El 21 de enero, la representación teatral ‘La Pasión de San Fructuoso’ homenajea a un mártir de la ciudad, el obispo de Tarraco, ejecutado allí hace 18 siglos.
Tarragona ha destacado siempre por su apuesta cultural, por ser la ciudad catalana que mejor explica su historia. Y en el arranque de 2018 vuelve a demostrarlo en el buque insignia de su legado arqueológico romano, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el Anfiteatro, donde en primavera acoge ‘Tarraco Viva’ y en verano ‘Historia Viva’, el 21 de enero se representa ‘La Pasión de San Fructuoso’. Esta obra teatral revive un hecho real acaecido en este mismo escenario hace 18 siglos: la ejecución del obispo de Tarraco y sus diáconos, san Augurio y san Eulogio, en tiempos de los emperadores Valeriano y Galieno, el 21 de enero del año 259.
Dicen en Tarragona que la historia sale de las piedras y los libros y cobra vida. Unas piedras milenarias –legado arqueológico de su Tarraco romana y reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000– que continuamente ponen en valor uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad: su cultura.
La ciudad catalana que mejor explica su historia vuelve a hacer honor a ello en el arranque de este 2018 con un gran espectáculo teatral: ‘La Pasión de San Fructuoso’. Se trata de la representación de un hecho real acaecido en Tarragona el 21 de enero... del año 259 después de Cristo. Eran tiempos en los que la ciudad estaba dominada por los romanos, que la eligieron para fundar allí su primera fortificación más allá de la Península Itálica seis siglos antes.
En este mismo Anfiteatro romano, convertido en el buque insignia turístico tarraconense, el domingo 21 de enero, a las 11.00 horas, se revivirá a un gran mártir de la ciudad, el obispo de Tarraco, ejecutado allí junto a sus diáconos, san Augurio y san Eulogio, durante el mandato de los emperadores Valeriano y su hijo Galieno. Juzgados por el entonces gobernador de la Hispania Citerior, Emiliano, los tres religiosos fueron condenados a morir en la hoguera en presencia de la comunidad cristiana.
En memoria de ellos, ‘La Pasión de San Fructuoso’ se representa en Tarragona desde hace casi tres décadas; concretamente desde el 20 de enero de 1990, víspera de la festividad del santo. En aquella ocasión, el escenario fue la Catedral tarraconense, pero luego pasó a representarse en el mismo lugar donde tuvo lugar la ejecución, el Anfiteatro romano, que la acoge de forma bianual en los años pares, como este 2018.
Esta producción teatral corre a cargo de la Asociación Cultural San Fructuoso y está basada en el acta de los mártires más antigua de la Península Ibérica. Un hecho histórico que Tarragona revive en un marco monumental incomparable, con más de 80 actores y música en directo a cargo de los Coros y Orquesta de los Amigos de la Catedral.
El mismo 21 de enero, los actos en memoria de San Fructuoso continúan con las visitas a la exposición ‘De Tarragona a Tournai: la arqueología de las primeras catedrales de Europa’, de 14.30 a 17.30 horas, en el Museo Bíblico Tarraconense y en la Capilla de Sant Pau, del Centro Tarraconense El Seminari. Ambas son gratuitas presentando la entrada a la representación de La Pasión.
Seguidamente, a las 18.00 horas, la Catedral de Tarragona acogerá la misa pontificial de la festividad de los mártires, presidida por el arzobispo de Tarragona, monseñor Jaume Pujol Balcells.
‘La Pasión de San Fructuoso’ forma parte del recuerdo de la ciudad a los primeros cristianos de Tarraco, a quienes Tarragona ha dedicado una ruta turística que acoge el patrimonio documental, artístico y arqueológico paleocristiano que, en su conjunto, es el más notable de toda la Península Ibérica.