Los hablantes de español han crecido 30 millones en 2025, un 5% más que el año anterior, hasta alcanzar los 635.743 millones de hablantes potenciales, mientras que el ritmo de crecimiento mantenido de aprendices de esta lengua podría conducir a una cifra de 100 millones de estudiantes antes de que termine el siglo, si el nivel de institucionalización de la enseñanza es el adecuado.
Estos son algunos de los datos contenidos en «El español en el mundo 2025», el nuevo anuario que el Instituto Cervantes acaba de publicar con datos actualizados sobre el estado de este idioma, y que presentó Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, en un acto junto a Álvaro García Santa-Cecilia, director Académico de la institución; Francisco Moreno Fernández, director del Observatorio Global del Español; Ruth Rubio, catedrática de derecho constitucional en la Universidad de Sevilla y María Luz Esteban, directora del Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española (CNLSE).
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, que ha elaborado el capítulo «El español: lengua de diplomacia y derecho internacional», también ha participado en la presentación del libro, que desde 1998 es la principal publicación del Cervantes sobre la lengua y la cultura en español en el ámbito internacional, y obra de referencia para investigadores, filólogos, hispanistas y profesores de español.
Aparte de los ya citados, el informe del anuario recoge varios datos destacados en torno al uso del español en el mundo. Por ejemplo, la comunidad con dominio nativo de la lengua española supera en 2025 por primera vez los 500 millones de hablantes y llega hasta los 520 millones.
Esta cifra sitúa a esta comunidad como la tercera mayor del mundo, por detrás de los hablantes nativos de chino mandarín y de hindi. En este sentido, la comunidad hablante de hindi es la segunda más grande del mundo debido al intenso crecimiento demográfico de la India.
El informe destaca que los hablantes nativos de español son cerca de 460 millones solamente en los países hispanohablantes, donde los hablantes con habilidades limitadas suman alrededor de 25 millones. Además, uno de cada diez hablantes nativos de español reside en países no hispanohablantes, dato que apunta a su relevancia como lengua migratoria.
La cifra de hablantes potenciales de español fuera de los países hispánicos supera los 120 millones de personas, siendo la Unión Europea en su conjunto lugar de residencia para más de 45 millones de hispanohablantes, al margen de los residentes en España.
El voto hispano en Estados Unidos
El anuario incluye el estudio «La orientación del voto hispano en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024», del Observatorio del Instituto Cervantes en la Universidad de Harvard, en el que se desmonta la narrativa mediática de un giro masivo del voto hispano hacia Donald Trump en 2024.
El informe está elaborado por los investigadores Bruno Vega Hubner y Francisco Javier Pueyo Mena, y examina el tamaño, distribución y participación del electorado hispano en el país norteamericano contrastando datos censales, encuestas y sondeos a pie de urna.
Los hispanos suponen la minoría más numerosa de Estados Unidos, con una población que, según las estimaciones de la Oficina del Censo de EE.UU., supera los 65 millones y representa cerca del 20 % de la población total del país.
En 2024 el número de hispanos con derecho a ejercer el voto ascendió a 36,2 millones, lo cual representa un 14,7 % del electorado total —una cifra histórica— por lo que, considerando que las elecciones en Estados Unidos pueden llegar a decantarse por menos de cien mil votos en estados clave, la comunidad hispana puede «constituir un grupo decisivo».
No obstante, el estudio publicado resalta que, según cálculos basados en las estimaciones más comúnmente referenciadas, el voto hispano «no fue determinante» para la victoria de Donald Trump en las presidenciales de 2024 en ninguno de los siete estados bisagra (Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Nevada, Pensilvania y Wisconsin) ni en los tres estados con mayor población hispana (California, Florida y Texas) y mayor peso en el sistema del Colegio Electoral.
Los retos de la IA
También hay una reflexión sobre la relación entre la Inteligencia artificial y la lengua española, con varios artículos como el elaborado por Elena González-Blanco García, directora de IA para EMEA Digital Natives en Microsoft, en el que se abordan los retos y las perspectivas de futuro de esta nueva tecnología en el campo del lenguaje.
Entre las conclusiones, se afirma que España cuenta con una «ventaja competitiva indiscutible» en el campo de la IA lingüística, como es la enorme disponibilidad de datos y corpus en español y en sus múltiples variantes geográficas y sociales. Sin embargo, alerta que el acceso a dichos recursos sigue siendo «restringido» en muchos casos, ya sea por barreras legales, técnicas o de interoperabilidad.