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Presentado el primer tomo del Catálogo razonado de los dibujos de Francisco de Goya

Redacción | Lunes 10 de diciembre de 2018

La Fundación Botín y el Museo Nacional del Prado han presentado el Volumen II del “Catálogo razonado de los dibujos de Francisco de Goya”. Se trata de una publicación que recoge la producción de dibujos de la primera parte de la carrera de Goya, desde su viaje a Italia, que tuvo lugar entre la primavera de 1769 y la de 1771, hasta ejemplos de los primeros años de la década de 1790, cuando inició sus libros de dibujos y los aguafuertes de los Caprichos. Esta obra es el primer tomo de una investigación pionera y sin precedentes que culminará con un compendio de cinco tomos. El “Catálogo razonado de los dibujos de Goya” es una publicación llamada a convertirse en herramienta de trabajo y consulta fundamental sobre el artista y el dibujo español.

La Fundación Botín, que apoya desde el año 2006 el estudio, la publicación y la exposición de los dibujos de los principales artistas españoles, promueve ahora la edición de este catálogo de Goya, cuyo estudio ha recaído en varias áreas de conservación del Museo Nacional del Prado, que como es sabido ha dedicado una gran parte de su trabajo a la obra del artista. José Manuel Matilla, jefe del departamento de Dibujos y Estampas del Museo del Prado, y Manuela B. Mena Marqués, jefa del Área de Conservación de Pintura del siglo XVIII y Goya del mismo museo, han sido los directores de este tomo que recoge textos de Virginia Albarrán, Juan Carrete Parrondo, José Manuel Matilla, Gudrun Maurer, Manuela B. Mena Marqués y Gloria Solache.

La excelente relación entre la Fundación Botín y el Museo Nacional del Prado ha permitido desarrollar este exhaustivo proyecto de investigación que abarca la catalogación, en su caso, de los más de 520 dibujos de Goya pertenecientes al Museo Nacional del Prado. Además, el estudio incluye otros 400 dibujos del artista, presentes tanto en colecciones particulares como en los fondos de cuarenta instituciones internacionales entre las que se encuentran el Rijksmuseum de Amsterdam, el Art Institute de Chicago, el Museum of Fine Arts de Boston, el British Museum de Londres, el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Musée du Louvre de París o el Hermitage de San Petersburgo, entre otros.

Considerados “el diario visual del propio Goya”, los dibujos del artista zaragozano ponen de manifiesto su universo interior y expresan su peculiar visión del mundo. Asimismo, refuerzan la faceta de dibujante de uno de los maestros más fecundos e influyentes de la historia del arte. La importancia de los dibujos en el conjunto de la producción artística de Goya (1746-1828) es comparable a la de sus pinturas y estampas, tanto desde un punto de vista cuantitativo como por su relevancia en la renovación formal y técnica del arte del dibujo a fines del siglo XVIII.

En este volumen destacan cuatro grandes conjuntos pictóricos: el Cuaderno italiano, los contenidos en las cartas a Martín Zapater, los dibujos preparatorios para sus pinturas y cartones de tapices y los relacionados con el grabado, que en estos años culminan con los dibujos preparatorios para los aguafuertes basados en las pinturas de Velázquez.

El catálogo comienza con el Cuaderno italiano (cat. 1). Se trata de una obra compleja, fechada entre 1771 y 1788, que se estudia página a página pero que mantiene la unidad formal de la doble paginación a la que obliga su encuadernación. El hecho de que se haya conservado prácticamente íntegro hasta nuestros días requiere dejar constancia de las páginas en blanco, así como mencionar aquellas de las que tenemos pequeños vestigios de que existieron y luego fueron arrancadas.

El segundo grupo lo conforman los dibujos incluidos en las cartas a Martín Zapater (cat. 2-19). La más antigua de ellas con dibujo está fechada en 1777 y la última en 1802. Aunque un buen número de cartas traspasan el marco cronológico de este volumen, se ha preferido mantener su unidad conceptual, reforzada también por la ausencia de evolución estilística en un tipo de dibujos estrechamente asociados a un texto y en los que es difícil poder apreciar cambios formales.

