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Polonia, una lección de resistencia

Su historia es bastante conocida por muchos: pérdida de la independencia durante 123 años, renacimiento relámpago del estado independiente, la II GM que volvió a arrasar el país a nivel humano nunca visto y enormes destrucciones de sus ciudades, la imposición del comunismo… Pero quizás demasiado poco nos fijamos en la fuerza de superación, en nuevas ideas que cambiaron nuestro continente y el mundo, en el mensaje positivo que hoy en día Polonia transmite como país y como nación.

El país cuenta con 23 parques nacionales, entre los cuales el más conocido es el de Bialowieza

Os invitamos a un viaje virtual durante el cual descubrir este espíritu.

Varsovia

El contraste entre la imagen de la Varsovia de la película El Pianista, de Roman Polanski, y la que nos presenta hoy en día es enorme. No se pudo reconstruir la ciudad entera pero el casco antiguo y los palacios de la aristocracia polaca que se suceden uno tras otro a lo largo de la Ruta Real, nos dan una idea de lo que representaba la ciudad en su época más gloriosa del siglo XVIII y principios del XIX: elegante arquitectura, amplias avenidas y muchos espacios verdes. Las nuevas ideas surgían durante las “reuniones de los jueves” organizadas por el último rey polaco, Estanislao Augusto Poniatowski, en su residencia veraniega en el Parque Real de Lazienki (que se puede visitar). Algunas de ellas fueron incluidas en el texto de la primera constitución moderna que nació en Europa: la del 3 de mayo de 1791 proclamada en Varsovia, donde su Castillo Real guarda un enorme lienzo (247x446 cm) con todos los detalles de un evento de tal envergadura.

Varsovia es también el guardián de la historia común que polacos y judíos compartieron durante mil años: el moderno y galardonado por la Unión Europeo Museo Polin es uno de los puntos clave de la ruta judía que se puede realizar en la ciudad. Consulta todas las posibilidades de visita que ofrece la capital polaca.

Bosques (casi) milenarios

El país cuenta con 23 parques nacionales, entre los cuales el más conocido es el de Bialowieza. Está situado en la parte noreste del país, a unos 200 km de Varsovia. Desde hace siglos fue utilizado como un perfecto coto de caza exclusivo para la realeza polaca y luego por los zares (cuando Polonia perdió la independencia), además del hábitat natural del bisonte europeo. Creado en 1932 como Parque Nacional, a raíz de la II GM, en 1945 no cuenta con ningún bisonte y por eso, a pesar de la complicada situación del país, se rescatan los ejemplares del bisonte de Bialowieza vendidos a zoológicos europeos antes de la guerra, para restablecer la fauna propia del lugar. La flora y la fauna en su estado primitivo, sin la intervención humana desde hace 400 años, se puede contemplar y sentir en la reserva estricta del parque, con posibilidad de visitas guiadas (obligatorias) en español. Todos los parques nacionales del país

El ámbar

El Mar Báltico fue una de las fuentes más generosas de esta resina que se ha convertido en moneda de cambio en la antigua Roma. Una de las rutas más importantes del ámbar empezaba en Polonia y una de las fuentes de la riqueza del puerto de Gdansk fue su larga tradición de pulido del ámbar. Además de las típicas compras de joyas y detalles decorativos, Gdansk, considerada la capital mundial del ámbar, cuenta con el altar realizado enteramente en ámbar. Esta moderna obra de arte podremos ver en la Iglesia de Santa Brígida de la ciudad.

Gdynia, la hermana pequeña de Gdansk

Nada más recuperada la independencia, Polonia decide construir su propio puerto marítimo, para no depender del de Gdansk, por aquella época denominada como Ciudad Libre de Gdansk, bajo los auspicios de Polonia y Alemania. Se elige la aldea de Gdynia (a 30 km de Gdansk) para levantar en tiempo récord el puerto comercial para embarcaciones de gran tonelaje y, de paso, levantar toda una ciudad según los cánones del estilo modernista. Hasta hoy en día los cruceros turísticos utilizan este puerto como punto de partida para visitar Gdansk y sus alrededores. Pero si te quedas un rato en el puerto de Gdynia, no dejes de admirar el barco escuela Dar Pomorza que igual que el Sebastián el Cano nos cautiva con su clásica y bella silueta.

Una de las rutas más importantes del ámbar empezaba en Polonia

Copérnico

A este astrónomo le debemos la explicación científica de la teoría heliocéntrica y visitando Polonia, algunos lugares nos hablarán de su vida y obra. Nicolás nació en la ciudad de Toruń que es parada obligada para los amantes de la arquitectura gótica: el extenso casco antiguo está repleto de iglesias, antiguos hospitales y edificios públicos de la época, y como no, donde también se encuentra la casa natal del astrónomo. Para los curiosos, el Planetario de la ciudad, desvelará los principios de la astronomía moderna, basada en la obra de Copérnico. Cursó sus primeros estudios universitarios en la Universidad Jaguellónica de Cracovia, que se cuenta entre las más antiguas de Europa; la visita a su Collegium Maius nos trasladará a los tiempos de Copérnico. En un viaje slow por el país, visitando los rincones menos conocidos, el norte de Polonia ofrece otros espléndidos ejemplos de la arquitectura gótica: en la catedral de la ciudad de Frombork se encuentra la tumba con los restos de Nicolás Copérnico.

