www.inoutviajes.com
Gran Canaria, cruce de caminos de tres continentes
Ampliar

Gran Canaria, cruce de caminos de tres continentes

Gran Canaria es uno de los destinos turísticos más populares de Europa. Un lugar agradable y cercano que reúne todas las condiciones necesarias para disfrutar de unas vacaciones inolvidables. Es probable que a estas alturas ya conozcas sus famosas playas y la amabilidad de su clima. ¿Pero quieres saber por qué tres de cada cuatro personas que visitan la Isla regresan algún día?

Casi la mitad del territorio y superficie marina de Gran Canaria fueron declarados Reserva de la Biosfera por la Unesco en el año 2005

En este artículo te contamos algunos secretos que te ayudarán a comprender por qué esta pequeña porción de tierra es un vergel irresistible.

Lo primero que debes saber es que Gran Canaria es una isla de origen volcánico bañada por el océano Atlántico. Su forma es redondeada y casi la mitad de su territorio y superficie marina fueron declarados Reserva de la Biosfera en el año 2005. Esa distinción que otorga la Unesco no sólo es un reconocimiento a la belleza de sus recursos naturales, sino una recompensa a un modelo de desarrollo sostenible en el que prima el respeto por el medioambiente.

Gran Canaria es sus playas, pero también sus montañas, barrancos y acantilados. Gran Canaria huele a más de cien tipos de flora endémica que no puede ser vista en ningún otro rincón del planeta. Gran Canaria es la arena rubia de las Dunas de Maspalomas, los hipnóticos riscales de Tejeda y un paseo a media tarde por Las Canteras… Es todo un continente en miniatura, como afirma el sobrenombre que tan orgullosamente luce.

24 grados de temperatura media anual tienen la culpa de que Gran Canaria sea un destino que causa furor en Alemania, Reino Unido y los Países Nórdicos. Los vientos alisios y una privilegiada situación geográfica garantizan buen tiempo en cualquier época del año, un estímulo que invita a recorrer sin condicionantes meteorológicos sus fascinantes pueblos y ciudades.

Y es que la ubicación de Gran Canaria, a medio camino de Europa, África y América, ha reportado a la Isla un carácter multicultural perceptible en la vida diaria de los isleños. La gastronomía, el arte, la arquitectura y festejos tan fogosos como el carnaval beben del contacto ininterrumpido con otros pueblos; son el reflejo de una sociedad cosmopolita que, sin embargo, no descuida la conservación de ancestrales tradiciones que han curtido su identidad durante siglos.

Diversión en la naturaleza

El océano que rodea a Gran Canaria es una extraordinaria fuente de entretenimiento. La Isla cuenta con 60 kilómetros de playas mayoritariamente accesibles y seguras para el baño, y un amplio abanico de posibilidades para disfrutar del mar, incluso en invierno.

La Isla cuenta con 60 kilómetros de playas y un amplio abanico de posibilidades para disfrutar del mar

Maspalomas, Playa del Inglés, Las Canteras o la siempre cálida costa de Mogán son enclaves ideales para un reconfortante chapuzón. El buceo y la pesca deportiva permitirán al visitante explorar fondos marinos en los que habitan peces únicos en el mundo. Y más cerca de la orilla, los amantes del surf, el windsurf o el bodyboard podrán alcanzar la ola soñada en playas como Pozo Izquierdo, donde se citan cada año los mejores profesionales del planeta.

A los grancanarios les gusta decir que su Isla es un gran gimnasio al aire libre. Y no les falta razón porque su abrupta orografía y un singular relieve actúan como un enorme decorado natural que merece la pena recorrer a pie o en bicicleta, independientemente de cuál sea la estación del año.

La caldera de Tejeda ofrece una imponente panorámica del sector noroccidental de la Isla con el silencio cómplice del Roque Nublo y el Roque Bentayga, dos monolitos basálticos emblemáticos para los habitantes de Gran Canaria. El Pico de las Nieves preside la cumbre desde sus 1.949 metros de altitud, y a sus pies se produce un impresionante fenómeno meteorológico conocido como mar de nubes: lo más parecido a subir al cielo sin abandonar la tierra.

Bosques de laurisilva y legiones de pinos proponen una inmersión profunda en un entorno ideal para practicar ciclismo de montaña o para adentrarse en el corazón de la Isla a través de las rutas de senderismo que surcan los espacios más recónditos y alejados de la acción del hombre. Allá donde todo es naturaleza, los establecimientos alojativos rurales de Gran Canaria plantean una forma diferente de convivencia con la flora y fauna propia de la Macaronesia, que también puede ser contemplada en la extensa muestra recopilada en el Jardín Viera y Clavijo.

