Si estás harto de ciudades abarrotadas, de tener que esperar largas colas para visitar un monumento o reservar un restaurante con varios días para comer, esta ruta es, posiblemente, lo que estabas esperando. Lugares con encanto en los que la vida discurre sin prisa, el silencio sale al encuentro y el paisaje se convierte en un escenario ideal para contemplar despacio.
Desde Yescapa, plataforma de alquiler de autocaravanas y furgonetas camper, te proponen una ruta por pueblos y villas en los que descansar del ajetreo de la urbe y alejarse del mundanal ruido.
Siurana (Tarragona)
Seguramente es uno pueblo de los más pequeños que hayas visitado, pero de los que su imagen se recuerda para siempre. Ubicado en un lugar excepcional, sobre la alta ladera del río Siurana, sus calles y casas empedradas le aportan una belleza especial. Su iglesia románica o lo que queda de lo que fue una gran fortaleza son algunos de sus edificios más relevantes. Pero más allá de sus monumentos el paisaje es lo que convierte a Siurana en un lugar para perderse, con increíbles vistas a la sierra de Monsant o a las montañas de Prades.
Lanuza (Huesca)
Enclavado en el corazón del valle de Tena, junto al pantano que recibe el nombre del pueblo, esta villa pirenaica es un lugar perfecto para relajarse y recuperar fuerzas. Sus calles estrechas y pequeñas muestran la belleza de sus casas de piedra y tejados de pizarra tradicionales, con el campanario de la iglesia de San Salvador como protagonista de su historia.
Muy cerca del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, las montañas que le rodean le otorgan un aspecto de sobrecogedora belleza, que invitan a la práctica del senderismo. Destacan el mirador de la Sierra Plana, la ruta circular de las Antenas o la cumbre del Pacino. Solo tres ideas para disfrutar de este espectacular conjunto natural.
Erratzu (Navarra)
Ubicado en el espectacular valle del Baztán, su tranquila belleza es una de sus características más sobresalientes. Sus calles empedradas dan paso a un paisaje natural lleno de encanto en el que el viajero puede visitar la famosa cascada de Xorroxin, uno de los espacios más conocidos y bellos del valle. Una cómoda ruta, pensada para toda la familia, en la que sumergirse en la naturaleza con inmensos prados, bosques y ríos. Al final llega la recompensa con la cascada de Xorrorin, un paraíso entre hayas y castaños, cuna del río Bidasoa.
Mogarraz (Salamanca)
Escondido entre los bosques de la sierra de Francia, un simple paseo por sus pintorescas calles remonta a tiempos pasados. Sus casas de piedra y de entramado medieval, que recuerdan a los pueblos centroeuropeos, invitan al viajero a contemplar, casi como un museo al aire libre, el entorno privilegiado en el que se encuentra.
Sin duda una de las piezas más destacadas de este enclave singular son los retratos de algunos de los vecinos que, como si estuviéramos en un museo, cuelgan de las casas. Una peculiar historia que parte de 1967 cuando un fotógrafo aficionado de la localidad se ofreció para hacer estas fotos a vecinos que tenían que renovar el carnet de identidad. Una historia simple que ha dado paso a uno de los museos al aire libre más peculiares de España.
En paralelo a esto, desde este pueblo se pueden realizar algunas rutas como el Camino del Agua, un sendero circular alrededor del valle del río Milanos.
As Hermidas (Orense)
En esta pequeña parroquia orensana del municipio de O Bolo, enclavada entre pendientes rocosas y el cañón del río Bibei, en sus empinadas calles sus casas muestran la arquitectura más tradicional de Galicia con puertas y balconadas. Pero si algo destaca en esta villa, además de su belleza natural, es por esconder uno de los santuarios barrocos más importante de esta comunidad. El templo, llamado Santa María das Ermidas, que comenzó a construirse en el s. XVII, aparece ante los ojos encajado en la ladera del Bibei, uno de los principales afluentes del Sil.
Además, en esta parroquia se encuentra una bonita playa fluvial para disfrutar del baño en verano y para los amantes del senderismo la posibilidad de disfrutar de los paisajes casi salvajes que ofrece el cañón del Bibei.
Campillo de Ranas (Guadalajara)
Junto al espectacular valle del Jaramilla entre bosques de pino y roble, custodiado por la sierra de Ayllón y en una de las vertientes del pico Ocejón, se alza este pequeño municipio que forma parte de la increíble comarca de los Pueblos Negros de Guadalajara. Un lugar apenas habitado, donde se impone el sosiego y la tranquilidad, en el que la pizarra de los tejados es la protagonista, y conforma un singular paisaje.
El Espinar, Campillejo o Majaelrayo son los nombres de otras poblaciones cercanas y de similares características en la que disfrutar de un paseo. Pero, también, desde este lugar es posible visitar parajes naturales de gran belleza como el Hayedo de Tejera Negra, la Peña Bernardo, Las cascadas del Aljibe o El Cuchillar del Asomante.
San Esteban de Cuñaba (Asturias)
Entre montañas de gran belleza dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa, se encuentra este municipio. Situado en la zona más oriental de Asturias, en 1983 fue arrasado por unas inundaciones. Reconstruido años después con el esfuerzo de sus vecinos, existen distintos miradores desde los que disfrutar de la grandeza del entorno. Además de las muchas rutas para senderistas, cerca de este pueblo, se encuentra la Cueva de la Loja, la primera con arte paleolítico de Asturias.