres y catas para mostrar el proceso de elaboración artesanal de estos caldos y transportar a los viajeros al pasado mediante sus sabores.

Alojarse en una bodega para vivir la enología de la mañana a la noche

El vino puede convertirse en el centro de toda la experiencia si el viajero elige alojarse en alguno de los hoteles dedicados al enoturismo. En Mortemor-o-novo se sitúa L’AND Vineyards, que organiza toda su actividad en torno a este néctar, con tratamientos de spa que aprovechan todas las propiedades de la vinoterapia y picnics para disfrutar de la enogastronomía al aire libre. Adicionalmente, estas bodegas organizan para sus huéspedes todo lo necesario para complementar la experiencia enológica y conocer el Alentejo desde cada ángulo: rutas senderistas por los caminos señalizados más cercanos, paseos a caballo, observación de estrellas…

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