Museos más curiosos de Palma

Una pasión vinculada a un nombre propio: Antoni Roig Clar empezó a coleccionar juguetes en 1975, mientras estudiaba Bellas Artes y Magisterio en Barcelona. Más de 40 años después, su colección alcanzaba las 7.000 piezas y casi la mitad se pueden ver en el Museu de Sa Jugueta. Sus salas trasladan a los visitantes a diferentes países o les hacen evocar tiempos pasados. En ellas se pueden encontrar juguetes de todo el mundo, de temáticas y épocas diferentes, construidos con todo tipo de materiales y con mecanismos diversos. Así, hay espacio para muñecas, caballitos de madera, coches, patinetes, juegos de mesa... La variedad y la calidad de sus piezas han convertido al Museu de Sa Jugueta en uno de los referentes de su categoría en el país.

Además, el centro cuenta con un bar restaurante con platos inspirados en la cocina local y un espacio lúdico para los más pequeños, aunque de él pueden disfrutar niños y adultos. Como versa un refrán anónimo, "las únicas personas serias son las que, de vez en cuando, juegan".

El antiguo molí d'en Garleta es uno de los cinco molinos que permanecen en pie en este barrio marinero de Palma, una zona tranquila y llena de encanto. En su interior es posible conocer las características de estas construcciones tan frecuentes antiguamente en la isla y profundizar en elementos, funciones y tipologías.

A su vez, este molino harinero es la sede de la Asociación de Amigos de los Molinos de Mallorca, una organización que trabaja para evitar el deterioro y la desaparición de estos edificios de gran valor etnográfico.