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Chequia a vista de pájaro: cuatro paseos en globo

Tener un hijo, plantar un árbol, escribir un libro y … Viajar en globo. Estas cuatro cosas, según un dicho popular, son las que una persona debe realizar a lo largo de su vida para sentirse realizado. Sin entrar en profundidades ni filosofías, más o menos baratas, esta vez nos vamos a centrar en ese viaje en globo, que pudiera parecer lo más complicado de llevar a cabo…

Así que primero perdamos ese miedo a volar, si se tiene, y después intentemos ese anhelo del hombre desde sus orígenes: surcar los cielos como las aves (o casi) y así se obtendrá una perspectiva única de la tierra que habitamos…

En otros reportajes hemos recomendado recorrer la República Checa por carretera, asomarse a miradores de vértigo, adentrarse en oscuras grutas, e, incluso, dar un paseo entre las copas de los árboles, y todo parecía emocionante. Esta vez, la sugerencia va un paso más allá: proponemos descubrir a vista de pájaro cuatro bellos entornos naturales y urbanos checos.

Proponemos descubrir a vista de pájaro cuatro bellos entornos naturales y urbanos checos

Ya han pasado más de dos siglos desde que aquellos primeros globos aerostáticos, realizados con seda y papel, se elevaran en el aire causando gran expectación. Los pioneros de tal hazaña fueron los franceses Joseph-Michael y Jacques-Étienne Montgolfier, quienes hicieron volar con éxito su globo un 4 de junio de 1783, sin piloto pero rodeados de muchos curiosos en el mercado de Annonay. En su segundo ensayo, ya en septiembre y con el rey Luis XVI y María Antonieta como espectadores, se animaron a introducir en la barquilla un pato, un gallo y una oveja. Todo siguió funcionando bien, así que continuaron sus pruebas, y el 15 de octubre se realizó con éxito el primer vuelo en globo aerostático pilotado por una persona. El afortunado que hizo historia fue el profesor de física Jean-François Pilâtre de Rozier, quien permaneció cuatro minutos en el aire.

La sociedad ha evolucionado mucho desde aquellas primeras experiencias, pero el afán de descubrimiento, el deseo de adquirir nuevas vivencias y de sentir emociones impactantes permanecen ajenos al paso del tiempo. Por este motivo, proponemos emular a Tadeáš Hanka, el primer checo que se elevó en el cielo a bordo de un globo en 1784, para descubrir los sorprendentes perfiles de la República Checa desde el aire.

Pero tranquilos, porque Chequia cuenta con una larga trayectoria en el mundo de los globos aerostáticos. Ya se hacían pruebas de pequeño recorrido en 1790 entre los distritos de Praga. Con el tiempo, la actividad se fue profesionalizando y se lograron algunos hitos como la fundación de la Compañía Aeronáutica Checa, la inauguración de la Copa Gordon Bennet de Globos Aerostáticos en 1906, y la creación del primer club aeronáutico checoslovaco, el Balón-klub Praha en 1965. Desde el primer globo de origen checoslovaco, que se fabricó en 1983 e hizo su primer vuelo sobre Brno, el negocio no ha parado de crecer y ahora existen unas 46 empresas dedicadas a esta actividad.

n el primer globo "Praga 68" conlllegar a 3.600 metros rofesionalizando egase a mular al erras checas ñosNo pediremos que se vuele durante 20 días, como hicieron Brian Jones y Bertrand Piccard en 1999, ni que se bata su récord de 45.755 kilómetros, pero sí animamos a disfrutar de una experiencia que permite admirar una perspectiva inusual de la República Checa.

Cuatro viajes en globo por la República Checa

Las mejores vistas cenitales de Praga

La monumentalidad de Praga se vuelve cada vez más pequeña y lejana mientras el globo comienza a ascender, ahí comienza el juego de identificar sus hitos arquitectónicos más importantes. Si tratas de seguir con la mirada el brillo del río Moldava, no te costará reconocer el Puente de Carlos, con sus esculturas asomadas al cauce. Tampoco será difícil descubrir el Castillo de Praga, la Plaza Vieja, el Ayuntamiento Antiguo, el Teatro Nacional o el mirador Petřín. Cuando ya se ha caminado esta ciudad, donde la historia se sigue regodeando en sus calles y la arquitectura deja boquiabierto al pasar, son muchos los sentimientos que afloran al recorrer en globo su cielo. Puede que vengan a la mente los mejores momentos del viaje, o que se descubran barrios que despiertan la curiosidad, pero siempre se baja del globo sintiéndose lleno de vitalidad y deseos de seguir conociendo la capital checa.

