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Semana Santa...(o no tanto)

Semana Santa...(o no tanto)

Repaso a las mejores celebraciones de Semana Santa en los destinos más punteros del mundo.
Las saetas, los capirotes, la pasión, la devoción, los penitentes, las cofradías…
Semana Santa…
La Semana Santa es eso y mucho más, y aunque el fervor religioso se desborde en muchas ciudades, también hay tiempo, mucho tiempo para el relax, la fiesta y las vacaciones, porque con esas fechas llega la primera gran escapada del año…
Y es que para mucha gente, la Semana Santa es sinónimo de vacaciones, pequeñitas, pero vacaciones al fin y al cabo, y si se puede nos alejamos de la rutina diaria, del trabajo, del agobio de la ciudad… para irnos a otra ciudad, en la que a lo peor estamos más agobiados, porque hay lugares en los que la aglomeración, sea por devoción o por curiosidad, es tan grande, que si lo que queremos es relajarnos, no lo vamos a conseguir…
FERVOR RELIGIOSO O FIESTA PAGANA
Así que por mucho que se hable de la pasión de Jesucristo, de recogimiento, del sufrimiento cristiano, para muchos la Semana Santa supone fiesta, playa, juerga…
En resumen fiesta pagana, nos guste o no, en toda la regla. Y si no es así, una mezcla entre ambos ambientes, en los que se confunden la religión y la fiesta a tope…
Y para confirmar esto:
“La semana santa, se celebra en los días en que cae la primera luna llena después del equinoccio de primavera”.
Lo que está bien claro es que la Pascua celebrada por los judíos, sigue las fases del calendario lunar.
“Siendo así, la Semana Santa es generalmente en marzo o abril, siempre dependiendo de las fases lunares, que duran 28 días, mientras que nuestro calendario se basa en el sol y las fases duran 30 días. La semana santa se mueve por estas razones y aunque es verdad que Jesús, según distintos textos históricos o sagrados, murió en la fecha que le corresponde a esta semana, no hay ninguna referencia bíblica para el tipo de celebración cargada de procesiones paganas que hace la iglesia popular”.
LA SEMANA SANTA EN ESPAÑA
España, Estado aconfesional y laico, desde 1978, tal como se refleja en la Constitución, no ha olvidado su pasado religioso (católico, apostólico y romano) y en estas fechas en numerosas poblaciones se celebran actos y procesiones que rememoran los últimos días de la vida de Jesús. La Semana Santa da comienzo el domingo de Ramos y finaliza el domingo de Resurrección y recorre la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
LAS PROCESIONES MÁS CONOCIDAS (O RECONOCIDAS)
La Semana Santa de Sevilla es tal vez la fiesta religiosa más importante del mundo católico, alcanzando en las últimas décadas momentos de esplendor, como pocos en su historia.
La Semana Santa de Sevilla es organizada por las Hermandades y Cofradías, asociaciones públicas de fieles de la Iglesia Católica, dependientes del Arzobispado de Sevilla. Pero son asociaciones de fieles laicos con un grado de autonomía importante en lo que se refiere a su organización.
Las Cofradías de Sevilla tienen un amplísimo respaldo social, pues penetran en todas las capas de la sociedad, desde los ámbitos más tradicionales y más ortodoxamente católicos de la sociedad hispalense, hasta los ámbitos más desarraigados e incluso excluidos.
La Semana Santa de Málaga, posee una tradición ancestral que se remonta a la época de los Reyes Católicos.
La Semana de Pasión pone en las calles un auténtico espectáculo perceptible por los cinco sentidos, sus tronos, portando a las imágenes que son mecidas durante todo el recorrido, miles de nazarenos y penitentes que van dando luz y color con sus cirios y vestimentas por el itinerario, marchas procesionales que llenan de la particular música de Semana Santa, aromas a incienso y a flores al paso de las procesiones y miles de personas que se agolpan por ver y aplaudir a sus cofradías favoritas.