El Vístula

Los más de mil kilómetros de recorrido, desde las montañas del sur de Polonia hasta el puerto de Gdańsk, hacen de este río uno de los principales de Europa. Lo fue también hace siglos cuando servía como vía comercial para transportar tales productos como la sal de la Mina Wieliczka, los vinos húngaros, el trigo de los campos del sur y centro de Polonia, a la costa báltica. El río, el comercio y los decretos reales que permitían a algunas localidades en las orillas almacenar los productos, fueron claves para que hoy en día podamos visitar tanto las ciudades que más se enriquecieron gracias al río, como las pequeñas que conservan su encanto de antaño. Podemos empezar la ruta en coche en Cracovia, hacer una parada en Sandomierz, quedarnos unos días en Kazimierz Dolny, visitar Varsovia, sumergirnos en el gótico en Toruń y terminar la ruta en Gdańsk, sin dejar de visitar allí el monumento de la técnica medieval, la grúa de madera en el muelle del Motława, afluente del río Vístula.

Testigos de la historia milenaria

El estado polaco nace en el año 966 y su primera capital se encuentra en Gniezno. Los monumentos más antiguos, en la cercana Poznań y Wrocław, construidos en los islotes del río Warta y del río Odra, respectivamente, ambos llamados Ostrów Tumski. Pero si paseamos hacia el casco antiguo de Poznań, en su Plaza Mayor nos espera un edificio como si de una ciudad renacentista italiana se tratara: el Ayuntamiento de Poznań es uno de los mejores ejemplos de este estilo arquitectónico de Polonia, sin olvidar la “ciudad ideal renacentista” de Zamość, Patrimonio de la UNESCO.

Copérnico nació en la ciudad de Toruń que es parada obligada para los amantes de la arquitectura gótica

En la turbulenta historia de Polonia, Poznań es otro ejemplo de superación y la única ciudad victoriosa durante la sublevación contra Alemania en 1918. Gracias a ello, Poznan y la región fueron incluidos en el territorio polaco al recuperar la independencia por parte de Polonia al finalizar la I Guerra Mundial.

La ruta de los gnomos

Algunos aspectos de la vida cotidiana durante el comunismo eran absurdos. Y, por lo tanto, la respuesta también tenía que ser absurda. A finales de los años setenta nace en Wrocław el movimiento llamado la Alternativa Naranja que idea manifestaciones pacíficas que parecen absurdas, para evitar ser detenidos los manifestantes. Parece que el contexto de cuentos de hadas con los enanitos de protagonistas es el más apropiado, y gente disfrazada de enanos empieza a presentarse primero en Wrocław y luego en otras ciudades del país en actuaciones callejeras. El enano se va convirtiendo en una figura icónica y aceptada por la mayoría. Cambia el régimen social, económico y político en 1989, pero los enanos se quedan: van “invadiendo” el casco antiguo de Wrocław en forma de pequeñas esculturas, representando diferentes profesiones y condiciones humanas. El contraste entre estas pequeñas figuras y el grandioso estilo gótico de la ciudad adquiere mucho simbolismo, actual también en los tiempos actuales.

La caída del Muro de Berlín

Después de la etapa de actuaciones callejeras organizadas por la Alternativa Naranja las protestas contra el régimen comunista se volvieron más contundentes. Antes de la llegada de la política de transparencia del Sr. Gorbachov y con el sólido muro que seguía dividiendo Berlín, en agosto de 1980 se produce un hecho inaudito en la Europa de detrás del telón de acero. Empiezan las huelgas organizadas por los propios obreros de los Astilleros de Gdańsk. Las fotos de la verja de entrada a los astilleros ocupaban los titulares de los medios en todo el mundo y más aún, con la proclamación del primer sindicato independiente del estado en un país comunista, la Solidaridad. Fueron tiempos mágicos que podemos volver a revivir visitando el Centro Europeo de Solidaridad, candidato a convertirse en patrimonio mundial. La visita guiada en español es muy interesante y amena. Para convencernos de que la caída del Muro de Berlín empezó en Gdańsk.

Polonio

Nació en Varsovia donde empezó sus estudios. Viajó a París para continuarlos en la Sorbona y desarrollar su trabajo científico al lado de Pierre Curie que en poco tiempo se convirtió en su marido. Esa es la razón por la cual María Skłodowska es conocida mundialmente solamente como María Curie, primera polaca y primera mujer estudiante en la Sorbona, primera en recibir Premio Nobel y la primera en recibirlo dos veces. Puedes conocer su vida y parte de su patrimonio científico en la casa natal que se encuentra en el casco antiguo de Varsovia. Y sentir su amor hacia la patria a través de elemento que descubrió y que llamó “polonio”, como muestra de homenaje a su país natal.

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