La monumentalidad de Praga se vuelve cada vez más pequeña y lejana mientras el globo comienza a ascender

Una empresa que realiza vuelos en Praga desde 1990 es Balóny Praga. Puede que incluso suenen sus globos porque han aparecido en numerosas películas checas, programas y spots televisivos.

Český Krumlov, un vuelo suspendido en el tiempo

La sensación de que el tiempo se ha quedado atrapado en el tejido urbano de Český Krumlov, donde todo apunta a la época medieval, se traslada también a la experiencia de viajar en globo sobre esta ciudad de fantasía. Una vez arriba sólo se escuchará el silencio, roto de vez en cuando por los quemadores que insuflan calor al aire que llena el globo. En ese momento la dimensión temporal deja de existir y se abre ante los ojos un lienzo formado por un castillo en miniatura y un jardín multicolor con líneas geométricas extraordinariamente rectas; a su lado, la herradura que forma el meandro del río Moldava parece retorcerse aún más mientras acaricia el precioso casco histórico del Medievo.

Aunque esta sea una experiencia fugaz que dura entre media y una hora, esas imágenes del Sur de Bohemia con sus coquetos pueblos, riachuelos y bosques se quedarán grabadas para siempre en la memoria y en la cámara de fotos (una compañera imprescindible en este viaje).

Promo-Aires una de las empresas con amplia trayectoria que propone vuelos tanto en esta región, como en el resto del país.

Pálava y Mikulov, naturaleza y arquitectura desde el aire

Aseguran los expertos que el mejor momento para volar en globo es al amanecer (algunos también al ocaso), unas franjas de tiempo en las que Pálava y la bonita ciudad de Mikulov, en Moravia del Sur, muestran una belleza aún más resplandeciente. Nombrada Reserva de la Biosfera por la Unesco, el espacio natural de Pálava refulge a esas horas con los rayos dorados del sol, debido a las abundantes rocas alabastrinas, a las ruinas de los castillos medievales abandonados, los lagos de intensas aguas azules y los viñedos que se desperezan tímidamente. Esta zona, que ya impacta cuando se recorre en bicicleta o practicando senderismo, desde el aire es capaz de dejar sin aliento.

Aseguran los expertos que el mejor momento para volar en globo es al amanecer (algunos también al ocaso)

Además, con las explicaciones de los pilotos de la empresa familiar Balóny Pálava todo cobra un mayor sentido. Mientras se vuela a unos 200 metros de altura (puede alcanzar hasta 500), a merced de las corrientes, se produce un paréntesis inolvidable en ese viaje. Sus vuelos suelen tener una duración de una hora, y parten del pueblecito de Horní Věstonice. Los cuatro participantes que pueden ocupar la barquilla deben llegar con cierta antelación, ya que la experiencia comienza con la preparación del material, y el llenado de aire caliente de la envoltura de nylon o poliéster.

Flotar desde el este de Bohemia hasta el centro de Moravia

Cada región de la República Checa muestra sus particulares perfiles desde el aire permitiendo compartir con los compañeros de viaje, amigos, pareja, familia… instantes muy especiales. También el espacio natural del Paraíso de Bohemia depara un buen número de sorpresas, con sus moles de piedra formando improvisadas torres de piedra. Es una experiencia que se puede añadir como un complemento a un viaje a Praga, ya que se encuentra apenas a una hora en coche. ¿Qué más se puede ver en este vuelo? Aparte de bosques, del curso del río Jizera y de las puntiagudas rocas de Prachovské skály, también se observan algunas pinceladas de arquitectura en el castillo de Kost, con sus curiosas murallas; los tejados rojos y la torre del castillo de Hrubá Skála; el esférico castillo de Humprecht rodeado de arboleda; y las estéticas ruinas del castillo de Trosky. Sin duda, el conjunto resulta una genuina mezcla de pinceladas verdes y motas de palacios que parece casi irreal.

Algunas compañías, como Balonuj, no sólo centra su actividad en la región de Bohemia Central sino que también realizan vuelos en globo sobre otros paisajes igual de sorprendentes como las montañas de Orlické hory, al este de Chequia, y las ciudades de Hradec Králové y Pardubice. Incluso llega hasta ciudades moravas como Olomouc, donde su famosa columna barroca de 32 metros de altura es visible desde el aire; al castillo de Bouzov, cuyas torres y tejados te trasladan a un mundo de cuento; y al entorno de de ciencia ficción de Ostrava.

La panorámica obtenida desde un globo es el broche perfecto para cualquier viaje a la República Checa. Una experiencia inolvidable para vivir en cualquiera, o en todas, sus regiones.

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