Fusión de culturas

El patrimonio cultural de Gran Canaria está formado por una llamativa red de museos y galerías que se extiende por toda la Isla. Colecciones de arte moderno, momias prehispánicas y objetos personales de ilustres literatos como Benito Pérez Galdós dan lustre a una animada propuesta a la que también han contribuido numerosos pintores locales que dejaron su impronta más allá de las fronteras del Archipiélago.

La Casa de Colón, ubicada en el núcleo fundacional de Las Palmas de Gran Canaria,fue el lugar donde el navegante genovés hizo escala durante su primer viaje a América. En sus salas se exponen pinturas, cartografías e instrumentos de navegación, entre otros documentos que retratan el estrecho vínculo que une a Gran Canaria con el Nuevo Continente.

La Casa de Colón fue el lugar donde el navegante genovés se detuvo durante su primer viaje a América

Para conocer la vida de los pobladores que habitaron las Islas antes de la conquista castellana es recomendable acudir al Museo Canario, una institución que se dedica a conservar, estudiar y exhibir objetos y restos humanos que ilustran usos y costumbres de los ya extintos aborígenes canarios. También en el barrio de Vegueta, corazón de la capital, las paredes del Centro Atlántico de Arte de Moderno (CAAM) custodian más de 2.500 obras de distintas técnicas, formatos y estilos con un marcado cariz internacional.

El yacimiento más representativo de Gran Canaria es la Cueva Pintada de Gáldar, un museo y parque arqueológico que se levanta sobre una excavación artificial con pinturas rupestres en su interior. Aunque su uso está aún por determinar, los investigadores creen que pudo tratarse de la vivienda de unos de los reyes tribales que gobernaban la Isla, un lugar sagrado para la población prehispánica, o ser incluso una espectacular cueva funeraria.

El paraíso de las compras

Gran Canaria es un lugar magnífico para salir de compras gracias a la variedad de sus zonas comerciales y su baja carga impositiva al consumo. Hay grandes superficies en las que están presentes las mejores marcas nacionales e internacionales, así como pequeños establecimientos que seducirán al visitante con extraordinarios productos elaborados en la tierra.

Bosques de laurisilva y legiones de pinos proponen una inmersión profunda por el corazón de Gran Canaria en bicicleta o a través de las rutas de senderismo

Las tiendas de la FEDAC comercializan objetos tradicionales que también pueden ser encontrados en los mercados que abren sus puertas los fines de semana en el centro de la Isla. Los de los pueblos de Teror, San Mateo, Santa Brígida, o los puestos de la Cruz de Tejeda, son una buena elección para escoger un suvenir para el recuerdo.

Además, los núcleos turísticos de San Bartolomé de Tirajana y Mogán, las áreas comerciales abiertas de Vecindario, Telde y Gáldar, y la capital de la Isla acogen un gran número de tiendas y centros comercialesdonde es posible adquirir cualquier producto. La elegante calle de Triana, la Avenida de Mesa y López y el entorno del Puerto de La Luz y de Las Palmas son bazares al aire libre abiertos todo el año.

Un océano de sabores

Gran Canaria ostenta un patrimonio gastronómico que ha florecido durante siglos en lugares casi imperceptibles para el visitante. En cada pueblo, detrás de cada montaña, se esconde un secreto culinario que invita a recorrer la Isla en busca de sabores y aromas inolvidables.

Sus agricultores cultivan frutas y verduras que contribuyen a la elaboración de sabrosos potajes y caldos. Las carnes de cerdo, ternera y cabra son las más utilizadas, aunque el pollo y el conejo también tienen protagonismo en una cocina que adquiere del mar un excelente pescado fresco.

Cada uno de los 21 municipios aporta su granito de arena al enriquecimiento de la gastronomía de la Isla. El chorizo de Teror es un icónico embutido de cerdo ideal para untar el pan en sus múltiples variedades; el Queso de Flor de Guía, elaborado con leche de oveja y cuajo vegetal, es un placer para los sentidos; y los gourmets más exigentes también sabrán apreciar el café de Agaete, el único que se cultiva en un país europeo.

El recorrido gastronómico por la Isla debe finalizar con el sabor dulce de una genuina repostería. El bienmesabe, los suspiros de Moya o el mazapán de Tejeda son tesoros diminutos que aseguran una experiencia imperecedera.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios