Además de ser el más antiguo del mundo, el restaurante Botín es ya una de las instituciones gastronómicas más emblemáticas de Madrid, y celebra una Navidad fiel a su esencia: tradición, historia y cocina castiza elaborada en el mítico horno de leña que lleva encendido desde 1725.
En estas fechas, cuando la ciudad se llena de luces y familias de todo el mundo viajan para conocer la Navidad madrileña, Botín vuelve a posicionarse como uno de los lugares imprescindibles para celebrarla. Su carta, anclada en las recetas tradicionales que han atravesado generaciones, ofrece algunos de los platos más característicos de la gastronomía española para estas fiestas.
Los grandes clásicos de Botín, protagonistas de la Navidad
Cochinillo Asado al estilo Botín: la joya de la casa y uno de los asados más famosos del mundo. En Navidad, este plato se convierte en una elección casi ritual para los comensales: piel crujiente, carne tierna y un sabor que solo un horno de leña centenario puede aportar.
Cordero Lechal Asado: el otro gran emblema del restaurante. Perfecto para las reuniones familiares propias de estas fechas, el cordero de Botín mantiene una elaboración idéntica desde hace siglos: fuego lento, barro y tradición pura.
Pollo campero en pepitoria: una de las recetas más tradicionales de la cocina madrileña, completa la oferta navideña con un guiso histórico que sigue elaborándose como antaño.
Sopa Castellana (Sopa de Ajo): reconfortante y profundamente castiza, es uno de los platos más demandados en invierno. Ideal para abrir una comida navideña en un entorno histórico.
Pescados tradicionales: Botín mantiene en carta elaboraciones clásicas de pescado—como la merluza—que son habituales en muchas mesas españolas durante Nochebuena y las celebraciones familiares.
Aves y preparados al horno: la carta también incluye elaboraciones de pollo asado, un plato humilde y tradicional que muchas familias madrileñas han incorporado a sus comidas de invierno.
Postres caseros tradicionales: para cerrar la experiencia, Botín ofrece postres que evocan la Navidad más auténtica. Tarta Botín, Tiramisú, Arroz con leche… Recetas sencillas, sin artificios, que recuerdan a las sobremesas familiares de toda la vida.