Este verano, Lisboa se consolida como un destino que acoge a todos, sin excepción, con un fuerte compromiso con la accesibilidad. El destino ofrece condiciones ideales para que cualquier persona pueda disfrutar del sol, la playa y la cultura con total comodidad y seguridad. Desde playas adaptadas hasta transporte público inclusivo, Lisboa demuestra que el verano puede – y debe – ser para todos.
Mar, sol y libertad sin barreras
A lo largo de la región, varias playas han sido cuidadosamente adaptadas para garantizar una experiencia cómoda a personas con movilidad reducida. Rutas accesibles, pasarelas sobre la arena, sillas anfibias, sanitarios adaptados y apoyo humano especializado forman parte de una infraestructura inclusiva que permite a todos disfrutar del entorno natural sin limitaciones.
Playa de Carcavelos, una de las más emblemáticas de Lisboa que destaca por su oferta accesible con rampas de acceso, pasarelas en la arena, sillas anfibias y aseos adaptados garantizan seguridad y confort. Su cercanía a la estación de tren y las excelentes conexiones de transporte público la convierten en una opción ideal para pasar un día de playa sin barreras.
En Playa da Figueirinha, la accesibilidad es parte integral del paisaje, sus rutas accesibles hasta la orilla, sillas anfibias y baños adaptados se combinan con el programa “Praia para todos”, que durante el verano ofrece apoyo humano especializado. Esta playa representa cómo la naturaleza y la inclusión pueden convivir en armonía.
Por su parte, Playa das Maçãs, con su identidad clásica atlántica, adopta una visión moderna de la accesibilidad y se suma al programa “Praia para Todos”, promoviendo una experiencia más independiente y segura. Su bandera azul y enfoque inclusivo la hacen un espacio acogedor para todos los ritmos y realidades.
Si hay una playa que destaca por su accesibilidad integrada es Foz de Lizandro, desde el acceso a la arena hasta el baño asistido, todo está diseñado para invitar a todos a disfrutar del mar sin restricciones, incluyendo conexiones por transporte público que completan la experiencia.
En Costa da Caparica, destacan Praia do Tarquínio-Paraíso y Praia da Rainha, dos opciones que combinan un entorno natural espectacular con condiciones accesibles para todos. Ambas cuentan con infraestructuras adaptadas, como pasarelas, rampas y sillas anfibias, así como servicios de apoyo para personas con movilidad reducida. Estas playas no solo ofrecen accesibilidad física, sino también un ambiente inclusivo y acogedor.
Finalmente, la Playa de Playa de Ribeira d’Ilhas ha sido reconocida a nivel nacional con el galardón “Praia + Acessível 2024”. Accesos sin barreras, sillas anfibias y señalización inclusiva garantizan una visita cómoda y segura. Este reconocimiento reafirma el compromiso de la región de Lisboa con un turismo cada vez más inclusivo y de alta calidad.
Movilidad sin límites: una red de transporte accesible
La experiencia de disfrutar el verano en Lisboa se complementa con una red de transporte público cada vez más adaptada. Autobuses, tranvías y metro cuentan con condiciones pensadas para facilitar el desplazamiento de personas con movilidad reducida, lo que permite acceder fácilmente a las playas y demás puntos turísticos de la ciudad.
Este verano, Lisboa no solo invita a disfrutar de sus paisajes y patrimonio, sino que también celebra la diversidad y el derecho de todos a disfrutarlo plenamente.
Lisboa Card: cultura y transporte en un solo pase
Para quienes desean explorar aún más, el Lisboa Card se presenta como una herramienta ideal. Este pase turístico permite el acceso gratuito a más de 50 museos y monumentos, uso ilimitado del transporte público y descuentos de entre el 5% y el 50% en atracciones culturales, tiendas y servicios turísticos. Con él, es posible acceder de forma rápida y sencilla a espacios emblemáticos como el Palacio Nacional da Ajuda, el Museo Nacional del Azulejo o el Museo Nacional de Arte Antiguo.