La Semana Santa es muy distinta para quien no la conoce y quedará sorprendido al comprobar que aquí no se vive una Semana de Pasión con recogimiento y silencio. En Málaga se vive con alegría, con bullicio, con vítores, con saetas espontáneas y aplausos al paso de las imágenes.
Las calles de Zamora forman un marco inigualable para las procesiones de Semana Santa.
El románico zamorano que se encuentra tras cada esquina se funde con la belleza de las tallas, que recorren la Plaza Mayor o la Rúa de los Francos para que los visitantes y los zamoranos puedan regresar al siglo XIII, época en la que se fundaron las primeras cofradías. Ninguna de ellas ha llegado a la actualidad, pero sí sembraron la semilla para que germinaran en el siglo XV cofradías como la de la Santa Vera Cruz, Nuestra Madre de las Angustias y la de la Santísima Resurrección, que todavía sacan sus pasos año tras año.
La celebración de la Semana Santa conquense adquiere especial relieve por el trazado urbanístico medieval del Casco Antiguo, que se convierte en un espectacular escenario que nos transporta a tiempos pasados. Los desfiles procesionales adquieren una gran belleza al anochecer.
Por su profundo arraigo entre los conquenses, destaca la procesión Camino del Calvario, conocida popularmente como las Turbas, en la madrugada del Viernes Santo. Esta procesión no deja indiferente a nadie: las turbas aparecen como "actores" encargados de representar la burla que sufrió Jesús camino de la cruz. Durante el recorrido se producen momentos de estruendo al toque de tambores y clarines, que contrastan con otros de absoluto silencio, como cuando se canta el Miserere en la escalinata de la Iglesia de San Felipe Neri.
Las calles de Valladolid se tiñen de penumbra para recibir a cofradías y cofrades que, acompañados de las tallas, protagonizan una Semana Santa con más de 500 años.
Algunas de sus diecinueve cofradías datan del siglo XVI y convierten las calles de Valladolid en un verdadero museo de la escultura barroca. Las figuras que componen los pasos parecen tomar vida ante la respetuosa mirada de los vallisoletanos y los foráneos que acuden cada año atraídos por la inusual belleza de esta Semana Santa.
Procesiones peculiares (como mínimo)
La Semana Santa de España no deja indiferente a nadie, seas creyente o no. El tiempo de celebración de la pasión y resurrección de Jesucristo impacta emocionalmente a los visitantes, en algunos casos se produce una catarsis, que los convierte en actores de unos hechos acaecidos hace más de 2.000 años.
Claro que hay procesiones o celebraciones que se pueden denominar, como poco, de peculiares, y en algunos casos de bizarras…
En León hay procesiones a todas horas y de todo tipo, gente por la calle y actividades sin fin. De corte clásico, su semana de pasión es referencia nacional. Ya lo era en 1929, cuando falleció Genarín arrollado por el primer camión de la basura motorizado de la ciudad, un jueves santo, mientras orinaba. Con el tiempo, este personaje bohemio, borrachín y mujeriego se ha convertido en un mito en León. Cuatro amigos decidieron fundar una cofradía del personaje creando la Hermandad de Nuestro Padre Genaro. Desde entonces, cada jueves santo se procesiona por las tabernas del Barrio Húmedo de León que él mismo frecuentó aquella fatídica noche. Botellas de orujo y queso amenizan el recorrido. Es un Vía Crucis no para sufrir sino para disfrutar.
Imaginaos miles de personas con clarines y tambores tocando sin cesar cada uno por su cuenta, sin orden ni concierto -nunca mejor dicho- y cuando menos se espera, de repente, se hace el silencio. Es una de las más conmovedora y al mismo tiempo impactante procesiones de Semana Santa, declarada además Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Se celebra la madrugada del viernes santo y sus orígenes están fechados en 1.616. En realidad el estruendo representa la burla y los insultos a los que fue sometido Jesús de camino al Calvario, por eso la cofradía de las turbas se llama Camino del Calvario. A las cinco y media de la mañana en la plaza del Salvador los turbos hacen un ruido ensordecedor que aumenta cuando aparecen también la imagen del Caído y de la Verónica. De repente, el silencio es sepulcral con la aparición de la Virgen de la Soledad. Y eso es sólo el principio. También se la conoce como procesión de los borrachos, ya que como se celebra a altas horas de la madrugada muchos de los asistentes van con una copa de más, aunque esta denominación es considerada peyorativa e injustificada por los conquenses.
