¿Quién no ha sentido alguna vez los oídos taponados o incluso dolor durante un vuelo? Esta molestia, habitual en trayectos aéreos, se conoce como otalgia barotraumática y está causada por los cambios bruscos de presión en cabina, especialmente durante el despegue y el aterrizaje.
Cuando la presión del aire cambia rápidamente, el oído medio necesita equilibrarse con el exterior a través de la trompa de Eustaquio. Si esta no se abre correctamente —algo frecuente en casos de resfriado, congestión nasal o alergias— aparece la sensación de taponamiento, zumbidos e incluso dolor agudo. En casos más severos, puede derivar en vértigos o pequeñas lesiones en el tímpano.
Desde Aural Centros Auditivos, pioneros en audiología de excelencia en España, los expertos comparten cinco recomendaciones sencillas para cuidar la audición durante un vuelo:
- Bosteza, traga o mastica chicle durante el despegue y el aterrizaje. Estas acciones ayudan a abrir la trompa de Eustaquio y equilibrar la presión en el oído medio.
- Evita volar con congestión nasal o resfriado. Si no es posible, usa un descongestionante nasal antes del vuelo para facilitar la ventilación del oído.
- Mantente hidratado y evita dormir durante el descenso, cuando los cambios de presión son más intensos.
- Usa tapones de aviación (de presión progresiva). Son reutilizables y ayudan a que los cambios de presión se produzcan de forma más gradual.
- En niños pequeños, ofrece chupete o biberón durante el despegue y aterrizaje. La succión y deglución ayudan a evitar molestias.
“La otalgia no suele ser grave, pero si las molestias persisten tras el vuelo o si hay antecedentes de infecciones de oído, es recomendable acudir a revisión audiológica”, señalan los expertos de Aural.
¿Qué pasa si llevas audífonos?
Las personas usuarias de audífonos pueden volar sin problemas, sin embargo, los expertos de Aural recomiendan:
- Mantener los audífonos puestos durante el vuelo, salvo indicación médica o molestias específicas.
- Llevar pilas o cargadores de repuesto, ya que los cambios de temperatura y presión pueden afectar la autonomía.