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Budapest, una romántica ciudad para vivir San Valentín
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Budapest, una romántica ciudad para vivir San Valentín

La capital húngara se alza como uno de los destinos perfectos para pasar el Día de los Enamorados de una manera de lo más especial, pues ofrece un sinfín de planes como paseos en barco por el Danubio o una sesión de relajación en sus baños termales

San Valentín está a la vuelta de la esquina. Un día en que el mundo entero se tiñe de rosa y los enamorados organizan las experiencias más románticas para sorprender a sus parejas. Cenas a la luz de las velas, noches en hoteles que se convierten en el mejor nido de amor e incluso viajes para salir a recorrer el mundo de la mano del mejor compañero de vida son algunos de los planes para celebrar el 14 de febrero de la forma más especial.

Entre los destinos más especiales para pasar un San Valentín perfecto se encuentra Hungría. Y es que la lista de planes románticos que ofrece Budapest, su capital, es prácticamente interminable. Desde un recorrido por los castillos iluminados y las calles empedradas, un paseo en barco por el maravilloso Danubio, hasta una sesión de relajación y bienestar en los baños termales; Budapest ofrece un gran marco de posibilidades que harán que cualquier pareja se deje llevar por la magia de la ciudad.

Una mirada hacia el corazón de la capital

Con sus palacios históricos, sus magníficos monumentos arquitectónicos y sus amplias vistas junto al río, Budapest es el lugar ideal para un organizar un viaje romántico en pareja, pues está llena de oportunidades que hacen que el amor florezca y que inspirarán a los enamorados durante su escapada especial.

Además de ser considerada como una de las ciudades más bonitas de Europa,​ Budapest cuenta con varios sitios que son Patrimonio de la Humanidad, como el barrio del Castillo de Buda, la avenida Andrássy, la Plaza de los Héroes y el Metropolitano del Milenio, el segundo más antiguo del mundo, algunos de ellos ubicados a orillas del río Danubio.

Sin embargo, uno de los detalles más importantes para pasar esta velada en la capital es encontrar el rincón de amor perfecto para pasar la noche. Aquí los enamorados encontrarán alojamientos de lo más románticos que siempre se adaptarán a los gustos de cada uno, desde lujosos y exclusivos hoteles boutique hasta apartamentos individuales con todo tipo de comodidades ubicados en pleno centro de la ciudad.

Bienestar y desconexión en baños termales

En Budapest hay cabida para todo tipo de planes y actividades, incluso para las parejas más deportistas, pues alberga la pista de patinaje sobre hielo más grande de Europa, ubicada en el Parque de la Ciudad. Un lugar desde el que se puede admirar la belleza del parque y el castillo de Vajdahunyad, cerca de la Plaza de los Héroes.

Sin duda, no hay nada más placentero que disfrutar del relax de un baño caliente después de una sesión de ejercicio, por lo que una de las paradas obligatorias durante esta escapada es el Baño Széchenyi, a tan solo unos metros de la pista de hielo. Cuenta con casi 20 piscinas cubiertas y al aire libre; y es una de las atracciones más visitadas y elogiadas de Budapest, ya que es relajante, divertida y, por supuesto, romántica.

Auténticos sabores de amor

Los amantes de la gastronomía también encontrarán muchas oportunidades interesantes, pues además de ser famosa por sus baños y sus bares en ruinas, Budapest posee una gran lista de restaurantes con un ambiente íntimo para organizar una cita romántica inolvidable. Sus jardines, vinos y su diversa cocina los convierten en lugares especiales, ya sea en el Danubio o en un café escondido en un patio, lejos de las atracciones y actividades habituales.

Puestas de sol acariciando el Danubio

No hay nada más bonito para celebrar el amor que contemplar un alucinante atardecer digno de película y poner la guinda a un día repleto de sorpresas y romanticismo. Y es que en Budapest la puesta de sol es algo que hay que saborear, ya sea a orillas del Danubio o en la azotea de uno de los bares de moda de la capital, pues el color anaranjado y púrpura del cielo envuelve la ciudad de una forma encantadora.

Escondido en la zona verde de la colina Gellért, sobre el puente de Isabel, se encuentra el Jardín de los Filósofos, un lugar ideal para reunirse con el amor de tu vida y disfrutar de una panorámica a vista de pájaro de Budapest mientras el sol se esconde por el horizonte. Y, para el momento en el que haya caído la noche, merece la pena pasear por el Bastión de los Pescadores, ya que ofrece una maravillosa vista de la ciudad y es un lugar perfecto para tomar alguna fotografía de otra de las atracciones claves de la capital húngara, el Parlamento.

Desde este último punto, el atardecer es algo simplemente mágico, pues es imprescindible cruzar por pasarela más antigua de la ciudad y contemplar las luces que iluminan el icónico Puente de las Cadenas.

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