Olivenza es una ciudad de Extremadura pero de origen portugués. Dicen que sus habitantes son hijos de España y nietos de Portugal y en sus calles aún se conserva una cultura teñida de rojo y verde. Por eso no es extraño que dos de sus cofradías conserven la identidad y los ritos portugueses. La Cofradía de la Misericordia y la Real Archicofradía del Señor de los Pasos, ambas fundadas en el siglo XVI, son el fiel reflejo de un conjunto de tradiciones que lo habitantes de este pueblo han sabido preservar tras 500 años de existencia.
En Verges, un pueblo de Girona, existe una de las escenas más bizarras, más extrañas que se pueden ver. Después de la representación de la vida de Cristo, arranca la procesión de la Pasión, durante la cual personas disfrazadas de esqueletos bailan una danza macabra. Una guadaña, un reloj sin manecillas, una pancarta y dos placas de ceniza simbolizan en cada esqueleto el paso del tiempo y la muerte. La comitiva se sitúa detrás de una procesión de varias personas encapuchadas y con máscaras de calavera que portan antorchas y marchan al ritmo de los tambores. El pequeño municipio gerundense es, así, escenario cada Semana Santa de una joya histórica: una danza de la muerte que se conserva desde la Edad Media, cuando se asociaba a las epidemias de peste negra, en la que diez esqueletos bailan al son de un timbal para recordar que nadie está exento de acabar sus días en este mundo.
En Navaluenga, un pueblo de Ávila, se leen poemas mientras se procesiona el Jueves Santo. Ocurre durante el recorrido por sus calles de las imágenes de El Amarrado a la Columna, El Nazareno de la Caída, El Cristo de la Veracruz y Nuestra Señora de los Dolores. En este pueblo de 2.200 habitantes, dos cuadrillas, compuestas por 25 personas cada una, compiten para ver quién declama mejor y más alto 14 romances (300 versos) dedicados a la pasión y muerte de Jesucristo. 12 de esos romances fueron escritos por Lope de Vega y los otros dos por José de Valdivieso. El origen de la tradición es desconocido.
De primitivo y algo “gore” se puede calificar la tradición de los “Empalaos”, en la comarca de la Vera (Cáceres). Los Empalaos, que se celebran el Jueves Santo, son hombres, anónimos, que llevan sobre sus hombros desnudos un timón hecho con madera de castaño atando fuertemente los brazos a él, incluyendo el torso, una corona de espinas, dos espadas en la espalda y un velo. Van descalzos por el pueblo y se arrodillan ante cada cruz que hay (hay 14 cruces) y ante cada empalao que cruzan. Las mujeres se visten con una tela morada una cruz de espinas en la cabeza y cogen una cruz de madera, al igual que los empalaos, van descalzas y efectúan el mismo recorrido que los empalaos
“Hacia mediodía del Viernes Santo, la multitud se congrega en la plaza de la iglesia... A la primera campanada de las doce del reloj de la iglesia, un estruendo enorme, como de un gran trueno retumba en todo el pueblo con una fuerza aplastante. Todos los tambores redoblan a la vez. Una emoción indefinible que pronto se convierte en una especie de embriaguez, se apodera de los hombres... Al amanecer, la membrana de los tambores se mancha de sangre: las manos sangran de tanto redoblar... El sábado... a la primera campanada de las doce, todos los tambores enmudecen hasta el año siguiente”. Así describe Luis Buñuel una tradición de siglos que tiene lugar en este pequeño pueblo de Teruel.