El tercer bloque está dedicado a los dibujos para pinturas y se subdivide en dos conjuntos. El primero incluye los dibujos preparatorios para cartones de tapices realizados entre 1775-1788 (cat. 20-28). El segundo referencia los dibujos restantes relacionados con pinturas de estos primeros años. Así, coloca en primer lugar los preparatorios para los frescos de la basílica del Pilar de Zaragoza (cat. 29-31), realizados en 1772. A continuación, aparecen aquellos otros vinculados con pinturas conocidas (cat. 32-34). Por último, contienen estudios para pinturas no realizadas o desconocidas.

Los dibujos para grabados constituyen el cuarto grupo del catálogo. Se han organizado en tres conjuntos. En el primero, figuran los relacionados con aguafuertes de su invención realizados al comienzo de su carrera, entre 1772 y 1780 (cat. 37-42). El segundo reúne todos los preparatorios para su serie de los aguafuertes de pinturas de Velázquez, realizados entre 1776 y 1792, aproximadamente. En este grupo el orden sigue un criterio cronológico, independientemente de que se conserve o no la obra. Por último, los dibujos de encargo que Goya hizo entre 1777 y 1794, aquellos que fueron utilizados por otros grabadores profesionales para realizar grabados con la técnica académica de la talla dulce (cat. 67-70). Finalmente, en el apartado de varios, aparece una academia (cat. 71), junto a otros dibujos rechazados [R], que por sus características no pueden incluirse en ninguno de los grupos anteriores.

A este volumen, le seguirán otros tres que estudiarán de forma cronológica sus libros de dibujos (A-H), los dibujos preparatorios para sus series de estampas (Caprichos, Desastres de la guerra, Tauromaquia y Disparates), así como el resto de dibujos singulares o los que forman series para diferentes proyectos. Finalmente, la publicación completa del “Catálogo razonado de los dibujos de Goya” culminará con el Volumen I, que reunirá los estudios de los resultados de las investigaciones y en donde quedará plasmado el conocimiento alcanzado por el equipo de trabajo a través de la catalogación de los dibujos. En ese primer volumen se analizará la técnica, el valor funcional del dibujo en el proceso creativo de pinturas y estampas, el evidente carácter secuencial de muchos de ellos y su sentido ideológico, así como la historia de su dispersión y coleccionismo.

Junto a la edición del catálogo razonado (5 tomos), el proyecto también contempla la realización de dos exposiciones temporales. La primera tuvo lugar en el Centro Botín coincidiendo con la apertura del centro de arte. La segunda se celebrará en el Museo Nacional del Prado en noviembre del año que viene, coincidiendo con la conmemoración del bicentenario de la pinacoteca.

La Fundación Botín y la investigación sobre el dibujo español

El empleo del dibujo, no sólo como herramienta académica para ensayo y tanteo de obras de mayor empeño en el campo de la pintura, la escultura, la arquitectura o el grabado, sino como expresión artística de entidad autónoma, define buena parte de la personalidad creadora de los más grandes artistas de todos los tiempos. Sin embargo, en algunos casos han estado ocultos en las carpetas y álbumes de museos y coleccionistas esperando el necesario estudio, ordenación y catalogación que propicie la puesta en valor de su importancia en la dimensión creativa de sus autores.

La Fundación Botín inició en 2006 una línea sistemática de investigación encaminada al conocimiento y la difusión del dibujo en el arte español, habiendo publicado desde entonces relevantes catálogos razonados dedicados a algunos los artistas españoles más destacados de los siglos XVIII y XIX, como Eduardo Rosales (1836-1873), Antonio del Castillo (1616-1668), Pablo Gargallo (1881-1934), Alonso Cano (1601-1667), Mariano Salvador Maella (1739-1819), José Gutiérrez Solana (1886 – 1945) y Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682).

La alianza estratégica de la Fundación Botín con el Museo Nacional del Prado en torno a los dibujos de Goya da continuidad a este relevante proyecto que otorga al dibujo la dimensión que merece en el campo de las artes plásticas. Además, la programación artística del Centro Botín refleja, desde su apertura, este objetivo de la Fundación. Claro ejemplo de ello fue la exposición de apertura “Ligereza y Atrevimiento. Dibujos de Goya” o una amplia selección de dibujos de Julie Mehretu que, como parte de su exposición “Julie Mehretu. Una historia universal de todo o nada”, permitieron descubrir la importancia que el dibujo tiene para la propia artista. Además, el próximo año abrirá sus puertas al público “El grito silencioso. Dibujos de Millares”, una exposición que será comisariada por Mª José Salazar y que incide nuevamente en esta línea continuista.

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