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Castillo de Kilkenny
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Castillo de Kilkenny

La belleza medieval de la ciudad de Kilkenny (Irlanda)

Kilkenny se encuentra en pleno corazón del Ancestral Este de Irlanda, cuna de la cultura y la historia irlandesa, por lo que siempre hay un castillo, alguna mansión grandiosa o un monasterio magnífico en las cercanías.

Kilkenny es una pequeña y vibrante ciudad situada en el sureste de Irlanda a poco más de 100 kilómetros de Dublín, un lugar repleto de personajes variopintos, música asombrosa y un ambiente arrebatador.

La capital del condado homónimo, Kilkenny conserva un patrimonio medieval excepcional, en el que destaca su castillo y la catedral de San Canice. Es junto a Cashel la localidad con los monumentos históricos más espléndidos del Sur de Irlanda.

Kilkenny se encuentra en pleno corazón del Ancestral Este de Irlanda, cuna de la cultura y la historia irlandés

Estos dos grandes monumentos están conectados por la denominada ‘Medieval mile’ o Milla medieval. Y es que en poco más de un kilometro se recorre la distancia que separa ambos edificios. En el trayecto se van encontrando algunas joyas del pasado medieval de la ciudad: una taberna, una abadía, casas de comerciantes…

A Kilkenny se la conoce también como la ‘Ciudad de mármol’ (Marble city) debido al mármol negro que se extraía de una cantera cercana y cuya piedra fue empleada en la construcción del pavimento y en numerosos edificios.

Esta ciudad sorprende, sobre todo, por su tremenda actividad cultural que se manifiesta en diversos festivales a lo largo de todo el año. Los más conocidos quizá sean el Kilkenny Roots Festival (que tiene lugar en mayo) dedicado a la música folk, rock y country, y el Kilkenny Arts Festival, que se celebra todos los años en agosto y en el que tienen lugar multitud de actuaciones musicales, teatrales y de danza, así como eventos relacionados con la literatura, el cine o el arte contemporáneo.

Un castillo del siglo XII, una animada escena artesanal, pubs con una larga tradición, caminos adoquinados y callejuelas secretas, Kilkenny combina a la perfección el encanto de una ciudad pequeña con la actividad incesante de una ciudad grande.

Durante el día, el visitante puede empaparse de la cultura con obras medievales, recorridos por fábricas de cerveza y exposiciones de diseño, pero por la noche, Kilkenny rebosa energía con animadas sesiones de música tradicional, pubs históricos y algunos de los mejores festivales de la isla.

Castillo de Kilkenny: su historia

A principios del siglo XIII, un noble normando, William Marshall conde de Pembroke, levantó en este emplazamiento un castillo de piedra, aprovechando la torre ya existente.

El conde de Pembroke fue uno de los caballeros más relevantes de su tiempo. Sirvió a cuatro reyes de Inglaterra, entre ellos Ricardo Corazón de León y Juan I, bajo cuyo reinado se redactó la carta magna de 1215, considerada la primera constitución de la historia.

William Marshall llegó incluso a ser regente del hijo de Juan, cuando este accedió al trono con 9 años.

En 1360 la poderosa familia Butler de Ormond, de origen también normando, se hizo con la propiedad del castillo, que ostentaría durante 600 años.

El condado de Ormond llegó a ser uno de los más extensos y prósperos de Irlanda y era controlado por el señor desde el castillo de Kilkenny. Lo que da una idea de la importancia que tuvo esta ciudad.

Kilkenny conserva un patrimonio medieval excepcional, en el que destaca su castillo y la catedral de San Canice

Durante los años en que perteneció a la familia Butler, el castillo sufrió numeras reformas y añadidos por lo que en el edificio pueden encontrarse diversos estilos arquitectónicos. De hecho, la fortaleza pasó a ser más propiamente un lujoso palacio.

En 1967 uno de los últimos marqueses de Ormond se deshizo del castillo que se encontraba casi en ruinas, adquiriéndolo el estado irlandés por 50£. Ya décadas antes la familia lo había abandonado como vivienda y había vendido el mobiliario y los suntuosos interiores.

