Chus Tudelilla, comisaria de la exposición habló de la vigencia de los temas su obra: «la necesidad de definir el mal, la cambiante condición del ser humano, la depravación que supone la guerra».
El Instituto Cervantes ha presentado en su sede central la exposición «Ramón J. Sender. Memoria bisiesta», una retrospectiva del autor oscense que pone de relieve la actualidad de su legado cuando se cumplen los 40 años de su fallecimiento. «Un proyecto que aborda la figura de Sender desde un planteamiento bibliográfico y cultural, y también llama la atención sobre su faceta como pintor» explicó el director del Cervantes, Luis García Montero.
La exposición, comisariada por José Domingo Dueñas y Chus Tudelilla, toma su nombre de una de las últimas publicaciones de Ramón J. Sender (Chalamera de Cinca, Huesca, 1901 - San Diego, California, 1982) —«Memorias bisiestas: bajo el signo de sagitario» (1981)— y se articula en torno a la figura del artista y a su estrecha relación con las inquietudes de su tiempo abordadas en su extensa obra.
En palabras de la comisaria, Chus Tudelilla, la elección del título se escogió para «llamar la atención sobre la urgencia de activar la memoria», si bien «en el caso de Sender es sencillo», pues «está presente a través de sus libros, que son reflejo de nuestra literatura y de nuestra historia».
En el corpus de la exposición destaca el gabinete bibliográfico que reúne las primeras ediciones, traducciones y reediciones de sus libros, entre las que merecen especial mención las primeras ediciones de tres de sus principales publicaciones, «Imán» (1930); «Míster Witt en el Cantón» (1935), novela con la que obtuvo el Premio Nacional de Literatura; y «Réquiem por un campesino español» (1960), aparecida originalmente en México 1953 bajo el título de «Mosén Millán».
La escritura de Sender —a través de libros, manuscritos, artículos periodísticos, documentos y correspondencia— está acompañada por una selección de fotografías, pinturas, esculturas y dibujos de artistas aragoneses que compartieron el compromiso político del escritor y contextualizan su figura en el convulso tiempo que vivió. Entre las obras sobresalen la escultura en chapa de hierro «El agarrotado» (1929) de Ramón Acín; los dibujos de Federico Comps; y de José Luis González Bernal, o las fotografías de Ganivet y Alix.
Recuperación del «espíritu senderiano»
En la presentación de la muestra, su comisario, el profesor especializado en la figura de Sender, José Domingo Dueñas, apuntó que «la revalorización de su escritura es lenta pero constante» y definió «la obra de Sender es una honda y permanente reflexión sobre la condición humana y la necesidad de definir y acotar el mal». Un «personaje significativo para estudiar la evolución cultural del siglo XX» apuntó García Montero, quien recordó los valores de «conciencia crítica, reivindicación de la justicia social y denuncia del autoritarismo» del escritor.
También participó el director general de Memoria Democrática, Diego Blázquez Martín, quien destacó que «la construcción de la memoria democrática tiene en la cultura un pilar fundamental» y en este sentido, «Sender es ejemplo de su búsqueda de la justicia social y sufrimiento del exilio, que utilizó la lengua como tu patria».
Por tarde el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, inauguró la exposición acompañado por el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López; el presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia Ferrer; y los comisarios, José Domingo Dueñas y Chus Tudelilla.
Un recorrido biográfico, literario y artístico
La narración expositiva se inicia con la proyección de «Sender: la emoción de los primeros gestos», un montaje realizado por Marta Javierre Acín para la ocasión, compuesto por planos de las adaptaciones cinematográficas de la novela «Crónica del alba» (1942), dirigidas por Antonio J. Betancor.
Articulado en nueve secciones, el itinerario recorre la vida y obra del autor a través de un viaje cronológico y temático: Primeras inquietudes [1901-1922]; Marruecos y España [1923]; En Madrid [1924-1929]; Tiempo de militancia [1930-1935]; Contraataque [1936-1939]; Exilio [1939-1982]; Sender hoy, Correspondencia y Sender pintor.
La exposición finaliza con una faceta menos conocida del autor aragonés, la de artista plástico, con cinco pinturas: «Problem 001» (1947); «Amulet 5» (1967); «Retrato con cuervo» (1975); «Sin título» (1979) y «Naufragio» (/s/f). que se presentaron, por vez primera, en la histórica galería Multitud de Madrid, en noviembre de 1975.
En total, en el proyecto expositivo se presentan 135 obras originales, 22 reproducciones y una pieza audiovisual y podrá visitarse hasta el 16 de octubre de 2022.
Sender, protagonista y actor de su tiempo
Autor de sesenta novelas, otros tantos libros de relatos, catorce obras teatrales, varios poemarios, numerosos ensayos y miles de artículos, Ramón J. Sender representó las contradicciones y conflictos de la época: participó en la Guerra de Marruecos, padeció la Guerra Civil como partidario de la causa republicana, vivió más de la mitad de su vida en el exilio americano y dejó un legado intelectual variado y complejo en los ámbitos de la literatura, la cultura y el pensamiento.
La literatura española del siglo XX difícilmente se podría entender sin creaciones como «Imán» (1930), «Siete domingos rojos» (1932), «Míster Witt en el Cantón» (1935), «El lugar de un hombre» (1939), «Crónica del alba» (1942), «El rey y la reina» (1948), «Réquiem por un campesino español» (1960) o «Monte Odina» (1981).
Nueva aproximación a la figura de Sender
Uno de los propósitos de la muestra es abordar la aportación de Sender, a través de la escritura, a la historia de la literatura y del pensamiento desde parámetros actuales. Para ello, se ha editado un catálogo de 125 páginas que recoge aportaciones de especialistas en la obra del escritor, testimonios e imágenes que inciden en parcelas reveladoras del personaje y de su obra.
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