Palma ofrece para la Semana Santa un sinfín de actividades para todos los gustos: desde sus celebraciones más tradicionales hasta carreras deportivas en parajes privilegiados.
Palma es una ciudad viva y cosmopolita que permanece despierta día y noche y que ofrece un amplio abanico de actividades para todos los públicos en cualquier época del año. Semana Santa es buen momento para disfrutar de sus atractivos: un patrimonio creado a lo largo de la historia donde destacan monumentos como la Sé o la Almudaina, paisajes mediterráneos que ensalzan los contrastes del verde de las montañas y el azul del mar, una gastronomía deliciosa, un clima privilegiado y una oferta de ocio, cultura y deporte con la que cualquier viajero encontrará su lugar.
Para los amantes de la gastronomía
La gastronomía mediterránea de Palma cuenta con una identidad propia creada a lo largo de la historia con los aportes de numerosas civilizaciones que llegaron hasta este enclave. En los últimos tiempos, a las recetas tradicionales, elaboradas con productos provenientes del mar y de la tierra, se ha sumado el trabajo de chefs con renombre como Andreu Genestra, Marc Fosh o Adrián Quetglas que han elevado a su máximo exponente la gastronomía de la capital balear tomando como base los ingredientes de la tierra.
Pero la cocina de Palma también tiene un lado popular. Son famosos productos como la sobrasada, el llonguet, la ensaimada y la coca que se pueden degustar en los populares forns históricos del centro histórico de Palma o en los puestos más gourmet de mercados como Santa Catalina o L’Olivar. Una apuesta segura para los amantes de la gastronomía que se escapen a Palma.
Para los tradicionales
Iglesias y conventos forman parte del patrimonio de Palma. Son construcciones con siglos de antigüedad que se convierten en protagonistas indiscutibles en estas fechas no solo por su grandiosidad, sino también por las celebraciones que acogen.
Entre las más famosas se encuentran la procesión del Crist de la Sang, la recreación de la Pasión de Cristo en el entorno de la Catedral, la Procesión del Santo Encuentro el Domingo de Resurrección o la celebración del Domingo del Ángel en el Castillo de Bellver.
Estas fechas también tienen sus particularidades gastronómicas. El Palma, son famosas elaboraciones como els robiols y els crespells, además de las panades, empanadas rellenas de carne y guisantes.
Para los deportistas
El deporte no para en Palma en ningún momento del año. Enclavada en el Mediterráneo y al lado de la Sierra de Tramontana, gracias a sus instalaciones deportivas, Palma es un puerto base ideal para la práctica de todo tipo de actividades al aire libre.
Además, a lo largo de todo el año, acoge múltiples eventos, el próximo, el 18 de marzo, será la XXVI Media Maratón Ciudad de Palma o la VII 10K Puerto de Palma para aquellos que prefieran una distancia más corta.
Por su parte, los amantes de los deportes náuticos tienen una cita del 30 de marzo al 7 de abril, momento en el que arranca la temporada náutica con la celebración del 49 Trofeo S.A.R. Princesa Sofía.
Para los artistas
En marzo, el Teatro Principal de Palma levanta el telón para dar comienzo a la Temporada de Ópera y Ballet. Lo hará con Las bodas de Fígaro de Wolfgang Amadeus Mozart, que se representará los días 7, 9 y 11 de marzo.
Este mismo mes, el mismo escenario acogerá conciertos, obras y performance de diferentes autores. Será en abril, cuando vuelva de nuevo la ópera al Principal con El Reloj de Lucerna que compartirá cartel con espectáculos de poesía y danza.
Para los curiosos
Recorrer las calles de Palma es como visitar un museo al aire libre. La ciudad está repleta de monumentos que evocan el pasado de la ciudad, algunos grandiosos como la Catedral, la Almudaina o el castillo de Bellver; otros más modestos permiten descubrir los modos de vida de las gentes de Palma en otros tiempos.
Una de las rutas obligadas por la ciudad es la de los Patios de Palma que recorre los espectaculares patios de las antiguas casas señoriales de las familias más influyentes de la ciudad. De puertas para adentro, pero abiertos al exterior, estos patios son una joya arquitectónica y una oportunidad para conocer el legado patrimonial y la vida social de la época.