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La Fundación Botín pone en marcha un sistema de medición para evaluar su impacto

Redacción | Lunes 15 de julio de 2019

La implementación de un innovador sistema para medir el impacto del Centro Botín en la creatividad de los cántabros; la cesión por parte de Jaime Botín, patrono de la Fundación Botín, de ocho obras maestras del siglo XX que se exponen ya en la sala “Retratos: Esencia y Expresión” con una gran acogida de público; y la consolidación del Centro Botín como “lugar de encuentro para los cántabros y los visitantes”, han sido tres de los aspectos destacados por el director general de la Fundación Botín, Íñigo Sáenz de Miera, en la presentación de la Memoria de 2018. Un ejercicio en el que la Fundación ha invertido 20,6 millones de euros entre el Centro Botín y sus áreas de Educación, Fortalecimiento Institucional, Ciencia, Desarrollo Rural, Observatorio del Agua y Colaboraciones.

Durante el encuentro con los medios en Santander, el director se mostró “muy satisfecho y agradecido” por el respaldo social que ha recibido el Centro Botín en su labor de contribuir, a través de las artes, al desarrollo de la creatividad y la generación de riqueza. “Quisiera dar las gracias en mi nombre, y en el de toda la Fundación Botín, a los visitantes, Amigos, voluntarios, colaboradores, instituciones, socios estratégicos y patrocinadores que nos ayudan a cumplir, poco a poco, con la misión social del Centro Botín; es una carrera de fondo y solo en el largo plazo sabremos si hemos alcanzado la meta”.

Entre estos respaldos, Sáenz de Miera ha destacado el de los 19 patrocinadores, los 4.493 Amigos y los más de 50 voluntarios que a día de hoy tiene el Centro Botín, así como los 137.071 cántabros que ya cuentan con su Pase permanente para acceder a las exposiciones de forma gratuita. Además, ha recordado que este año han sido 142 las personas o instituciones cántabras con las que el Centro Botín ha colaborado, tanto para el desarrollo de sus iniciativas artísticas y culturales como en todo lo que tiene que ver con sus actividades en los ámbitos de la inteligencia emocional y la creatividad.

En relación al Centro Botín, Sáenz de Miera también destacó en sus palabras el gesto de enorme generosidad de Jaime Botín, patrono de la Fundación Botín, al ceder ocho obras maestras del siglo XX procedentes de su colección personal, que se exponen ya en la sala “Retratos: Esencia y Expresión” con una gran acogida de público. “Esta cesión, que se completa con la donación de un millón de euros al año para la conservación de las obras y contribuir a la misión social del Centro, es de inmensa generosidad y no puede dejar de ser recordada”, ha remarcado.

La oferta expositiva del centro de arte de la Fundación Botín en Santander se completó, durante 2018, con las instalaciones de Cristina Iglesias, una de las creadoras españolas más reconocidas a nivel internacional; la exploración de aspectos inéditos de figuras consagradas del arte español, como Joan Miró, y una nueva selección de obras de la colección de la Fundación Botín, agrupadas bajo el título “El paisaje reconfigurado”, con trabajos de artistas de relevancia nacional e internacional que empezaron a crear en las últimas décadas del siglo XX.

La importancia de medir el impacto

La puesta en marcha de un innovador sistema de medición que permita evaluar de forma objetiva el impacto del Centro Botín en la creatividad de la región, ha sido otro de los hitos del año, algo fundamental para saber si el centro de arte de la Fundación en Santander va por el buen camino. “La colaboración que iniciamos en 2018 con el Instituto de Empresa nos permitirá en el medio-largo plazo disponer de datos objetivos y fiables sobre el grado de cumplimiento de la misión social del Centro Botín”, aseguró Sáenz de Miera, para quien disponer de datos sobre cómo las actividades artísticas, culturales y formativas que desarrolla el Centro contribuyen al desarrollo social y económico de la región es muy importante, y se suma al trabajo que la Fundación Botín lleva a cabo en otras áreas y programas. “El año pasado 34.225 personas participaron en las actividades formativas y culturales en torno a la música, la literatura, el cine, el teatro, la danza y las artes plásticas que desarrolló el Centro Botín; poder saber cómo les han influido o cambiado las experiencias vividas en el Centro Botín, es fundamental para cerciorarnos de que cumple su misión”, puntualizó el director.

El desarrollo de sistemas de medición fiables ha sido siempre una prioridad para la Fundación Botín. En el caso del programa Educación Responsable, gracias a sus buenos resultados comenzó a expandirse por América Latina, empezando por Chile y Uruguay –en donde ya está presente en 43 colegios e institutos- y prosiguiendo este año por México. Además, han sido estos resultados los que han propiciado la colaboración con la OCDE para difundir el modelo a nivel global, tras contar con Andreas Schleicher en la presentación del III Informe del Plan de Evaluación Psicológica del programa. Según Sáenz de Miera, “gracias a estos resultados, el programa se sumó a los grupos de trabajo que participan en el proyecto Educación 2030 que desarrolla la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); un hito que respalda la importancia de un programa que se aplica ya en cerca de 400 centros de España y América Latina”.

El trinomio eficiencia-innovación-colaboración constituye el denominador común de todas las actuaciones acometidas en 2018 por la Fundación Botín. Así, la expansión del Programa de Desarrollo Rural, Patrimonio y Territorio es un buen ejemplo de esta colaboración público – privada de éxito, con la que además se cumple la vocación inicial del programa de definir un modelo y transferirlo a otros territorios. En noviembre de 2018 el Gobierno de Cantabria, el Ayuntamiento de Valderredible y la Fundación Botín comenzaron a trabajar conjuntamente en la puesta en marcha de un Plan de Dinamización de este municipio cántabro, con la idea de tratar de frenar su despoblación y contribuir a la implantación de un modelo económico sostenible.

El compromiso que la Fundación Botín mantiene desde 2015 con la ciencia y la transferencia tecnológica también ha dado un salto cualitativo en 2018. Por un lado, a través del nuevo esquema de cofinanciación del programa Mind the Gap, en el que ya participan cinco inversores privados y que ha permitido consolidar un nuevo modelo de “impact investment” multiplicando, además, la eficiencia de los recursos invertidos por la Fundación. Por otro, realizándose por primera vez la salida de una empresa Mind the Gap al vender, pasados 6 años de la inversión inicial, la participación que la Fundación Botín mantenía en la startup DREAMgenics. De esta forma, la Fundación ha recuperado el capital –una vez la empresa ya era viable con fondos privados- y lo ha reinvertido nuevamente en el programa, confirmándose así la validez de este modelo de inversión de impacto. Según el director de la Fundación Botín, “en 2018 se lanzó la cuarta convocatoria de Mind the Gap, abierta por primera vez a todo el sistema nacional de ciencia e innovación. Esta iniciativa de apoyo al emprendimiento biotecnológico cuenta ya con seis compañías que facturaron conjuntamente alrededor de 1,3 millones de euros, captaron 1,2 millones de capital y mantuvieron 44 puestos de trabajo altamente cualificados”.

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