RURALES

Arlanza: tierra de matices al suroeste de la provincia de Burgos

Mercereyes. Burgos. (Foto: Miguel Ángel Muñoz Romero).
Redacción | Lunes 30 de abril de 2018

La combinación de paisajes, patrimonio y arte, que caracteriza a esta zona al suroeste de Burgos, otorga a la comarca del Arlanza un atractivo especial para visitarla en primavera. Pequeños pueblos se mezclan, a lo largo del territorio, con un paisaje lleno de recursos naturales y donde tienen cabida diversos estilos arquitectónicos.
Son localidades medievales que ofrecen una buena muestra de la arquitectura popular castellana, con calles empedradas en las que destacan los tradicionales soportales de las viviendas burgalesas y que dan paso a auténticos tesoros del pasado. Un territorio caracterizado por sutiles contrastes naturales que dan la bienvenida al visitante entre viñedos, ruinas de un pasado glorioso e historia viva.

Lerma, historia viva en el presente

Dominando el entorno desde el promontorio sobre el que se alza el Palacio del Duque de Lerma, esta localidad representa desde hace siglos uno de los baluartes arquitectónicos más representativos de Castilla y León. Lerma, con su Plaza Mayor porticada y una de las más grandes de España, es uno de los conjuntos histórico – artísticos mejor conservados de nuestro país. Impregnado de historia a lo largo y ancho del municipio, son numerosas las joyas del pasado que hoy dan la bienvenida al visitante: la ex colegiata de San Pedro (cuyo recurrido se puede hacer exclusivamente con una visita guiada), el Convento de San Blas – Dominicas (característico también por la venta de cerámica) o el de las Carmelitas Descalzas, la Plaza de Santa Clara y por supuesto, su zona urbana medieval, tan característica en Lerma, con su Arco de la Cárcel y las calles adyacentes.

Pueblos defensivos rodeados de naturaleza

A poco más de veinte kilómetros de Lerma, se encuentra Covarrubias, otra de las localidades más representativas de la zona del Arlanza. Calles estrechas y construcciones en madera y piedra conforman este municipio declarado Conjunto Histórico – Artístico Nacional en 1965 y Conjunto Histórico en el Año 2001. Además, en esta población, que forma parte de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España, encontramos guiños a su pasado celtíbero, visigodo, romano, medieval y barroco. Durante el paseo por el casco histórico, monumentos como el Torreón de Doña Urraca, la ex Colegiata de San Cosme y San Damián o la muralla ofrecen al turista una muestra del legado arquitectónico de la zona.

El recorrido por Covarrubias y sus alrededores lo completa la Capilla de San Olav, un proyecto impulsado por la Fundación Kristina de Noruega y una parada obligatoria para los que busquen un punto de encuentro entre la cultura y el territorio. Erigida como baluarte en honor a Olav El Santo por expreso deseo de la Princesa Kristina de Noruega, hoy esta capilla es reflejo de la amistad entre los pueblos español y noruego, fruto del matrimonio entre la princesa nórdica y el infante Felipe (hermano del rey Alfonso X El Sabio). Para los más aventureros, existe una ruta senderista que conecta Burgos y Covarrubias: el Camino de San Olav y también por esta zona se encuentra el famoso Camino del Cid, itinerario que hizo Rodrigo Díaz de Vivar tras ser desterrado de Castilla.

También merece una visita el monasterio de San Pedro de Cardeña que evoca la memoria de Díaz de Vivar y de su esposa Doña Jimena. Destacable también es el Sendero de Juarros, un recorrido para los amantes del senderismo, o las famosas Tierras de Lara, que rodean pequeñas aldeas perdidas.

Tesoros naturales para amantes de la espeleología

Con una profundidad de más de 130 metros, la sima de la que manan las aguas de la gruta de Fuente Azul da lugar a uno de los espacios más valorados por quienes buscan adentrarse en las profundidades de la naturaleza. Muy cerca de aquí se encuentra el monasterio de San Pedro de Arlanza, en su día uno de los más importantes de Castilla y abandonado tras la Desamortización. Todavía se conservan los restos de la iglesia construida en 1080, la torre y el claustro.

Artlanza, la escultura más grande del mundo

En Quintanilla del Agua, una villa de poco más de 600 habitantes, se encuentra una de las recreaciones poblacionales a escala real más llamativas de nuestro país. Arte popular, naturaleza y arquitectura conviven en Artlanza, el pueblo construido por Félix Yánez a partir de las construcciones típicas del valle del Arlanza. Más de ocho mil metros cuadrados de adobe, madera, piedra y materiales que emulan las construcciones del ayer, con sus calles empedradas y hasta diez museos que recogen elementos concretos del día a día de sus gentes.

Pasear por las calles de Artlanza es reencontrarse con antiguas fraguas, bodegas y tabernas típicas en las que se reunían sus habitantes, una ermita, la escuela. Además, se han levantado dos corrales de comedias que sirven en verano para mostrar representaciones teatrales.

Denominación de Origen Arlanza

Al igual que la Ribera del Duero, esta comarca va ganando poco a poco protagonismo en el mundo de la enología. A través de la Ruta del Vino Arlanza, el visitante podrá descubrir el contexto patrimonial y natural de una uva cosechada bajo grandes contrastes térmicos, causantes de que el vino de esta denominación de origen esté cargado de intensos sabores y aromas. Una ruta que se completa con una gastronomía basada en la matanza del cerdo, la pesca de río, las setas y los champiñones.

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