“Fue como el anuncio de un maremoto, algo catastrófico que se avecinaba, lejano de todo conflicto bélico. ¡Cuarenta tambores, desgajados de los más de mil que acompañan en Calanda en la noche solemne y agónica de Viernes Santo ¡ Llevaban los tamborileros túnica morada, como los penitentes encapuchados de las procesiones andaluzas.” (Rafael Alberti)
En Málaga, el Cristo de la Buena Muerte es escoltado en su recorrido de Jueves Santo por las calles por los legionarios del ejército español, en el acto que suscita las mayores cotas de simpatía entre los ciudadanos. La legión y los legionarios (con la cabra incluida) son hermanos mayores de esta cofradía desde 1.928 y no ha faltado a la cita ni un solo año desde entonces. El momento cumbre es cuando los legionarios entonan el himno “El Novio de la Muerte” a voz en grito, sin acompañamiento de instrumentos musicales, al tiempo que soportan la imagen de Cristo en la cruz.
SEMANA SANTA EN EL MUNDO
Fue en el primer concilio ecuménico, en el 325 (Concilio de Nicea), en el que se establecieron las pautas de celebración de la Pascua, que debería celebrarse cada año, el domingo posterior a la primera luna llena tras el equinoccio de primavera. Así se convirtió en una fiesta cristiana, que se celebra de manera muy diferente según el país.
La Semana Santa en España se celebra con la salida a la calle de procesiones, habitualmente organizadas por una cofradía. En cada procesión de Semana Santa figuran una o varias hermandades, cada una con su paso o sus pasos, que suelen ser imágenes religiosas de la Pasión de Cristo, o imágenes marianas, aunque hay excepciones como los pasos alegóricos o los de santos. También figuran los penitentes o nazarenos con sus correspondientes insignias.
semana santa italiaEn Italia la semana santa se vive con mucha devoción. Los italianos cuentan con un día extra de fiesta: el lunes de Pascua, después de intensos días de procesiones, pasteles tradicionales y con la cita más importante: la bendición papal del Urbi et Urbi en la plaza de San Pedro, Vaticano, en domingo de Resurrección.
En Francia, no hay celebraciones especiales, sólo el jueves y sábado santo las campanas del país no repican, un silencio por la muerte de Jesús. Popularmente se cuenta a los niños que las campanas no suenan porque han ido a Roma a ver al Papa.
En Australia, como en Estados Unidos donde la religión católica es minoritaria, no se celebran grandes liturgias, pero los comercios sí utilizan estas fechas para vender, al igual que en Centroeuropa, dulces y huevos de chocolate.
En México, casi 3 millones de mejicanos se congregan en el Cerro de la Estrella de Iztapalapa, en México D.F, donde más de 6.000 personas recrean la Pasión de Cristo por las calles de la ciudad.
Quizás la celebración más polémica es la que se celebra en Filipinas. Allí muchas personas intentan recrear el mismo dolor que, dicen, sufrió Jesús. En la localidad de San Pedro de Cutud, 10 personas son crucificadas (clavos en las manos incluidos) y otras tantas pasean por la ciudad dándose latigazos hasta sangrar.
semana santa jerusalenPero, es en Jerusalén donde más sentido tiene la Semana Santa, y en la que con más fervor se celebra. Allí, los visitantes que se desplazan hasta la Ciudad Santa, pueden recorrer los lugares que se citan en la Biblia, y asistir a numerosas misas, que les harán transportarse más de dos mil años atrás. Y es que celebrar los grandes eventos de la historia, en el lugar donde ocurrieron, y en concreto, estas celebraciones para los creyentes, en Jerusalén, tiene un componente emotivo mucho mayor.
Y POR ÚLTIMO, UN POCO (O MUCHO) DE GASTRONOMÍA DE SEMANA SANTA
En España es muy tradicional en el norte servir una especie de sopa denominada las sopas de ajo, con sus trozos de pan duro en agua y con grandes cantidades de pimentón que hace recordar la carne, típico de la Semana Santa en Zamora.