A partir de ese momento el Kilkenny Castle Restoration Committee se encargó de llevar a cabo la costosísima reconstrucción de los tejados, muros y suelos muy deteriorados por problemas estructurales y de humedad. Mientras que mantuvo todos los elementos que se conservaban en un estado aceptable como puertas, ventanas, chimeneas, pavimentos…

La Catedral de San Canice

Allá por el siglo VI se construyó en una colina cercana al río Nore una iglesia que según la tradición la levantó el propio San Canice. Este fue un conocido abad irlandés que predicó el cristianismo en Irlanda y Escocia.

Este primer asentamiento eclesiástico atrajo a la población que más tarde dio lugar a una próspera localidad mercantil.

Pero fue precisamente este templo el que dio nombre a la ciudad ya que Kilkenny procede del irlandés Cill Chainnigh, que significa iglesia de Canice.

Aunque poco queda ya de aquella iglesia original, en su lugar hoy podemos admirar una catedral de estilo gótico inglés de piedra oscura e imponente.

En su exterior impresionan sus pórticos y ventanales que se estiran hasta culminar en los típicos arcos ojivales góticos.

A un lado, junto al transepto se conserva una alta torre cilíndrica del periodo cristiano celta del siglo IX. Y que es una de las pocas torres de estas características a las que todavía se permite subir.

En torno a la catedral se apelotonan lápidas grises cubiertas de moho que darían al lugar un encanto tétrico, si no fuera por los turistas que suelen pasear por allí.

El interior del edificio no es menos impresionante, ya es que la segunda catedral más larga de Irlanda, después de la Catedral de San Patricio de Dublín.
Entre los varios monumentos funerarios que contiene, resalta una efigie de mármol negro del siglo XVI del conde de Ormond y su esposa.

Más allá de la ciudad

Además fuera de la ciudad de Kilkenny, se pueden visitar pueblos y aldeas encantadores que bordean el río Nore. En Bennetsbridge, Thomastown y Inistioge, entre otras localidades, se descubren paisajes que se remontan a tiempos antiguos y relatos repletos de ricos tonos verdes y aguas que fluyen despacio.

Esta ciudad sorprende por su tremenda actividad cultural que se manifiesta en diversos festivales a lo largo de todo el año

Esta zona rural es perfecta para vivir aventuras fuera de los itinerarios habituales. Al sudeste está el pueblo de Graiguenamanagh y el hermoso río Barrow. Allí existen numerosas opciones para caminar, practicar kayak y montar en bicicleta en un entorno natural virgen.

No olvidemos la Abadía de Jerpoint es una abadía cisterciense cercana de la ciudad irlandesa de Thomastown en el Condado de Kilkenny. Esta abadía fue construida en 1180 y posee unos interesantes bajorrelieves de piedra en las tumbas de los obispos destacando la de Felix O'Dulany, obispo de Ossory en la época de fundación de la abadía. Los claustros originarios del siglo XV apenas han llegado hasta nosotros conservándose pequeños restos entre los que destacan las esculturas de obispos, caballeros y damas nobles.

Jardines de Woodstock

Los jardines de Woodstock se encuentran en el sureste de Kilkenny, a las afueras del pintoresco pueblo de Inistioge. Los jardines, con vista al valle del río Nore, pertenecen a la época victoriana

Los jardines albergan dos impresionantes avenidas, Monkey Puzzle Avenue y Noble Fir Avenue. También es de interés una casa de veraneo rústica, construida con materiales de los jardines.

Entre sus árboles destacan ejemplares de Asia y América del Sur en particular. Varios de estos árboles se reconocen debido a su tamaño.

Tiene un Jardín Amurallado con árboles frutales, un huerto y una hermosa frontera herbácea. A las afueras del jardín amurallado se encuentra un impresionante invernadero de hierro fundido que alberga la tienda de té.

Un dato interesante y que sin duda hay que mencionar es la importancia que tiene el hurling, un deporte de equipo de origen celta, y uno de los deportes de exterior más antiguos del mundo, además del más trepidante. Y decir que en Kilkenny se lo toman muy en serio.

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