La llegada del otoño invita a recorrer la España rural desde sus propias raíces: adentrándose en las Cañadas Reales para hacer un viaje inolvidable que conecta historia, naturaleza y cultura a través de la trashumancia, el desplazamiento estacional del ganado en busca de pasto.
Para impulsar este tipo de turismo ha nacido Caminos de la Merina, un proyecto abierto y colaborativo que trata de unir territorios, personas y empresas vinculados a la oveja merina y de revalorizar esta modalidad de pastoreo milenaria como eje vertebrador y motor de desarrollo turístico rural sostenible.
Esta red propone experiencias únicas al viajero, combinando autenticidad, sostenibilidad e innovación, especialmente con el inicio del otoño, cuando las Cañadas Reales se visten de tonos rojizos, dorados y marrones y las temperaturas son suaves, perfectas para la práctica de senderismo y otras actividades al aire libre.
Para quienes quieran disfrutar de una escapada diferente, Caminos de la Merina propone cuatro grandes rutas de trashumancia: la Cañada Real de la Plata, la Cañada Real Leonesa Occidental, la Cañada Real Conquense y la Cañada Real Riojana.
Consiste en 500 kilómetros de recorrido que atraviesan las provincias de León, Zamora, Salamanca y Cáceres, desde la montaña leonesa hasta Trujillo. Para disfrutar del legado cultural y patrimonial de la oveja merina se ofrecen múltiples actividades: desde el Museo Textil de Béjar y la ruta de las fábricas textiles junto al río Cuerpo de Hombre, hasta el Museo de la Trashumancia en Los Santos, que incluye la visita a un chozo de pastor.
En el Museo de la Arriería Maragata Ventura Alonso (Santiago Millas, León) y las fiestas de la lana de Baños de Montemayor y Hervás (Cáceres), celebradas en octubre, es posible rescatar la memoria de las artesanías laneras. Por su parte, la Ganadería Álvaro Villanueva, en Trujillo, ofrece vivir la experiencia de caminar entre ovejas merinas, conociendo de cerca la vida ganadera. Y los amantes de la ornitología observarán todo tipo de aves paseando por las dehesas y roquedos del Parque Nacional de Monfragüe.
Cañada Real Leonesa Occidental
Con más de 700 kilómetros, se extiende desde los puertos de montaña de Babia y Luna (León) hasta las tierras bajas de Badajoz. En ella se emplazan espacios como el Museo Etnográfico y de la Trashumancia de Torre de Babia, el Museo de la Lana Merina Trashumante – Lanalión de Salamón y el Museo Etnográfico de Riaño, en la provincia de León. En ella también merece la pena conocer el proyecto Transhumance by Made in Slow, que recupera esta actividad a través de moda y textiles de lana merina; o aprender a hilar artesanalmente en un curso de la Escuela de Hilanderas de León, en San Feliz de Torío.
La ruta se puede completar con una visita a la Ganadería Joaquín Ortiz en Medellín (Badajoz), que propone diversos tours temáticos, talleres de esquila, experiencia de nacimiento de ovejas… El Observatorio Astronómico de Segurilla (Toledo) es un buen punto para poner fin a una jornada observando el cielo estrellado con la compañía de expertos.
Esta histórica vía pecuaria, conocida también como Cañada de los Chorros, conecta en más de 400 kilómetros los pastos de altura de la Serranía de Cuenca con las dehesas invernales de Andújar, en Sierra Morena (Jaén). El Museo de la Trashumancia de Guadalaviar y el Museo Celtibérico de Bronchales permiten descubrir la historia del pastoreo merino. Más al sur, el emblemático queso manchego con D.O.P., elaborado en queserías de Tomelloso, Socuéllamos y otras localidades de Castilla-La Mancha, refleja el valor de la oveja merina.
Merece la pena conocer proyectos innovadores como la Ganadería Diego González (en Teruel) o WoolDreamers, que impulsa el uso sostenible de la lana merina con diseño y trazabilidad. Y para aquellos que buscan conectar con el cielo, AstroCuenca y Cielos Encantados ofrecen experiencias nocturnas únicas.
Este recorrido de más de 400 kilómetros une las zonas norte y sur de la península, desde las montañas de Camero en la región de La Rioja hasta las dehesas y pastos invernales de Ciudad Real y Andalucía, pasando por Soria, Guadalajara, Madrid y Toledo. En el Museo de la Trashumancia de Guadalajara, en la Sierra Norte, y en el Museo Numantino de Soria se puede aprender más sobre la rica tradición pastoril. La Ganadería de Enrique Belenchón en La Carolina (Jaén) propone participar en pequeños tramos de trashumancias reales a pie, acompañando al rebaño durante uno o varios días.
Los amantes del buen queso y del buen vino encontrarán sus experiencias favoritas en las múltiples queserías de oveja en Soria –Quesería Tierras Altas y Quesos de Oncala– y en las bodegas de La Rioja, como Marqués de Riscal, Muga, CVNE… entre otras.