El potaje de vigilia que es una variedad de potaje realizado con bacalao en salazón. El bacalao en salazón se puede decir que es el pescado protagonista en la Semana Santa en España, tiene su preparación en buñuelos, en croquetas y en tortillitas, todos ellos son ejemplos de uso de este pescado. Antaño eran muy populares los Huevos de vigilia. Al igual que el bacalao, los escabeches en el interior son muy populares y un ejemplo de ello es chicharro en escabeche.
Las patatas viudas es un plato preparado con patatas guisadas sin incluir contenido cárnico entre sus ingredientes.
La denominación "viudas", al igual que con otros platos españoles viene a indicar que poseen ingredientes vegetarianos en su elaboración (en contraposición con las patatas a la riojana que suelen llevar chorizo).
El "pa torrat". Durante la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX, la jornada de Viernes Santo en Crevillent resultaba agotadora, no en vano, se realizaban cuatro procesiones, comenzando la primera de madrugada, para terminar con la procesión general del Santo Entierro en la que participaban todos los pasos existentes en la población.
Por ese motivo, surgió la necesidad de obsequiar a los portadores de los pasos con un almuerzo para que pudieran reponer fuerzas entre las dos primeras procesiones de la mañana.
Así surgió el “Pa Torrat” (pan tostado al horno con aceite y sal) con el que las cofradías obsequiaban y todavía hoy obsequian a sus cofrades la mañana de Viernes Santo.
Repostería
El origen de la repostería de Cuaresma y Semana Santa lo encontramos en la antigua obligación de cumplir con el “ayuno” y la “abstinencia”. Los dulces se convertían en protagonistas de la mesa ya que gracias a su aporte calórico saciaban la necesidad de alimento y evitaban la tentación de la carne.
En el terreno de la repostería española pascual es muy popular en todo el territorio por estas fechas las famosas torrijas, elaboradas con pan y cuyas recetas difieren bastante de un lugar a otro. Las torrijas se elaboran con restos de pan y se fríen tras remojarse en leche para ser servidas calientes. Las frutas de sartén son muy populares en la repostería de esta época. Son populares en algunas zonas del sur de España los Pestiños. En Cataluña son muy famosas las Monas de Pascua y en Valencia se suele comer al aire libre las denominadas longanizas de pascua y las monas (bollos con huevos cocidos), o los mismos Hornazos del sur de España.
La Torrija. Quién se puede imaginar una Semana Santa sin este dulce tradicional de cuaresma que consiste en una rebanada de pan (habitualmente duro, de varios días) empapada en leche y, tras ser rebozada en huevo, frita en una sartén con aceite.
De origen humilde, buscaba antaño saturar pronto para evitar caer en la tentación de probar algún plato de carne, como se sabe, alimento al que hay que guardar abstinencia durante la cuaresma.
Una teoría acerca de su origen es que nacieron a finales del siglo XV en los conventos de Andalucía para aprovechar el pan que sobraba. Su gusto y su fácil elaboración hizo que se extendiera rápidamente. Son, sin lugar a dudas, las auténticas reinas de la pastelería de Cuaresma.
Leche Frita. Este dulce es una variación de las tradicionales torrijas, que en lugar de pan, llevan harina para que se haga una masa con cuerpo…
El Pestiño. Es un dulce navideño típico del sur de España, elaborado con masa de harina, frito en aceite de oliva y pasado por miel. También se elaboran con azúcar, como una alternativa a la miel.
La mona de Pascua. Es un alimento típico valenciano y catalán que consiste en una torta de la Pascua cuya degustación simboliza que la Cuaresma y sus abstinencias se han acabado.
El nombre proviene de la munna término árabe que significa "provisión de la boca", regalo que los moriscos hacían a sus señores.
En Cataluña, su apariencia es más cercana a la de una tarta. Empezó sustituyéndose el huevo de gallina por uno de chocolate que acabó siendo la base de la mona haciendo los pasteleros auténticas filigranas arquitectónicas con el chocolate.
Los Hornazos. El hornazo es una especie de empanada, típica de muchas zonas de España. La gran mayoría de los hornazos coinciden en tener el huevo duro en su composición y se suelen comer en la misma época: en los días previos o posteriores a la Pascua.
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