Hablar de Bodegas Carmelo Rodero es hacerlo de la ilusión de toda una familia, del sueño que un día movió a un padre a fundar esta bodega de la Ribera del Duero, y que hoy inspira a sus hijas a continuar con la visión propia de una nueva generación…
INOUT VIAJES tuvo la suerte de viajar, con otros compañeros y compañeras, al origen de esta historia, al centro de la vida de la familia Rodero…
PALABRA DE CARMELO RODERO
Siempre digo que lo más importante es la materia prima, porque con buenos vinos haces buen vino, aunque a veces se hagan malos vinos, pero con mala uva es imposible hacer buen vino, eso es fundamental…
Yo tuve el acierto o la habilidad de plantar la mejor viña que había en mi pueblo que era la de mi abuelo Agapito, y era la que más pronto maduraba, la que mejor uva daba y ese tempranillo era de racimo terciadillo, la uva moderada… era la mejor viña que había por aquí. Y cuando hice plantaciones más grandes en vez de injertar yo, venía al vivero a injertar madera de esa viña en el taller y puedo presumir, ahora mismo, de tener mi propio clon y eso hace que seamos algo diferentes…
Hay muchísimos detalles que influyen para que uno sea diferente, no quiero decir ni mejor ni peor, pero sí diferente y eso es un tanto a mi favor porque puedo presumir de tener mi propio clon, autóctono de la zona….
Para que una uva sea buena tiene que tener buena relación entre piel y pulpa. Una uva con poca piel y mucha pulpa es una uva de mala calidad, porque todos los componentes de la uva están en la piel, los polifenoles, materias colorantes, taninos… todo está en la piel, la uva tiene que estar equilibrada, la piel y la pulpa…
hay muchísimos detalles para conseguir que seas diferente, y siempre he dicho que la base fundamental es la uva…
Siempre me he puesto en la parte del consumidor y siempre he dicho que tenía que hacer buen vino a buen precio y si una persona se gasta dinero en una botella de vino tiene todo el derecho del mundo a disfrutar de la misma. Y me gusta hacer vinos naturales, no ecológicos, esa que quede claro, no estoy dispuesto a perder una cosecha por poner tratamientos, pero posiblemente mis vinos sean más limpios que los propios ecológicos, es la realidad…
Llevo unos 18 años alimentando mis viñas con estiércol de oveja y todos los años uso entre millón y millón y medio de kilos de estiércol, sale caro pero es lo mejor…
He estabilizado la producción, porque como siempre digo a mayor cantidad, menor calidad, es así, y no permitimos pasar de 4.000 o 4.500 kilos por hectárea, aunque el Consejo Regulador permite hasta 7.000, pues a mí me sobra esa norma…
Y luego está la vendimia que es muy importante. Respeto la mecanizada, pero mientras tenga gente para vendimiar a mano, lo voy a hacer así. Y además antes de vendimiar hacemos tres analíticas previas para cortar la uva cuando está en su momento óptimo de equilibrio. ¿Por qué es así? Porque si cortas una uva desequilibrada vas a tener un vino desequilibrado, y ese vino va a tener un PH muy alto y se va a morir muy rápido…
UN POCO DE HISTORIA
Desde 1991, Bodegas Carmelo Rodero se erige como un emblema de dedicación y excelencia en la viticultura, reflejo del espíritu emprendedor de Carmelo Rodero. Su historia comienza con un joven Carmelo, quien desde los 13 años se entregó al cultivo y cuidado de la tierra. Su pasión por el terruño lo llevó a adquirir viñedos, majuelo tras majuelo, construyendo poco a poco un patrimonio de valor incalculable.
En 1989, Carmelo y Elena, su mujer, tomaron la decisiva y audaz decisión En 1989, Carmelo y Elena, su mujer, tomaron la decisiva y audaz decisión de crear su propio vino. Este no sería uno cualquiera, sino una expresión pura de las diferentes parcelas que con tanto esfuerzo habían cultivado. Así nació Bodegas Carmelo Rodero, un proyecto que desde entonces ha sido sinónimo de vinos que no sólo se disfrutan, sino que cuentan una historia de pasión, tierra y tradición.
