Las funciones de ‘Los gavilanes’ llegaban el domingo a su fin en el Teatro de la Zarzuela –donde regresaba tras 20 años de ausencia–, y lo hacían con unos resultados sobresalientes. En la última función, como fin de fiesta, el público entusiasmado pidió al tenor Ismael Jordi el bis de la popular romanza ‘Flor roja’, y unos días antes había requerido con igual énfasis la repetición de la ‘Marcha de la amistad’ interpretada por la mezzosoprano Sandra Ferrández junto a los actores-cantantes Lander Iglesias y Esteve Ferrer y el Coro Titular del Teatro.
Estas funciones de la obra compuesta por Jacinto Guerrero y que ha contado con dirección de escena de Mario Gas y musical de Jordi Bernàcer, han sido las primeras desde el inicio de la pandemia que han podido contar con el 100% del aforo del Teatro, que ha colgado el cartel de entradas agotadas en todas y cada una de las funciones.
Por otro lado, hoy mismo han comenzado ya los ensayos de 'La tabernera del puerto', próximo título programado cuyo estreno será el viernes 19 de noviembre.
Los gavilanes es una zarzuela regionalista, pero cosmopolita; una zarzuela moderna, con un trasfondo literario y social sobre los matrimonios desiguales de las protagonistas: Adriana y Rosaura. La trama muestra constantemente los intereses de los aldeanos, de la autoridad civil y la militar, por igual, en torno a la riqueza del indiano; una lucha de mezquindades que se despliegan ante un brillante tapiz musical. En esta fábula popular, el indiano cree que puede comprar el amor sin entender que se equivoca... Juan cree que el amor de la muchacha es una compensación por sus muchos trabajos pasados. Y es que, a veces, América proporciona riqueza a costa de sufrimiento; de la ruina moral y psicológica. Pero Juan es un hombre que ha estado enamorado de una imagen, la de una mujer joven, y ahora mira a la hija y no a la madre con la que compartió amor; pero no advierte que para él los años se han sucedido de forma obstinada: ¡Es viejo y, además, insensato! Y así será hasta el final de la trama, cuando se enfrenta a la ineludible realidad y vuelve a surgir el hombre generoso y conciliador de antaño…
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