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Volcanes, templos y legado colonial: la esencia de Cartago, Costa Rica
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Volcanes, templos y legado colonial: la esencia de Cartago, Costa Rica

jueves 07 de agosto de 2025, 09:31h

Cartago, antigua capital de Costa Rica hasta 1823 y conocida como “La muy noble y leal ciudad de Cartago”, se distingue hoy como la capital religiosa del país y un destino clave para descubrir su riqueza histórica, cultural y natural.

Desde la majestuosa Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles hasta los imponentes volcanes de Irazú y Turrialba y el ancestral Monumento Nacional Guayabo, Cartago ofrece un mosaico único de patrimonio, tradición y paisajes excepcionales.

Cuando se piensa en Costa Rica, es común imaginar paisajes exuberantes, volcanes imponentes y una biodiversidad incomparable. No obstante, este pequeño país centroamericano también atesora un valioso patrimonio histórico y cultural, cuya expresión más auténtica se encuentra en Cartago. Fundada en 1563 y conocida como “La muy noble y leal ciudad de Cartago”, esta localidad fue la capital de Costa Rica hasta 1823, momento en que San José asumió esa función. Hoy, Cartago conserva con orgullo su estatus de antigua metrópoli y se presenta como un destino imprescindible para quienes buscan comprender el origen y la evolución del país, más allá de sus riquezas naturales.

Pese a su modesto tamaño, Cartago destaca por su enorme riqueza simbólica y cultural. Es considerada una de las zonas más representativas del país en términos de historia, arte religioso y tradiciones. Su geografía combina cordilleras, valles y volcanes, enmarcando un territorio donde confluyen expresiones espirituales, testimonios precolombinos y paisajes de gran valor escénico. Hoy, Cartago es reconocida como la capital religiosa de Costa Rica y sigue siendo un punto de encuentro entre pasado y presente, donde la memoria histórica se entrelaza con la fuerza de la naturaleza.

Y para descubrir la riqueza que ofrece, basta con adentrarse en algunos de sus lugares más emblemáticos, que reflejan con claridad la riqueza histórica, cultural y natural de Cartago.

Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, epicentro de fe nacional

Cartago se distingue como la capital religiosa de Costa Rica, gracias a la presencia de la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, santuario que custodia la venerada imagen de La Negrita, Patrona del país. Cada año, el 2 de agosto, esta ciudad se convierte en el destino de la mayor peregrinación nacional, una romería que convoca a más de dos millones de fieles que recorren kilómetros para rendir homenaje y expresar su fe.

Este acontecimiento, que trasciende lo espiritual para convertirse en una manifestación cultural de gran alcance, reafirma la importancia de Cartago como centro neurálgico de la devoción costarricense. La basílica, ubicada en el centro histórico, destaca no solo por su valor religioso sino también por su arquitectura emblemática, convirtiéndose en una parada obligatoria para quienes visitan la región.

El legado colonial en las emblemáticas Ruinas de Santiago Apóstol

Las Ruinas de la Parroquia de Santiago Apóstol son uno de los símbolos históricos más emblemáticos de Cartago. Este antiguo templo, cuya construcción se inició en el siglo XVI, quedó inconcluso debido a los repetidos daños causados por los terremotos que azotaron la región. Sus imponentes muros de piedra, que aún se mantienen en pie, evocan el pasado colonial y la perseverancia de la comunidad cartaginesa.

Justo frente a las ruinas se encuentra la Plaza Mayor de Cartago, un amplio y bello espacio arbolado con más de 400 años de historia, declarado Patrimonio Histórico y Arquitectónico del país. Esta plaza ha sido testigo de numerosos acontecimientos significativos de la época colonial y del proceso de independencia, y hoy ofrece a visitantes y locales un lugar ideal para pasear y descansar mientras contemplan el impresionante legado arquitectónico que rodea el centro histórico.

Turrialba, un volcán que invita a explorar y conectar

Ubicado en la provincia de Cartago, el volcán Turrialba es el segundo más alto de Costa Rica y una de las joyas naturales más impactantes del país. Sus recientes erupciones lo han convertido en un destino fascinante para los más aventureros, mientras que su Parque Nacional, menos visitado que otros, ofrece tranquilidad y paisajes espectaculares para quienes prefieren una experiencia más pausada. Además de su entorno volcánico único, la región permite disfrutar de actividades como el rafting en el río Pacuare, relajarse en aguas termales o degustar los reconocidos quesos de Turrialba (con Denominación de Origen).

Volcán Irazú, majestuoso guardián de la naturaleza y la historia en Cartago

El Volcán Irazú, el más alto y activo de Costa Rica, se alza majestuosamente a 3.432 metros sobre el nivel del mar, dominando el paisaje de Cartago y sus alrededores. Con cinco cráteres impresionantes, este coloso natural es uno de los atractivos turísticos más visitados del país, ofreciendo vistas panorámicas que en días despejados permiten contemplar tanto el océano Pacífico como el Caribe. Además de su imponente presencia, el Irazú es el origen de varios ríos que nutren importantes cuencas hidrográficas, lo que subraya su importancia ecológica y geográfica. Una visita al volcán es una experiencia indispensable para quienes desean conectar con la naturaleza y la geografía única de Costa Rica.

La Iglesia Colonial de Orosí, testigo del tiempo

Ubicada en el pintoresco Valle de Orosi, la Iglesia Colonial de Orosi fue construida por frailes franciscanos en 1743, utilizando materiales tradicionales como adobe, ladrillo y madera. Considerada una de las edificaciones coloniales más antiguas que aún se conservan en Costa Rica, esta iglesia ha perdurado como un valioso testimonio del legado religioso y arquitectónico del período colonial. Su sencillez y belleza la convierten en un sitio emblemático que invita a los visitantes a conectarse con la historia y la espiritualidad del país.

Monumento Nacional Guayabo, ventana al pasado ancestral de Cartago

El Monumento Nacional Guayabo, ubicado en las cercanías de Turrialba, es la zona arqueológica más importante de Costa Rica y un testimonio invaluable de las antiguas culturas precolombinas que habitaron la región. Este sitio milenario reúne estructuras como montículos, puentes, plazas y un sistema de acueductos que aún conserva su funcionalidad, ofreciendo a los visitantes una ventana única hacia el pasado ancestral del país. Declarado Monumento Nacional, Guayabo representa un enclave fundamental para entender la historia indígena y la evolución cultural de Costa Rica, convirtiéndose en una parada imprescindible para quienes recorren la provincia de Cartago.

Un paseo por el Jardín Botánico Lankester, símbolo de biodiversidad y cultura

El Jardín Botánico Lankester, ubicado en los límites de la ciudad de Cartago, es uno de los espacios naturales más encantadores de la región. Este jardín destaca por su distintivo estilo japonés y se encuentra dentro del campus de la Universidad de Costa Rica. Con una extensión de 11 hectáreas y más de 2 kilómetros de senderos, ofrece a sus visitantes la oportunidad de disfrutar de un recorrido tranquilo en un entorno que evoca la tradición botánica nipona. La diversidad de especies que alberga, muchas de ellas típicas de Japón, convierte a este jardín en un refugio único para amantes de la naturaleza y la fotografía, ideal para pasar una mañana o una tarde inmerso en un ambiente sereno y lleno de vida.

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