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Nacho Guerreros: Sobre el caparazón de las tortugas es una obra violenta y fuerte
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Nacho Guerreros: Sobre el caparazón de las tortugas es una obra violenta y fuerte

‘Sobre el caparazón de las tortugas’ es la obra que actualmente el televisivo actor Nacho Guerreros (Coque en ‘La que se avecina’) está interpretando en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, con un personaje que él reconoce que lo tiene todo para atrapar al espectador y para atrapar al actor…

Porque si leo un texto y no me atrapa soy incapaz de representarlo y este papel reunía las condiciones necesarias para que nos involucráramos en este proyecto que, además, es bastante violento y bastante fuerte…

Si leo un texto y no me atrapa soy incapaz de representarlo

La obra que estará en cartel hasta el 23 de abril, su autor es Ignasi Vidal, dirigida por Susana Hornos, está interpretada por Nacho Guerreros (Héctor) y Raquel Pérez (Alicia)…

¿Quiénes son las tortugas en este caso?

Las tortugas son Héctor, Alicia y Marta, que es la hija de ambos, y los tres portan un caparazón para defenderse el uno del otro principalmente y protegerse de los recuerdos, como dice Alicia, el personaje que interpreta Raquel Pérez en la obra, para protegerse de los recuerdos, tanto de los buenos como de los malos. Para eso sirve el caparazón en estos personajes.

Los que seguimos tu carrera en teatro te recordamos en ‘Juguetes rotos’, y ahora estamos con ese caparazón ¿qué recorrido has hecho desde aquel personaje a este Héctor?

Son dos personajes que no tienen nada que ver, y eso es lo que me atrae de mi trabajo, poder cambiar y hacer personajes diferentes.

Cuando me preguntan por qué he elegido esta función, una de las razones es porque me ofrecía un papel totalmente diferente al de Juguetes rotos, y cuando hice Juguetes rotos venía de hacer un Mihura, “Un milagro en casa de los López”, con lo cual he encadenado tres personajes seguidos que son completamente diferentes entre sí.

Ese es el privilegio del actor, porque nosotros tenemos que ser capaces de crear personas diferentes. En este caso Héctor me suponía una dificultad porque llevaba mucho lastre, muchas capas… muchos caparazones, y había que explorar también un lado un tanto sórdido, porque este personaje no ha llegado por méritos propios al éxito en la profesión, ha tenido que valerse todo el rato de Alicia y eso le ha creado cierta frustración, ya que siempre se siente inferior, sobre todo mucha más frustración con la niña que adoptaron que no cumple digamos ciertos requisitos para que se consiga ser la familia perfecta, como él hubiera deseado.

Sois una expareja

Eso es, somos una expareja que funciona como pareja…

Eso quería comentar, porque da la impresión de que se siguen queriendo

Funciona como pareja en el amor y en el odio, muchas veces las parejas a veces se quieren y a veces se odian y eso es lo que le pasa a esta expareja. En el momento que tiene lugar la obra, que es la noche de Jueves Santo, son un matrimonio que va a hablar y va a intentar solucionar todos los conflictos que tienen con la hija y eso los va a llevar a que también quieran solucionar sus problemas, sus propios problemas entre ellos.

Pero en el camino van a salir muchas cosas y algunas feas

Exacto, van a salir muchas cosas y más feas que bonitas y precisamente por eso portan los caparazones estos personajes, porque en toda su vida como pareja y como expareja han existido muchos conflictos y muchos reproches entre ellos, sobre todo porque es verdad que no han cumplido el papel de familia perfecta.

He elegido esta función porque me ofrecía un papel totalmente diferente al de Juguetes rotos

Ellos adoptaron a esta hija pensando en que sería la hija perfecta, perfecta para salir en las fotos, y la hija no cumple los requisitos para que sean una familia perfecta, la hija viene con problemas, como todos los hijos, nosotros somos hijos y tenemos muchos problemas con nuestros padres. Y el teatro, en concreto esta obra refleja los problemas que tiene esta expareja entre ellos y con la niña.

Marta, la hija, es la protagonista absoluta aunque no la veamos nunca

Totalmente, es la protagonista aunque nunca sale en escena, pero creo que el espectador se la imagina muy bien, también es verdad que es la desencadenante de esta tragedia, porque se empieza a hablar de un problema de salud, un problema de sobrepeso que la puede afectar, pero eso esconde un problema mucho más grave y mucho mayor que es lo que va a derivar en tragedia.

Es una obra muy intensa

Es una obra violenta. Es una obra fuerte y curiosamente es violenta para nosotros que la interpretamos y también es violenta para el espectador que la está viendo porque hay situaciones muy incómodas que el espectador debe ver también porque el mundo no es cómodo, es cómodo el sofá de tu casa, pero en el día a día te encuentras situaciones que no son cómodas como es la vida. Y creo que el teatro es un reflejo de la realidad y al público lo pones en un espejo de cosas que no quiere ver y están ahí y además con un problema del que no puedo decir más – no quiero hacer spoiler de lo que pasa en la función- y digamos que ahora pueden existir muchos más casos como el de Marta.

La obra viene ya rodada

Sí, hemos hecho algunas funciones antes de llegar aquí a Madrid, al Fernán Gómez.

¿Y el público se remueve en sus asientos?

Muchísimo, y lo último que hemos hecho fueron tres funciones en el Teatro Isabel La Católica, en Granada, y ahí nos pasó una anécdota bastante curiosa porque a mí me conocen por el personaje de la serie “La que se avecina”, y venía mucha gente joven a verme, y en concreto vino una madre con una niña, y la función no tiene nada que ver con lo que me pasa en la serie, pero luego hablé con la madre y me dijo que estaba muy bien que hubiese venido con su hija de trece años porque consideraba que ese tema era necesario que se contase y que la niña lo hubiese visto…

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