El parque natural de Gorbeia, el Valle de Iruelas, el Valle de Hecho y el Pla de Puigventós son 4 propuestas para disfrutar de una escapada micológica en los bosques más singulares.
En otoño y con la llegada de las primeras lluvias, España se convierte en un paraíso micológico. Para los amantes de las setas, no hay mejor placer que cocinar los hongos que han encontrado y recolectado ellos mismos. ¿Dónde buscar? ¿Qué especies? ¿Qué tener en cuenta?
Logis, la primera cadena de restaurantes y hoteles independientes de Europa, propone donde alojarse, durante estas escapadas, para que los más seteros saquen el máximo provecho de la temporada en los bosques.
Parque Natural de Gorbeia (País Vasco)
Situado en una impresionante área montañosa entre Álava y Vizcaya y coronado por la cumbre Gorbeia, este parque natural es un espacio protegido y un muy buen lugar para salir a recoger setas en el País Vasco. En el parque abundan bosques de robledales, hayas, alisos, fresnos y sauces donde el visitante puede encontrar buenas setas, aunque es en el hayedo de Altube donde prolifera la especie más buscada de la zona: el boletus edulis.
A tener en cuenta: En el País Vasco no hay que pagar una tasa para la recogida de hongos, pero sí existe una normativa que marca un límite de recogida de dos kilos por persona y día y la obligación de recolectar usando navaja y cesta de mimbre.
Dónde alojarse
Acreditado como Relais du Silence por la amplitud y la tranquilidad que se respira en sus estancias, Logis recomienda El Hotel Etxegana. Ofrece una sinergia entre hotel y Spa para una estancia de pura relajación y contacto con la naturaleza. Con 18 amplias habitaciones, todas ellas con hidromasaje, el hotel está ubicado en un bosque de hayas a los pies del Parque Natural del Gorbeia (Vizcaya) y forma parte de la colección de alojamientos excepcionales Logis, “Logis d’Exception”. Cuenta con un pequeño spa con grandes ventanales y una cocina que ofrece lo mejor de la tierra.
Valle de Iruelas (Ávila)
A menos de una hora de Madrid, la reserva natural del Valle de Iruelas es una de las primeras reservas micológicas de España, un lugar que esconde uno de los bosques más bellos de la península, el castañar de El Tiemblo, con castaños con los sotos de robles, acebos y pinos. Todo un hito de este bosque es el famoso Abuelo, un castaño monumental de más de 500 años, con 19 metros de altura y 16 de diámetro. Aquí se fomenta la educación micológica para ayudar al visitante a diferenciar las especies de setas y a distinguir las comestibles de las venenosas. Cuenta con un recorrido asequible, pensado para todos los públicos, donde crecen abundantes setas y hongos durante el otoño, principalmente el boleto edulis y la amanita caesarea.
A tener en cuenta: En el Valle de Iruelas es necesario sacarse un permiso para recolectar setas. Más información: micocyl.es
Dónde alojarse
Ubicado en un entorno rural en Navaluenga (Ávila), a orillas del río Alberche, en el valle que conforman las estribaciones de Gredos y la Sierra de Ávila. Logis recomienda El Hotelito, el primer hotel con denominación agrochic. Cuenta con 12 habitaciones con terraza o jardín privado, todas ellas con grandes ventanales, así como con una piscina desde donde contemplar la puesta de sol y las montañas. También dispone de un restaurante, con una pequeña carta de inspiración hispano-nórdica y una cocina casera sin pretensiones que se confecciona en función de la época del año y que incluye vegetales ecológicos del propi o huerto.
Valle de Hecho (Huesca)
Rebichuelos, setas de pino, fongos… Los frondosos bosques de pinos y hayedos del valle de Hecho (o Echo), en Huesca, cuentan con innumerables zonas y rutas donde disfrutar del inmenso valor micológico del Pirineo aragonés. Zonas como la del Gabardito o la Selva de Oza, en el paraíso de los valles Occidentales, son algunas de las más recomendadas para los aficionados a la micología.
Se trata de un paraje que destaca por su belleza natural (está incluido en la Red Natura 2000), así como por la historia que presenta cada rincón de la zona y que se muestra a través de su arquitectura popular, sus innumerables tradiciones locales y de la utilización del cheso, una variante de la lengua aragonesa que origina el gentilicio del lugar.
A tener en cuenta: Los montes están acotados, por lo que es necesario un permiso para la recogida de setas, que se obtiene en cada Ayuntamiento.
Dónde alojarse
Ubicado en el Pirineo Aragonés, a unos 5 km de Jaca, Logis recomienda el Hotel Barosse es un encantador hotel boutique sólo para adultos que cuenta con 5 habitaciones, cada una con personalidad propia y todas ellas con elementos de la arquitectura local. Para relajarse tras una jornada de recoger setas, el hotel cuenta con una sala de relax, una zona spa con sauna y jacuzzi y otro jacuzzi en el exterior que permite contemplar las magníficas vistas que lo rodean. Para los amantes de la gastronomía, el Restaurante Barosse ofrece deliciosas cenas.
Pla de Puigventós (Barcelona)
En otoño, los bosques de la comarca del Berguedà son famosos por sus deliciosas setas. Rovellons, camagrocs, llenegues, pinatells y fredolics son algunas de las especies que se pueden encontrar en bosques como los del Pla de Puigventós, donde cada año -a principios de octubre- se celebra la fiesta de la seta que marca el inicio de temporada en Cataluña, una de las regiones con mayor tradición en la recolección de hongos.
A tener en cuenta: Aunque no es obligatorio, la Generalitat de Catalunya aconseja a los recolectores sacarse la licencia pública, que es gratuita y se obtiene por internet.
Dónde alojarse
Rodeado de campos de gramíneas y bosque, un paisaje singular y característico del Pla de Bages, Logis recomienda el Hotel Mas de La Sala que cuenta con 26 habitaciones y suites ubicadas en las antiguas edificaciones de la granja. Además de piscina y gimnasio, el hotel cuenta con un restaurante que ofrece platos tradicionales, entre otros más vanguardistas, siempre elaborados con productos de temporada y dando prioridad al producto local: cordero y butifarra de Cabrianes, huevos de Sallent y verduras frescas del huerto, con especial atención a los vinos de la DO Pla de Bages y cavas de Artés. Tranquilidad y quietud para seducir al viajero con un cálido ambiente hogareño.