La Oficina de Administración de Turismo (TA, siglas en inglés) del Ministerio de Transportes y Comunicaciones en Los Ángeles, Estados Unidos, instaló un pabellón de Taiwán en la Exposición de Taiwán en EE. UU. 2025 (Taiwan Expo USA 2025). La exposición tuvo lugar del 14 al 16 de agosto en Dallas, Texas, y fue organizada conjuntamente por el Ministerio de Economía y el Consejo para el Desarrollo del Comercio Exterior de Taiwán, patrocinado por dicho ministerio.
La Exposición de la Imagen de Taiwán 2025 celebrada en Dallas ha concluido con cifras récord: más de 10 000 visitantes y negocios valorados en 96 millones de dólares. El evento contó con la presencia de 150 empresas taiwanesas de sectores estratégicos como semiconductores, robótica, biotecnología y electrónica de consumo, confirmando la creciente importancia de Taiwán como socio comercial en Estados Unidos.
El té fue promovido en la exposición por Thomas Shu, quien cuenta con tres décadas de experiencia en el sector. Además de ofrecer degustaciones de té a los visitantes, Shu dio una charla el 15 de agosto en el escenario principal, donde habló del té como una forma de comprender la tierra y la cultura.
Una zona dedicada a la inteligencia artificial en el pabellón ofreció a los visitantes una experiencia tecnológica avanzada para crear una imagen de recuerdo de sí mismos en un paisaje taiwanés. Además, una guía turística interactiva con pantalla táctil brindó información sobre gastronomía, festivales culturales, recursos turísticos y lugares de interés.
Vivian Lin, directora de la Oficina de Turismo de Taiwán en Los Ángeles, animó a los visitantes a viajar a Taiwán. Lin señaló que hay 170 vuelos directos semanales desde Norteamérica a Taiwán, y se espera que se lancen más en octubre, lo que convierte a la nación en un destino conveniente.
La feria sirvió además de plataforma para el primer encuentro de compras en territorio estadounidense, en el que participaron 30 importadores taiwaneses y 50 compañías norteamericanas en más de 140 reuniones. Este esfuerzo permitió reforzar la cooperación en sectores sensibles como los semiconductores, afectados por las tensiones comerciales entre Washington y Pekín, y subrayó la necesidad de ampliar el suministro local para las empresas taiwanesas que ya instalan fábricas en suelo estadounidense.
Los resultados prácticos fueron significativos: Thunder Tiger pudo entablar contactos con autoridades estatales para sus drones; organismos de Texas mostraron interés en soluciones de vigilancia y transporte inteligente; y Amazon se acercó para buscar socios en el suministro de baterías de vehículos eléctricos. En el ámbito alimentario, iTaiwan Foods logró acuerdos para introducir más de 30 productos en el mercado estadounidense, con una previsión de crecimiento de ventas del 20 al 25 %, consolidando así el papel del evento como puente económico entre Taiwán y Estados Unidos.