Llega a Santiago de Compostela la segunda marca de Fernando Carrasco y Julián Barros, artífices del éxito de Mawey Taco Bar, posicionada como una de las mejores taquerías de nuestro país —cuenta con sucursales en Madrid y Vigo— gracias a una propuesta que fusiona técnicas e ingredientes mexicanos, españoles y de otras culturas y a una cuidada carta de bebidas que incluye una gran variedad de cervezas, micheladas, tequilas, mezcales y cócteles. En mayo de 2020, con la hostelería viviendo una de las peores crisis de su historia, los cocineros se aventuraron a crear El Cártel de Mawey, una línea inspirada en la cocina callejera mexicana, más desenfadada y adaptada al día a día que la de la casa madre y destinada a ampliar su audiencia hacia un público más joven.
Mientras que Mawey centra su oferta en los tacos —aunque va mucho más allá de una taquería al uso por lo original y elaborado de sus recetas, con creaciones que no pueden encontrarse en ningún otro lugar—, El Cártel de Mawey lo hace en los burritos, que a diferencia de los otros se elaboran con tortillas de trigo —en lugar de con tortillas de maíz— cerradas por uno de sus extremos para que resulten más fáciles de comer. Aquí los rellenos son más sencillos, de unos tres ingredientes frente a los seis que incorporan los tacos de autor, y el precio medio ronda los 15 €, mientras que en Mawey Taco Bar el ticket asciende a 25 €. Ambos sellos comparten, no obstante, el uso de una materia prima auténtica, fresca y de máxima calidad y el innegable talento de dos cocineros que en los últimos años se han convertido en referentes de la mejor cocina mexicana en nuestro país: Julián Barros —con experiencia en los estrella Michelin El Poblet, de Quique Dacosta, y Zaranda, de Fernando Pérez Arellano, así como en los parisinos Apicius y Le Grande Cascade— y Fernando Carrasco, durante un tiempo, mano derecha de Roberto Ruiz en Punto MX, el que fuera el primer restaurante mexicano de Europa en obtener un astro en la Guía Roja.
EL CÁRTEL TOMA SANTIAGO
Imparables y emprendedores, los cocineros acaban de abrir sede —60 comensales distribuidos en barra, mesas bajas y mesa alta corrida— en el número 8 de la Rúa da República Arxentina, situada en una de las zonas más comerciales de Santiago de Compostela y muy cerca de una de sus principales vías, la Rúa do Doutor Teixeiro. Aquí los burritos se bautizan con alias de famosos narcos en honor al nombre de la enseña: El Mr. Nice, de cochinita pibil con queso de Oaxaca y mahonesa de jalapeño; El Turco, de pollo, ternera, harissa, yogurt, arroz, lechuga y pico de gallo; El Sito, una versión del taco gobernador de Mawey a base de gambón salteado, queso, kikos, arroz y salsa de chile ancho; El Chapo, de carnitas de Michoacán, o El Quintero, de costilla de ternera a baja temperatura con salsa Tecoripa.
Todos ellos, disponibles en servicio de delivery y take away y en versión vegana, claman por ser acompañados con chelas, micheladas, aguas frescas —de tamarindo, de limón verde y de flor de Jamaica— o con cualquiera de los cócteles de la carta. Los hay de creación propia o clásicos, y entre ellos, el Margarita es su especialidad más vendida y por tanto la más revisada: tropical, de maracuyá, de tamarindo, de Agave azul, etc.
El local, que suma 150 m2, sigue la estética marcada en las filiales de Madrid (Blasco de Garay, 10) y Vigo (Rúa Travesía de Vigo, 14) y llama la atención por sus murales de inspiración azteca en clave callejera y por las vigas amarillas que atraviesan el techo. Se trata, en suma, de un buen refugio para todo cártel que se precie y donde Barros y Carrasco ultimarán su próxima apertura: un Mawey Taco Bar en Majadahonda, Madrid, que contará con dos amplias terrazas.