Una exposición única que revela el intenso diálogo entre el expresionismo y el cine durante las primeras décadas del siglo XX.
La muestra cuenta con 152 piezas, en las que pinturas, dibujos, grabados o esculturas se asocian a fragmentos y fotogramas de once obras maestras del cine expresionista. De este modo, permite recorrer uno de los capítulos más decisivos de la historia cultural europea y comprender cómo arte y cine se convirtieron en poderosos espejos de la realidad y la condición humana en un tiempo de crisis y transformación.
El expresionismo salta de la pantalla al lienzo en la nueva exposición de Fundación Canal
El arte del siglo XX no puede entenderse sin la huella profunda que dejó el expresionismo. Nacido en el convulso contexto de entreguerras, este movimiento rompió con la mímesis y el academicismo para explorar territorios más íntimos, psicológicos y viscerales. Y si hubo un medio que supo amplificar esa potencia emocional, fue el cine. Ahora, la Fundación Canal de Madrid propone un viaje inmersivo a ese diálogo fecundo con la exposición Expresionismo. Un arte de cine, que abre sus puertas del 8 de octubre de 2025 al 4 de enero de 2026 en su sala Mateo Inurria 2, con entrada gratuita.
La muestra reúne 152 piezas entre pinturas, esculturas, dibujos, grabados, fragmentos fílmicos y fotogramas para demostrar que el expresionismo fue mucho más que un movimiento artístico: fue una revolución estética que impregnó todas las disciplinas y redefinió la manera de mirar el mundo. A través de este recorrido, el visitante podrá comprobar cómo la energía distorsionada de los lienzos de Otto Dix o Käthe Kollwitz encuentra eco en los juegos de luces y sombras de filmes icónicos como El gabinete del doctor Caligari (1920) o Metrópolis (1927).
El expresionismo surgió como reacción a un mundo que se desmoronaba bajo el peso de la industrialización, las tensiones políticas y el trauma de la Primera Guerra Mundial. En lugar de representar la realidad de forma objetiva, los artistas buscaron expresar emociones profundas: miedo, angustia, alienación. Las líneas quebradas, las figuras deformadas, los colores intensos o las perspectivas imposibles fueron recursos para traducir el inconsciente colectivo en imágenes. El cine, un arte joven entonces, adoptó rápidamente estas estrategias visuales y narrativas para construir mundos inquietantes que reflejaban las sombras de la modernidad.
La exposición está organizada en tres secciones temáticas que guían al visitante por este universo convulso.
En “Ruptura / Liberación” se aborda la fractura social y política de las primeras décadas del siglo XX, con obras que exploran la protesta, la crítica y la liberación de las normas artísticas.
“Forma / Deformación” muestra cómo la arquitectura, la figura humana o el paisaje urbano se retuercen para reflejar tensiones interiores o colectivas.
Por último, “Sueño / Trauma” nos sumerge en la dimensión más onírica y psicológica del expresionismo, donde el arte y el cine se convierten en espejos de las pesadillas que acompañaron a la modernidad.
Más allá de las salas de proyección, el expresionismo transformó la manera de entender el cine como un arte total. La iluminación dramática, los decorados angulosos, el uso expresivo de la cámara y el montaje fueron herencias directas de las vanguardias pictóricas. La muestra ilustra esta retroalimentación con 19 fragmentos cinematográficos y 57 fotogramas que dialogan con las obras plásticas expuestas, creando un espacio de resonancias cruzadas entre las dos disciplinas.
Además de su propuesta museográfica, la Fundación Canal complementa la exposición con un programa de visitas guiadas gratuitas y talleres familiares que invitan a profundizar en la experiencia expresionista desde distintos enfoques. La intención es acercar este movimiento al gran público, no solo como un capítulo del pasado, sino como una mirada radicalmente contemporánea sobre el papel del arte en tiempos de crisis.
Más de un siglo después de su nacimiento, el expresionismo sigue interpelándonos con la misma intensidad. Su lenguaje extremo y emocional nos recuerda que el arte —y el cine, como su aliado más poderoso— no solo sirve para representar el mundo, sino también para cuestionarlo y reinventarlo. Con Expresionismo. Un arte de cine, la Fundación Canal ofrece la oportunidad de reencontrarse con esa energía transformadora y comprender cómo, en medio del caos, las imágenes pueden seguir siendo un espejo fiel de nuestras emociones más profundas.