A solo 40 km de Lisboa, Setúbal ofrece paisajes únicos y una rica biodiversidad, reafirmando su compromiso con la conservación en el Día Mundial del Medio Ambiente.
El municipio alberga maravillas naturales como el Estuario del Sado, el mirador de Portiño de Arrábida, el Parque Urbano de Albarquel, la Lapa de Santa Margarida y la playa de Galápos.
Setúbal, uno de los secretos mejor guardados del litoral portugués, se revela como un destino imprescindible para quienes buscan conectar con la naturaleza, disfrutar de la tranquilidad y admirar paisajes de ensueño. A tan solo 40 kilómetros de Lisboa, esta región sobresale por su autenticidad, su rica biodiversidad y la variedad de espacios naturales que ofrece a quienes la visitan. Desde miradores con vistas impresionantes hasta grutas escondidas, Setúbal es el refugio perfecto para aquellos que desean respirar aire puro frente al Atlántico.
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, Setúbal reiteró su compromiso con la conservación de su invaluable patrimonio natural. La ciudad no solo celebra la belleza de sus paisajes, sino que también pone en valor los esfuerzos constantes para proteger sus parques naturales y áreas protegidas, asegurando así la preservación de estos entornos únicos para las futuras generaciones.
Estuario del Sado, un paraíso natural para delfines, aves y moluscos
Situado entre la imponente Sierra de Arrábida y las llanuras del Alentejo, el Estuario del Sado es el segundo más grande de Portugal y uno de los principales de Europa. Este ecosistema diverso alberga marismas, salinas, bancos de arena y zonas agrícolas, y destaca por ser hogar de la única población residente de delfines mulares del país. Además, es un importante criadero natural de especies marinas como la ostra portuguesa y uno de los humedales más relevantes para aves acuáticas en Portugal. Un verdadero santuario de biodiversidad que invita a ser disfrutado con respeto por la naturaleza.
Vistas de ensueño en el mirador de Portiño de Arrábida
Considerado uno de los puntos más fotogénicos de Setúbal, el mirador de Portiño de Arrábida ofrece, sin lugar a duda, una de las panorámicas más impactantes del litoral portugués. Desde aquí, el azul intenso del océano se funde con la vegetación del Parque Natural de la Arrábida. Fácilmente accesible, se trata de una parada indispensable en cualquier ruta por este enclave natural, perfecto para contemplar el atardecer o dejarse llevar por la belleza del paisaje.
Parque Urbano de Albarquel, naturaleza y ciudad en equilibrio
A tan solo unos minutos del centro de Setúbal, este espacio verde moderno y polivalente invita al descanso y al ocio al aire libre. Con zonas ajardinadas, senderos para caminar o disfrutar de un agradable paseo en bicicleta, acceso directo a la playa y vistas al Estuario del río Sado, el Parque Urbano de Albarquel representa una excelente integración entre entorno urbano y naturaleza. Un lugar ideal para disfrutar en familia y contemplar la belleza del entorno.
Lapa de Santa Margarida, la espiritualidad bajo tierra
Oculta entre los acantilados del Parque Natural de la Arrábida, esta cueva natural alberga en su interior una capilla del siglo XVII, símbolo de recogimiento y fe. El acceso se realiza a través de una escalinata esculpida en la roca, de más de 200 peldaños, que guía al visitante hacia un lugar donde el silencio, solo interrumpido por el rumor del mar, crea una atmósfera sobrecogedora. En sus inicios, la capilla albergó la imagen de Santa Margarida, y de ahí su propio nombre.
Arena dorada y aguas cristalinas en la playa de Galápos
Situada entre los acantilados del Parque Natural de la Arrábida, y separada de la playa de Galapinhos solo por algunas rocas, la Playa de Galápos es uno de los rincones más especiales de Setúbal. Su arena dorada y sus aguas transparentes invitan a la calma y la contemplación. Esta playa, rodeada de vegetación mediterránea, es ideal para quienes buscan tranquilidad, así como para los aficionados al snorkel o al senderismo.
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