El restaurante Virrey refresca el verano con su tradicional gazpacho en vasija de barro

Como cada verano, el restaurante Virrey (Madrid) ofrece su gazpacho tradicional, servido en vasija de barro y con verduritas de la huerta para acompañar al gusto. El próximo 21 de julio se celebra el Día Internacional del Gazpacho y Virrey se convierte en el lugar perfecto para celebrar este plato veraniego por excelencia.

En Virrey son conscientes de que los platos sencillos son los que siempre triunfan. Por eso, con la llegada del calor, el restaurante madrileño de alma norteña recupera una de sus propuestas más esperadas: su icónico gazpacho, una receta que ya es tradición en la capital cuando suben las temperaturas y que cada año vuelven a servir en su icónica vasija de barro.

El chef Carlos Fernández-Miranda vuelve a confiar en lo sencillo para celebrar la estación más esperada con un gazpacho de corte tradicional, elaborado de forma artesanal y acompañado de verduritas cortadas en brunoise para personalizar al momento. “Lo hacemos con tomate pera, que maduramos nosotros mismos para que esté en su punto y tenga un sabor intenso. Le añadimos pepino, pimiento verde, un poco de ajo sin germen, cebolleta blanca y lo emulsionamos con sal, vinagre y aceite de oliva virgen extra”, explica el chef. Y añade: “La presentación en fuente de barro me gusta mucho porque le da ese aire casero, auténtico, que me encanta”.

Una elaboración que no necesita artificios, porque ya lo tiene todo: tomates en su punto justo, buen aceite y esa forma tan honesta de preparar los platos que caracterizan a Virrey. El gazpacho no solo rinde homenaje a la cocina tradicional andaluza, sino que lo hace con un sello muy propio: producto de calidad, presentación cuidada y un entorno que invita a alargar la sobremesa.

Disponible ya en su carta de verano, es la opción ideal tanto para abrir una comida como para disfrutarlo en la terraza, acompañado de alguna de sus especialidades. Con su mantelería blanca y su exquisito mobiliario, la terraza de Virrey se convierte así en el rincón perfecto para refugiarse del calor madrileño sin renunciar al producto estacional. La carta sigue celebrando el Cantábrico y el Atlántico con platos como las alcachofas con almejas, los bígaros o las zamburiñas y, para los paladares más exquisitos, joyas como el rib eye o el virrey, que el chef ha convertido en emblema de la casa.