TURISMO INTERNACIONAL

Malta, un viaje por su legado militar y su historia milenaria

Redacción | Lunes 02 de junio de 2025

Las islas maltesas han sido desde la Edad de Bronce un enclave estratégico cuyo legado militar, visible en sus fortalezas y yacimientos arqueológicos, las convierte en un destino de referencia para el turismo histórico y bélico.

Ubicadas estratégicamente en el corazón del Mediterráneo, las islas maltesas han sido, a lo largo de la historia, un punto clave para el comercio, la expansión militar y colonial de distintas civilizaciones. Con una reducida extensión de apenas 316 km², situadas entre Sicilia —a 93 km al norte— y la costa libia —a 288 km al sur—, Malta se convirtió desde la Edad de Bronce en un auténtico bastión defensivo. Estructuras megalíticas como las de Borg in-Nadur atestiguan la importancia defensiva y cultural de estas islas, que con el tiempo se convirtieron en un enclave codiciado por su posición entre Europa y África.

Asimismo, durante la Edad Media, Malta fue escenario de intensos cambios y conflictos. Tras la revuelta de las Vísperas Sicilianas en 1282, el control pasó del reino angevino al aragonés, dando paso a una etapa de fuerte influencia siciliana y a la consolidación de ciudades como Mdina, que llegó a ser llamada “Città Notabile”. Sin embargo, la isla también sufrió ataques constantes de piratas y potencias enemigas, lo que llevó a la construcción de defensas y fortificaciones clave.

En 1530, la llegada de los Caballeros de la Orden de San Juan transformó Malta para siempre. Tras ser expulsados de Rodas, estos guerreros cristianos establecieron en las islas un poderoso bastión militar que frenó la expansión otomana y consolidó a Malta como una fortaleza imprescindible en la geopolítica mediterránea. Esta rica historia de resistencia y estrategia militar convierte a Malta en un destino incomparable para los apasionados del turismo histórico y bélico.

Algunas de las fortalezas y construcciones más emblemáticas que reflejan este legado y que aún hoy pueden ser exploradas en el archipiélago.

Borg in-Nadur, el origen milenario de la defensa maltesa

Este asentamiento megalítico, de la Edad de Bronce, destaca por sus impresionantes murallas ciclópeas construidas con grandes bloques de piedra sin mortero, que reflejan técnicas constructivas aanzadas para su época. Considerado uno de los ejemplos más antiguos de fortificación en Malta, Borg in-Nadur ofrece una ventana única al pasado remoto del archipiélago, permitiendo comprender cómo las primeras comunidades defendían su territorio en un entorno estratégico del Mediterráneo.

Fort Saint Angelo: la joya defensiva que protegió Malta durante siglos

Situado en el Gran Puerto de La Valletta, Fort Saint Angelo ha sido un bastión esencial en la defensa de Malta desde la Edad Media hasta la Segunda Guerra Mundial. Su estratégica ubicación le permitió resistir numerosos asedios, incluyendo el famoso Gran Sitio de 1565, cuando los Caballeros de la Orden de San Juan defendieron la isla del Imperio Otomano. A lo largo de los siglos, el fuerte se adaptó a nuevas técnicas militares, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y poder. Hoy, Fort Saint Angelo alberga un museo que ofrece a los visitantes una inmersión única en la historia militar maltesa.

Museo Marítimo de Malta, historia naval y poder estratégico

Ubicado en la histórica ciudad de Birgu, el Museo Marítimo de Malta alberga una extensa y valiosa colección de artefactos navales, modelos de barcos, armas y documentos históricos. Estas piezas ilustran el papel crucial que desempeñó Malta como potencia marítima y base estratégica para la Orden de San Juan, así como para otras fuerzas navales a lo largo de los siglos. El museo permite a los visitantes comprender la importancia del mar en la defensa y el comercio del archipiélago, mostrando cómo su ubicación en el corazón del Mediterráneo fue vital para su historia militar y comercial.

Museo Nacional de Arqueología, viaje al pasado milenario de Malta

Ubicado en La Valletta, el Museo Nacional de Arqueología reúne una valiosa colección de objetos que abarcan desde la prehistoria hasta la época romana. Entre sus piezas destacan hallazgos provenientes de sitios megalíticos, así como restos relacionados con la actividad militar, que ofrecen un contexto completo sobre la evolución histórica y cultural de Malta. Este museo es esencial para comprender cómo se formó el rico patrimonio de la isla y su importancia estratégica a lo largo de los siglos.

Tas-Silġ: vestigios de civilizaciones que forjaron la defensa de Malta

Situado en la isla de Gozo, Tas-Silġ es un complejo arqueológico excepcional que reúne restos de diversas culturas, desde la prehistoria hasta la época romana y bizantina. Este sitio destaca por su función tanto religiosa como estratégica, reflejando la influencia de múltiples civilizaciones que contribuyeron a la configuración defensiva y militar del archipiélago. Las estructuras y artefactos encontrados aquí evidencian la evolución de las técnicas constructivas y la importancia de Gozo como punto clave en la red de defensa mediterránea de Malta.

Rabat: testigo de la historia romana y cristiana en Malta

Rabat es un núcleo histórico imprescindible para comprender la evolución cultural y religiosa de Malta. La Domus Romana exhibe impresionantes mosaicos y restos de una villa romana, mientras que las Catacumbas de San Pablo ofrecen un vistazo a las primeras comunidades cristianas y sus prácticas funerarias. Además, la Gruta de San Pablo, lugar de tradición religiosa, marca la influencia del cristianismo en la isla. Estos sitios reflejan cómo la transformación cultural también tuvo un impacto significativo en las defensas y la organización territorial de la región.

Mdina: la fortaleza medieval que protegió la antigua capital

Conocida como la “Ciudad del Silencio”, Mdina conserva aún sus imponentes murallas medievales y bastiones que protegieron la ciudad durante siglos. Estas fortificaciones son testimonio de la importancia militar y administrativa que tuvo Mdina en la Edad Media, actuando como un baluarte clave en la defensa del archipiélago. Sus muros robustos y torres defensivas no solo salvaguardaron a sus habitantes, sino que también reflejan el poder y la estructura social de la época.

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