En otoño muchos olvidan la presencia de un paraíso cercano, perfecto para una escapada que rompa con la monotonía y nos cargue de energía. Es la isla de Formentera, la pequeña de las Pitiusas, un idílico destino a menos de una hora en avión de Madrid o Barcelona, conectada también por ferry con la Comunidad Valenciana, y que ofrece durante todo el año un edén de paz y tranquilidad.
El otoño es un momento perfecto para descubrirla o para disfrutar de ella de un modo diferente. La isla goza de temperaturas suaves, que recuerdan a la primavera, y que son perfectas para la práctica de deportes como el nordic walking, que además puede realizarse con bastones y audioguías que se prestan en las oficinas de turismo sin ningún coste. Como novedad esta temporada, la oficina de turismo de Sant Francesc permanecerá abierta durante todo el año, al igual que la de La Savina, ofreciendo este servicio, así como dispensando todo tipo de información acerca de la agenda cultural y lúdica de la isla.
El senderismo y los paseos en bicicleta o a caballo son otras excelentes opciones para recorrer Formentera disfrutando de un entorno natural único. Quienes simplemente deseen relajarse, encontrarán magníficos establecimientos abiertos para sus vacaciones en los que tomar los últimos rayos de sol. Varios restaurantes y bares en diferentes playas abren sus puertas todos los fines de semana.
Para más info:
www.formentera.es
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