TURISMO INTERNACIONAL

Ruta por el Cabo del Norte, tesoros ocultos de Sudáfrica

Redacción | Lunes 28 de julio de 2025

De mayo a octubre, la provincia del Cabo del Norte en Sudáfrica, se muestra en todo su esplendor. Paisajes desérticos, pueblos pintorescos, safaris exclusivos y noches estrelladas marcan el ritmo en esta región aún poco conocida. Y como es temporada baja, los precios son más bajos, los sitios están menos concurridos y la experiencia se vuelve mucho más auténtica. A esto se suma el agradable clima invernal del hemisferio sur, lo que convierte al Cabo del Norte en el destino perfecto para un road trip este verano.

PRIMERA PARADA – KIMBERLEY, LA HISTÓRICA CAPITAL DEL DIAMANTE

El recorrido comienza en Kimberley, la antigua capital mundial de los diamantes. Allí domina el paisaje el famoso Big Hole: una impresionante mina a cielo abierto que albergó uno de los yacimientos de diamantes más ricos jamás descubiertos. Hoy, el lugar es un museo al aire libre dedicado a la historia del diamante en Sudáfrica, con una colección de diamantes auténticos, la reconstrucción de una mina subterránea y una exposición interactiva sobre geología y técnicas mineras. La visita culmina con una vista espectacular desde una plataforma suspendida sobre este legendario cráter.

Durante el invierno austral, las noches son frescas y los días agradablemente templados. Es el momento ideal para explorar el centro histórico y admirar la singular arquitectura victoriana de la región.

SEGUNDA PARADA – KURUMAN, EL OASIS DEL KALAHARI

Rumbo al noroeste, se llega a Kuruman, un tranquilo oasis apodado “la ciudad de los ojos claros” gracias a su manantial de agua dulce natural, conocido como The Eye, el mayor del sur de África. Abierto al público por solo unos pocos rands, este paraje verde es perfecto para una pausa refrescante.

Kuruman está llena de sorpresas: su reserva natural de 2.000 hectáreas alberga jirafas, cebras, kudus, órix, caracales y más de 115 especies de aves. Muy cerca se encuentra la famosa Wonderwerk Cave, un yacimiento arqueológico protegido que se extiende 140 metros bajo tierra. Allí se hallaron pruebas de presencia humana de hace un millón de años, incluyendo uno de los primeros usos conocidos del fuego por nuestros ancestros.

TERCERA PARADA –KGALAGADI Y SUTHERLAND, ENTRE DUNAS Y ESTRELLAS

La aventura continúa hasta el Parque Transfronterizo Kgalagadi, en el extremo noroeste del Cabo del Norte. Este parque único, famoso por sus dunas rojas y fauna adaptada a la aridez, permite avistar leones del Kalahari, springboks, oryx y suricatas. Con menos afluencia de turistas, el invierno austral es perfecto para un safari íntimo, con alojamientos de calidad a precios accesibles.

Más al sur, el remoto pueblo de Sutherland es considerado uno de los mejores lugares del mundo para observar las estrellas. En lo alto de una montaña a 1.800 metros de altitud se encuentra el mayor telescopio óptico del hemisferio sur. Las noches pueden ser frías, pero el espectáculo celestial compensa con creces. Una visita guiada al observatorio, seguida de una estancia en una casa de huéspedes local, promete una experiencia cósmica inolvidable.

CUARTA PARADA – NAMAQUALAND, UN DESIERTO EN FLOR

De regreso hacia la costa por el oeste, el viaje culmina de manera espectacular en Namaqualand. A partir de finales de julio, esta árida región se convierte en escenario de uno de los fenómenos naturales más sorprendentes del continente: miles de flores silvestres florecen, transformando llanuras y colinas en un tapiz multicolor. Namaqua National Park atrae entonces a botánicos, fotógrafos y curiosos deseosos de presenciar esta maravilla efímera.

Tómate el tiempo de pasear por los pueblos cercanos como Spingbok o Kamieskroon, probar las delicias locales y tener una conversación cercana con sus habitantes. No pierdas la oportunidad de degustar un potjiekos acompañado de una copa de vino regional: una tradición sencilla pero profundamente arraigada en el Cabo del Norte.

Hacer un road trip por el Cabo del Norte durante el invierno austral es optar por una experiencia sudafricana profundamente auténtica. En esta inmensa provincia, los encuentros locales, la naturaleza intacta y las condiciones climáticas ideales se combinan para ofrecer a los viajeros un cambio de aires revitalizante. Una prueba de que la temporada baja también puede estar llena de momentos inolvidables, sorpresas y emociones.

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