TURISMO NACIONAL

Fin de semana cultural, musical y gastronómico en Toro

Colegiata de Santa Maria la Mayor
Redacción | Lunes 09 de julio de 2018

Un fin de semana en el que tiene cabida la música, el patrimonio cultural y la gastronomía, todo esto se puede encontrar en la histórica ciudad zamorana de Toro.

Aprovechando Las Noches de Toro, durante julio y agosto, por ejemplo este viernes tiene lugar la actuación de Los Chicos del Coro en la iglesia mudéjar del Santo Sepulcro, actuación que está enmarcada en la recuperada edición de Las Noches de Toro, que ofrece durante los meses de julio y agosto una completa agenda de actividades que incluyen música, magia o ballet.

La Coral de Saint Marc, o Los Chicos del Coro como son conocidos en España, son una agrupación musical mixta compuesta por entre 75 y 80 niños con edades comprendidas entre los 10 y 15 años que estudian en el Colegio de San Marcos de la ciudad francesa de Lyon.

Debemos remontarnos al año 1986 cuando el joven profesor Nicolás Porte insistió en la creación de este coro tomando las riendas desde el principio, volcando toda la ilusión en la música coral y la educación musical de los niños. Pero fue hace diez años cuando irrumpieron en la élite de la música coral consiguiendo fama mundial gracias a la interpretación de las canciones de la película “Los Chicos del Coro”, de cuya banda sonora se vendieron más de cuatro millones de unidades, siendo además nominada a los premios Oscar. Éxito que se ha visto refrendado con el hecho de que en estos diez años han dado más de 1.300 conciertos por todo el mundo, de los que más de 400 han sido en nuestro país donde la coral se siente muy a gusto.

Una oportunidad única de disfrutar de estas privilegiadas voces en la ciudad toresana, en la que presentarán su último trabajo, así como sus éxitos mundiales.

Un paseo por Toro

El sábado podemos conocer en profundidad “la muy noble, muy leal y muy antigua” ciudad de Toro. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, en el pasado fue sede real y morada de nobles y clérigos, además de escenario privilegiado de hechos históricos como el enfrentamiento entre Juana la Beltraneja e Isabel la Católica o la celebración de las Cortes de 1505 que dieron lugar a las “Leyes de Toro”. Fruto de esa gran historia es el importante patrimonio monumental que adorna sus calles.

Patrimonio encabezado por la Colegiata de Santa María la Mayor, donde destaca desde la distancia su cimborrio que forma parte del grupo de cimborrios leoneses. En el interior sobresale la impresionante “Portada de la Majestad”, esculpida en piedra y conservando su policromía original.

Importante núcleo del románico-mudéjar de Castilla y León, ofrece también al visitante un interesantísimo catálogo de templos religiosos construidos en ese estilo. Las iglesias de San Lorenzo el Real, San Salvador de los Caballeros, del Santo Sepulcro y San Pedro del Olmo y la ermita de Nuestra Señora de la Vega dan forma a ese increíble muestrario de construcciones de los siglos XII y XIII. Patrimonio religioso que se completa con las iglesias de San Juan de los Caballeros, la Santísima Trinidad, Santo Tomás Cantuariense, San Sebastián de los Caballeros y Santa Catalina de Roncesvalles y lo monasterios y conventos de Santa Sofía, San José, de la Purísima Concepción y San Cayetano, PP. Mercedarios y los reales de Sancti Spiritus y Santa Clara.

El patrimonio civil está representado, entre otros, por los palacios de Valparaíso, de las Bolas, de Bustamante, de los Marqueses de Alcañices, de las Leyes y la Casa de la Nunciatura, completando este valioso legado con el verraco celtibérico, el puente mayor, el Arco del Postigo y las puertas del Mercado, de Santa Catalina y de Corredera.

Otra manera de conocer una parte del patrimonio monumental de Toro es realizando la ruta “Toro Monumentalia”. Un paseo por la ciudad para conocer a aquellos edificios históricos que forman parte del patrimonio público y que nos acercará al Alcázar, donde se encuentra el Centro de Recepción de Visitantes; la Casa Consistorial, el Hospital de la Cruz, la iglesia de la Concepción, el Teatro Latorre, el Palacio de los Condes de Requena, la Torre del Reloj y el Palacio del Marqués de Castrillo.

Rutas de las Bodegas

Por todos es conocida la antiquísima relación que mantiene Toro con el vino, tradición que ha pasado de unas generaciones a otras a lo largo de los siglos y que los toresanos llevan en la sangre. Fruto de esa unión han quedado por todo el subsuelo de la ciudad un número importante de bodegas subterráneas, algunas de las cuales es posible visitar en la actualidad y que dan forma a la ruta conocida como “Ruta por las Bodegas”. Una visita que nos llevará a conocer la bodega del Ayuntamiento, la de la Cámara Agraria conocida como la “Niña Bonita” y que alberga la Bodega Histórica del Vino de Toro y la bodega del Palacio de los Marqueses de Requena, lugar donde está ubicado el Archivo Histórico de la Denominación de Origen Toro.

Gastronomía y vinos

A la hora de sentarse a la mesa a disfrutar de la gastronomía de Toro, es necesario saber que la oferta es sabrosa y variada. Tierra ésta de excelentes quesos elaborados y curados respetando la tradición y de exquisitos embutidos con el Chorizo Zamorano a la cabeza, que se completa con lomo embuchado y fresco ibérico, salchichón, morcilla, panceta y cecina. Gracias a la fértil vega del río Duero, de sus huertas salen productos de gran calidad, frutas de temporada y hortalizas frescas que junto al cereal y los cultivos de regadío hacen de Toro la despensa de la provincia de Zamora. Esta oferta gastronómica también incluye platos típicos, elaborados con productos de primera calidad, como las sopas de ajo, rabo de toro estofado al vino tinto, bacalao a la tranca y postres tan deliciosos como una arroz con leche y castañas.

Deliciosos manjares que es obligado degustar acompañados de los excelentes caldos de la DO Toro. Vinos elaborados en estas tierras desde antes de la llegada de los romanos y ensalzados por los peregrinos que se dirigían a Compostela, existiendo la creencia, no sabemos si verdadera o falsa, de que el primer vino que cruzo el Atlántico para llegar al Nuevo Mundo fue el de Toro por su cuerpo y larga duración.

Al hilo de los que hemos contado sobre el buen comer y el mejor beber, hay dos espacios de vista obligada donde nos ensañarán todos los secretos del queso y del vino. Uno es el Museo del Queso en Zamora situado al lado de la Quesería Chillón Plaza en Toro y el otro es el Museo del Vino, en la cercana localidad de Morales de Toro.

Toro te propone una experiencial alternativa de fin de semana capaz de satisfacer el cuerpo y el espíritu y que no olvidarás.

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