La capital balear cuenta con atractivos ideales para unas vacaciones estivales que incluyen actividades dentro de su casco urbano con vistas al mar Mediterráneo.
Palma de Mallorca invita a perderse y dejarse sorprender por sus calles llenas de historia y cultura en las que se ven reflejadas el legado romano, musulmán, judío y cristiano, todo ello con la catedral como vigía. Pero al estar bañada por el Mediterráneo, también ofrece la posibilidad de descubrirla mirando al mar; desde paseos en bici por su litoral o baños refrescantes en sus playas urbanas hasta panorámicas de ensueño desde sus puntos más altos.
Porque la capital balear es ideal para combinar una escapada urbana, donde no hay que perderse su legado cultural o la visita a su espléndida catedral, con unas vacaciones estivales disfrutando de su clima mediterráneo y sus atractivos mirando al mar. Estos cinco planes son perfectos para lograrlo.
Pasear por el Parque del Mar con la catedral de fondo
Se trata de uno de los principales parques urbanos de Palma y que supone la perfecta fusión entre la tierra y el mar. Esto debido a que, además de tener el Mediterráneo al fondo como perfecta estampa, cuenta con un gran lago de agua salada que se halla a los pies de la muralla y la catedral. Pasear tranquilamente por sus inmediaciones es hacerlo entre la brisa marina, las palmeras y ese curioso espejo de agua en el que se refleja con magnificencia la joya arquitectónica de la ciudad, la Catedral de Mallorca.
Visitar el faro en funcionamiento más antiguo de Baleares
Una de las formas más características de disfrutar de una bahía es hacerlo desde un faro, en especial si este es el segundo más antiguo de España (tras la Torre de Hércules de La Coruña) y uno de los faros en funcionamiento más antiguos del mundo. En el interior del Faro de Portopí, declarado Monumento Histórico-Artístico, se halla una exposición permanente de señales marítimas que reúne una de las mejores colecciones existentes actualmente en Europa. Además, los más pequeños podrán descubrir el antiguo oficio de farero y conocer su importante función para la navegación.
Disfrutar de las vistas sobre el mar desde Es Baluard
El arte moderno y el contemporáneo tienen en Palma uno de sus principales referentes del país: Es Baluard. Sus estancias ofrecen una exposición permanente con cerca de medio millar de obras; además, acoge numerosas muestras temporales y actividades relacionadas con el arte y la cultura. Por otra parte, permite disfrutar de la bahía de Palma gracias a sus espléndidos exteriores, perfectos para una bonita panorámica de Palma con el mar como protagonista. Este espacio es singular y auténtico, pues se integra y se relaciona con las murallas medievales de Palma que le cobijan, permitiendo al visitante ver la ciudad y el mar desde lo alto en un entorno más que singular.
Recorrer el paseo marítimo en bicicleta
Las grandes avenidas, los amplios paseos o el clima benévolo de la isla logran que Palma sea un destino perfecto para recorrerse en bicicleta; una actividad saludable, divertida y sostenible. La capital balear dispone de una red de carril bici de más de 82 kilómetros en el que se incluye el paseo marítimo, uno de los lugares perfectos para disfrutar de esta actividad, sintiendo la brisa marina y gozando de vistas magníficas durante casi todo el trayecto. Las bicis pueden alquilarse en numerosos establecimientos alrededor de la ciudad o elegir alguna del servicio público BiciPalma.
Degustar pescados y mariscos en Portixol
Siguiendo el paseo marítimo en bici hasta el este de Palma, se puede llegar al barrio de Portixol, cuyo estilo de vida se fundamenta en las actividades al aire libre alrededor de su bonita bahía. El encanto de esta población es su ambiente relajado y bohemio, así como en una generosa oferta de restaurantes y bares, donde los residentes se codean con los visitantes y las mesas ofrecen vistas al mar y al puerto deportivo. La especialidad son los mariscos y el pescado fresco, que pueden degustarse en sitios como Ola de Mar, Sa Roqueta o el Club Náutico de Portixol.