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El arte social, la escultura, Zurbarán, Rubens y Polke son las grandes propuestas del Museo del Prado en 2024
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El arte social, la escultura, Zurbarán, Rubens y Polke son las grandes propuestas del Museo del Prado en 2024

viernes 29 de diciembre de 2023, 09:44h

En 2024 el Museo del Prado consolidará algunas de sus principales líneas de actuación de los últimos años: propondrá nuevas narrativas para aproximarse a la historia del arte en Arte social; incidirá en aquellos artistas contemporáneos para los que el arte del pasado supuso un fuerte estímulo creador en “Polke/Goya”, e invitará a ir más allá de las fronteras entre materiales, escuelas y cronología en “Darse la Mano”.

Así mismo, se reafirmará en su compromiso de visibilizar el papel de las mujeres en la historia del arte con la segunda edición del itinerario “El Prado en femenino” y todo ello junto a exposiciones tan ligadas al ADN del museo como “El taller de Rubens” y a la exhibición, por primera vez en España, de un fabuloso bodegón de Zurbarán procedente de The Norton Simon Museum de California.

“Arte y transformaciones sociales en España (1885-1910)”, con el patrocinio exclusivo de la Fundación BBVA y comisariada por Javier Barón, Jefe de Conservación del Área de Pintura del Siglo XIX, abrirá en el mes de mayo el programa expositivo del Museo con una gran muestra que profundizará por primera vez en España en este género clave en la pintura del siglo XIX. A través de obras de gran formato se invitará al visitante a conocer la sensibilidad, las exigencias y las denuncias que palpitaban en la sociedad española que servían de materia de expresión de pintores como Regoyos, Nonell, Fillol o el propio Picasso.

Durante los últimos años del siglo XIX sucedieron en España importantes transformaciones sociales, en un periodo convulso que ve las primeras reivindicaciones obreras y supone la pérdida definitiva de las colonias de Ultramar. En sus diversas manifestaciones, la evolución del arte permite advertir la incorporación de nuevos asuntos y de un tratamiento estilístico diferente. La pintura proporcionó un contenido sistemático a temas que, por vez primera, afectaban a la realidad de todas las clases sociales. Las carencias de la sanidad, la represión de las 2 protestas obreras, la desigualdad de género o el abuso aparecen de manera expresa o subyacente en muchas de estas obras. El triunfo del estilo naturalista, en relación y competencia con el de la fotografía, dio sentido a la plasmación de asuntos cotidianos tratados con veracidad objetiva, de modo paralelo a la novela naturalista.

En España, a diferencia de otros países europeos, esta orientación artística no ha sido objeto de exposiciones específicas pese al desarrollo que tuvo, de manera que esta muestra ofrecerá por vez primera un planteamiento de la cuestión, ocupando para ello todo el edificio Jerónimos del Museo del Prado (1.400 metros cuadrados) con un total de 300 obras.

La otra exposición temporal de gran formato, a partir del mes de noviembre, abre la puerta a un universo nuevo porque se adentra en la relación entre la forma y el color, la pintura y la escultura, en otro de los capítulos más fascinantes y menos explorados de la historia del arte. “Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro”, que cuenta con el patrocinio de la Fundación AXA y estará comisariada por Manuel Arias Martínez, Jefe del departamento de Escultura del Museo Nacional del Prado, ilustrará la incansable búsqueda de realismo en el arte barroco del siglo XVII en todo aquello que afectaba a la envoltura de la figura. Mostrar la integración natural de la pintura en la escultura y su triunfo en el mundo hispánico, y destacar el valor de la escultura como herramienta de persuasión, son algunos de los objetivos de esta exposición, que destacará por su alto contenido escenográfico.

A partir de un centenar de obras, la mitad pinturas y la mitad esculturas, se muestra cómo la tercera dimensión era la fórmula para que la divinidad fuera más creíble, y que sólo producía el efecto deseado cuando incorporaba el color.

Otra de las líneas expositivas trazadas por el Museo en los últimos años, como lugar de inspiración e influencia en el arte del siglo XX, se pondrá de manifiesto en la exposición comisariada por Gloria Moure que estará dedicada a Sigmar Polke, el artista alemán considerado como uno de los pintores más influyentes de la posguerra, y su relación con Goya. “Polke/Goya”(título provisional), con el patrocinio de la Fundación Amigos del Museo del Prado y la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, incluirá objetos, fotografías, pinturas, films y dibujos en un conjunto heterogéneo que revelará la conexión de ambos artistas tanto en las temáticas como en las facturas.

El edificio Villanueva, sede de la colección permanente del Museo, acogerá igualmente dos propuestas temporales dedicadas a los grandes maestros y la pintura antigua: Rubens y Zurbarán.

Rubens fue el pintor de mayor éxito de Europa durante la primera mitad del siglo XVII, y también uno de los más productivos -aún se conservan en torno a 1.500 3 obras suyas-. Esta exposición explora la forma en que colaboró con los numerosos ayudantes que trabajaron en su taller.

El título “El taller de Rubens”, que estará comisariada por Alejandro Vergara, jefe de Conservación del Área de Pintura flamenca y escuelas del Norte, alude a una forma de trabajar y también a un lugar físico: el obrador en Amberes donde el pintor realizaba sus cuadros. La exposición, que contará con la colaboración de la Comunidad de Madrid, incluirá una escenificación de dicho taller, conformada por caballetes, lienzos, pinturas, pinceles, brochas, paletas, tientos y otros materiales y objetos (algunos del siglo XVII, otras recreaciones modernas), además de libros, bustos antiguos y otros elementos que evocarán la colección y los intereses de Rubens. En torno a ese escenario se dispondrán pinturas, dibujos y grabados que servirán para explicar las diferentes formas de colaboración entre el maestro y sus ayudantes.

De marzo a junio, el Museo del Prado contará con el Bodegón con limones, naranjas y una rosa de Francisco de Zurbarán, procedente del Norton Simon Museum de California como obra invitada, proyecto expositivo patrocinado, desde hace más de una década, por la Fundación Amigos del Museo del Prado. Se trata de la única naturaleza muerta firmada y fechada de este autor, y ha sido reconocida en múltiples ocasiones como una de las obras capitales en la historia de este género en Europa. Su descubrimiento en la década de 1920 permitió avanzar desde una base segura en el proceso de reconstrucción del catálogo del pintor en este campo, en el que dio pruebas de gran originalidad y maestría.

En su ánimo de seguir ofreciendo nuevas lecturas de la colección permanente, el Museo presenta la segunda parte de “El Prado en femenino”, a cargo de Noelia García Pérez, profesora titular de Historia del Arte de la Universidad de Murcia, para avanzar en la cronología y centrar nuestra mirada en nuevas protagonistas, cuyas vidas quedan enmarcadas entre las figuras de las reinas Isabel de Borbón y Mariana de Neoburgo (1602-1700).

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