TURISMO INTERNACIONAL

Turismo familiar por Islandia; seis experiencias únicas

Redacción | Miércoles 27 de agosto de 2025

Los viajes multigeneracionales están en auge, y cada vez más familias buscan unas vacaciones fuera de los circuitos tradicionales. PLAY, la aerolínea islandesa low cost, refuerza su apuesta por el turismo familiar, posicionando Islandia como un destino ideal para todas las edades. Con vuelos directos desde ocho destinos españoles a Reikiavik y tarifas competitivas, la compañía invita a descubrir la isla a través de experiencias que saben combinar naturaleza, cultura y diversión como pocos.

Avistar ballenas en Húsavík

Observar animales en libertad es uno de los mayores atractivos de Islandia. Uno de los mejores sitios para hacerlo es Húsavi, un pequeño pueblo pesquero ubicado en el norte, conocido como la “capital de las ballenas”. La navegación habitualmente dura unas tres horas y suele incluir guías especializados, mantas térmicas e incluso chocolate caliente para hacer más llevadera la espera. Con un poco de suerte, también es posible avistar otras especies, como delfines y frailecillos.

Despertar la curiosidad bajo la cúpula del Museo Perlan

En Reikiavik, las familias que busquen vivir experiencias educativas de manera lúdica pueden dirigirse al Museo Perlan, que ofrece una multiplicidad de exposiciones inmersivas, entre ellas, una cueva de hielo glacial de 100 metros de largo, un planetario para ver auroras boreales y exposiciones, como la de la “Fuerza de la naturaleza”, con la que sentirán la potencia de un terremoto o la erupción de un volcán en un entorno completamente seguro.

Navegar entre icebergs

No hace falta irse hasta la Antártida para vivir una aventura épica: Islandia es uno de los pocos lugares del mundo donde se puede navegar entre icebergs, una propuesta que sorprende tanto a adultos como a niños. El mejor lugar para hacerlo es, indudablemente, la laguna glaciar de Jökulsárlón, donde los enormes bloques de hielo azul y blanco se alzan majestuosamente sobre el agua, creando un espectáculo digno de ver. Con la ayuda de expertos, el paseo por las aguas de la laguna sirve para aprender más sobre la formación de glaciares, el deshielo y la fauna que puede encontrarse en sus alrededores, como focas y leones marinos.

Sacar el niño que llevamos dentro

Entre montañas, glaciares y cascadas, Islandia guarda un secreto a voces entre las familias viajeras: sus camas elásticas gigantes al aire libre. Instaladas en la mayoría de pueblos, estas plataformas circulares están pensadas para el disfrute gratuito de adultos y niños por igual. Algunas de las más pintorescas se encuentran en Seyðisfjörður —con vistas a los fiordos del este— y en Akureyri, en el norte. El único requisito para usarlas es descalzarse. El resto corre a cuenta de la imaginación…

Descubrir el poder de los volcanes en directo

Seguramente en el colegio habrán oído hablar de las erupciones volcánicas. Pero verlas en primera persona se convertirá en un recuerdo memorable. En “Lava Show”, el primer y único espectáculo en vivo de lava en el mundo, recrean una erupción volcánica sobrecalentando lava real a 1100ºC y vertiéndola en una sala de exposición diseñada a medida. De esta manera, el público puede presenciar de manera segura cómo la lava fluye sin moverse de la comodidad de la silla.

Dejarse llevar por la fantasía

Cuando se mezcla folklore, naturaleza y aventura, el resultado suele ser… mágico. Durante su estancia en Islandia, las familias pueden embarcarse en un periplo para conocer el lado más supersticioso del país. Por ejemplo, pueden empezar en Reikiavik haciendo un tour guiado a pie para aprender más sobre las criaturas mágicas que habitan la isla, desde el trol Grýla hasta los 13 traviesos Yule Lads que aparecen en Navidad. La pasión por los elfos es tan fuerte que incluso existe The Elf School, un espacio con casi cuatro décadas de trayectoria que ofrece clases interactivas cada semana sobre elfos y su llamada “hidden people”.

Popularmente se cuenta que en el parque de Hellisgerði, ubicado en Hafnarfjörður, la tercera ciudad más grande de Islandia, se encuentran elfos, enanos y otros seres místicos, y con las pequeñas cuevas y formaciones de lavas cubiertas de musgo, imaginárselo no es nada difícil. En el norte del país, por último, se encuentra el Círculo de los Elfos o, dicho en otras palabras, el cañón Ásbyrgi, considerado como un refugio de seres mágicos. Con una llamativa forma de herradura, es un paraíso para practicar senderismo y seguramente habría servido de inspiración al mismísimo J. R. R. Tolkien.

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