La ciudad de Taipéi celebra estos días el Festival Cultural del Dios de la Ciudad Xia-Hai con una gran cantidad de eventos, los cuales tienen lugar mayormente en el histórico sector de Dadaocheng.
Cada año, cuando mayo avanza hacia el verano, el distrito de Dadaocheng —el corazón histórico de Taipéi— se transforma en un escenario vibrante de rituales, desfiles y tradiciones vivas durante el Festival Cultural del Dios de la Ciudad Xia-Hai. Este colorido evento, que mezcla lo religioso, lo festivo y lo comunitario, rinde homenaje al Dios de la Ciudad (Cheng Huang), el protector espiritual que vela por el bienestar de los habitantes y el orden del territorio.
El epicentro de la celebración es el Templo Xia-Hai Chenghuang, una joya del siglo XIX enclavada en la bulliciosa calle Dihua. Aunque es pequeño en tamaño, el templo tiene una reputación inmensa: además del Dios de la Ciudad, alberga a más de seiscientas deidades, lo que lo convierte en uno de los templos con mayor densidad de figuras divinas en Taiwán. Durante el festival, miles de fieles acuden a rendir tributo, encender incienso y pedir por salud, protección y armonía.
El momento más esperado es la procesión ceremonial, en la que estandartes, leones danzantes y músicos tradicionales acompañan al palanquín del dios por las calles del barrio. A su paso, se lanzan fuegos artificiales y se colocan mesas con ofrendas —frutas, pasteles, arroz glutinoso— que convierten a la ciudad en un gran altar vivo. Para los viajeros, es una oportunidad única para vivir de cerca una espiritualidad que no se encierra en lo privado, sino que se expresa con fuerza en el espacio público.
Además del aspecto religioso, el festival se ha convertido en un escaparate cultural: hay espectáculos de ópera taiwanesa, puestos de comida local, talleres artesanales y recorridos guiados por el casco antiguo. Todo ello revitaliza el ya encantador Dadaocheng, conocido por sus casas patrimoniales, sus tiendas de té y sus cafés con aire nostálgico.
En un mundo donde muchas festividades se han vuelto espectáculos vacíos, el Festival Cultural del Dios de la Ciudad Xia-Hai sigue siendo profundamente auténtico: una celebración de raíces vivas, de comunidad, de fe… y de alegría callejera. Si estás en Taipéi en estas fechas, no lo dudes: este festival no solo se observa, se vive.