Ahora sus hijas, Beatriz y María Rodero, directoras técnica y comercial, toman el testigo de manos de su padre quien, con ambición y enorme responsabilidad por la tierra de Pedrosa del Duero, ha convertido los vinos de Bodegas Carmelo Rodero en un referente de calidad. Con el mismo compromiso, ellas se esfuerzan en continuar con el objetivo Con el mismo compromiso, ellas se esfuerzan en continuar con el objetivo que en 1991 se marcó su padre y que ha supuesto su gran éxito: elaborar vinos de la mayor calidad y reflejar con autenticidad el terruño de la Denominación de Origen Ribera del Duero.
EL TERRUÑO
Bodegas Carmelo Rodero se halla en Pedrosa de Duero, localidad situada en el corazón de la Denominación de Origen Ribera del Duero, en la provincia de Burgos, a 6 kilómetros de Roa de Duero, a 28 de Aranda de Duero y a 78 de la capital regional, Valladolid. Por sus marcadas características, se trata de un enclave privilegiado.
Este territorio es renombrado por su terroir distintivo, donde el suelo arcilloso-cali zo y el clima continental extremo contribuyen de manera crucial al perfil único de los vinos. Cada parcela propia se gestiona con enfoque específico a la sostenibilidad y el respeto máximo por el entorno natural, lo que se refleja en vinos, verdadero tributo a su lugar de origen.
VITICULTURA SOSTENIBLE PARA EL VIÑEDO
Bodegas Carmelo Rodero adquiere nuevos viñedos cada año. En la actualidad, el viñedo está distribuido por varias zonas de la denominación, medida que les permite contar con zonas de distinto carácter que aporten complejidad a sus vinos.
Los viñedos de tempranillo, cabernet sauvignon y merlot se extienden a una altitud de 840 metros hasta los 910 metros sobre el nivel del mar, a través de varios pagos seleccionados, un total de 170 hectáreas con virtudes intrínsecas diferentes de cada microclima. Esta diversidad geográfica es clave en la creación de unos vinos con el sello de su terroir, lo que se traduce en una mayor complejidad.
LA BODEGA
Construida en 2013, la bodega tiene un diseño moderno y funcional de líneas rectas, diseñadas específicamente para enriquecer la experiencia enoturística de los visitantes. Cada detalle de la arquitectura ha sido cuidadosamente elegido para complementar y resaltar la calidad de los vinos de Bodegas Carmelo Rodero, por lo que toma gran relevancia proporcionar el ambiente perfecto para su degustación y su disfrute.
SISTEMA GIRATORIO DE GRAVEDAD PATENTADO
Carmelo Rodero patentó este sistema único en el mundo. Consiste en depósitos de fermentación de acero inoxidable que giran para optimizar la vinificaci ón por gravedad, y que preserva la uva en su estado más natural posible. Este método evita el contacto de la uva con mangueras y bombas, permitiendo que llegue intacta a la fermentación.
En concreto, se trata de un sistema por el que no se utiliza ningún tipo de En concreto, se trata de un sistema por el que no se utiliza ningún tipo de bombeo ni se realiza ningún tipo de fricción contra la uva. Al dejar que sea la propia gravedad la que haga que se muevan los granos de uva, se consiguen resultados mucho más delicados.
Esta forma de elaborar vino se extiende a lo largo del proceso en varios momentos, desde la vendimia hasta los remontados, esta bodega se preocupa de tratar a la uva de forma más cuidadosa posible y eso, se nota en el resultado. La intención de este tipo de vinificación es excluir toda la fricción mecánica, la que se puede crear contra las paletas de la bomba, contra las pepitas o contra la piel de la uva.
CRIANZA EN ROBLE FRANCÉS
Por las características y potencial de la uva vendimiada en los viñedos propios de la bodega, el roble francés es el mejor aliado para la crianza en barrica. Por ello, todas las barricas son de roble francés nuevo y no superiores a dos años de edad.
LOS VINOS
9 Meses
Un tinto que exhibe un elegante color violáceo de capa alta con ribetes rojo picota.
Crianza
Elegido ‘Mejor Tinto con Crianza’ en la Guía de Vinos Gourmets 2025. Este vino presenta un atractivo color rojo cereza con delicados tonos rubí.
Raza
Las uvas para elaborar este vino provienen de pedanías de Pedrosa de Duero con sus cinco singularidades propias.
Pago de Valtarreña
Este vino pertenece al viñedo que lleva su mismo nombre, un viñedo del clon familiar de tempranillo.
TSM
Ensamblaje de uvas de tempranillo al 75 por ciento, con un 15 merlot y otro 10 de cabernet sauvignon con el objetivo de mostrar no sólo el carácter de la tempranillo de Ribera del Duero, sino también de las otras dos variedades.